Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro.
15 de enero de 2014
Constantino García. Manipulación y conveniencia. Fotografía: Eduardo Añorve.
Unas palabras fuertes, algunos regaños, un tantito de demagogia y tal vez un tronido de dedos bastaron para que los regidores inconformes “que se negaron a sus nombres” (como consigna el boletinero Francisco Javier Hernández de El Faro de la Costa Chica) depusieran su beligerancia y se sometieran a la voluntad del presidente de Cuajinicuilapa.
La noticia (aparecida en Diario Alternativo) de que Constantino García Cisneros había nombrado al veterinario Edgardo Paz Rojas como presidente de lo que llaman Mega expo feria Cuaji 2016 provocó que algunos regidores y funcionarios públicos filtraran a El Faro que existía “molestia dentro del Ayuntamiento” por ese nombramiento.
Además, esos regidores que no osaron dar su nombre minimizaron la autoridad del presidente al considerar que los ganaderos organizados con los que pactó la organización de la feria “lograron adjudicarse” esta fiesta, como si su voluntad no tuviera peso en la decisión, ni la hubiese hecho por cálculo político, por andar ya en campaña, por ejemplo.
No conformes con ello, estos representantes populares que no osaron dar la cara acusaron a Paz Rojas y a su esposa, la regidora Luisa Adriana Girón Suástegui, de traidores a su partido: “...entregaron su partido político por unas migajas del presidente municipal Constantino García Cisneros, a quien consideran un hombre muy hábil que traiciona sus ideologías políticas al nombrar a Edgardo Paz Rojas como presidente del comité organizador de la feria anual”, según dice la nota “Regidores inconformes (sic) por el presidente de la Expo-Cuaji 2016”, firmada por Francisco Javier Hernández.
De paso, embarraron al presidente con algo parecido al lodo biológico y lo acusaron también de traidor, además de sugerir que es maiceador de voluntades.
Sin embargo, esas fueron palabras filtradas al boletinero El Faro de la Costa Chica, y nadie de esos anónimos que tienen fuero y exagerado salario a costillas de los contribuyentes dijo “esta boca es mía” para asumir la responsabilidad de esas declaraciones.
El jueves 14, el presidente García Cisneros los reunió y les echó el verbo a los regidores, entre ellos a los inconformes y anónimos, y les hizo saber que el presidente del pueblo y del municipio es él, que los ganaderos organizados en ese grupo, a través de Paz Rojas, coordinarán la exposición ganadera, que Cuajinicuilapa requiere de todos los esfuerzos y otros choros mareadores, entre regaños y pendejeos (sutiles, connotados, es decir, sugeridos y no dichos de modo directo), sobre todo a los regidores Cruz, del PRI, y Ramos, del PRD.
Así las cosas, a los regidores declarantes y negadores hasta de sus nombres, el presidente los calmó llamándolos a ponerse a trabajar y a dejar de echar grilla barata entre ellos mismos, aplicando esa estrategia que utilizan los amansadores de bestias: chingadazo y caricia, chingadazo y caricia, chingadazo y caricia.
Y todos contentos y felices.
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