martes, 8 de noviembre de 2011

Por la relevancia social de su música, homenajean a Estaban Bernal en Cuajinicuilapa

30 de octubre

EDUARDO AÑORVE

CUAJINICUILAPA

El legendario músico criollo Esteban Bernal, de San Nicolás, municipio de Cuajinicuilapa, integrante del también mítico grupo musical Mar Azul, fue homenajeado por el Seminario de tesis Andrés Manzano Añorve (el que está integrado por estudiantes de la unidad académica local de la Universidad Intercultural de los Pueblos del Sur) y la asociación civil Cuaji 2000 la noche del pasado viernes 28 de octubre en la cancha central de esa población, y en el que participaron distintos músicos.

En un acto que el homenajeado calificó como importante porque “su gente” le reconocía su trayectoria musical de un poco más de treinta y cinco años, se presentó en primer lugar el libro Afro. África, Cuba, México, que incluye textos, fotografía, pintura y grabado de creadores como Francisco Toledo, Raúl Leyva y el Taller Experimental de Gráfica de la Habana, Iván Alechine, Romina Hierro y de estudiosos como Tomás Fernández Robaina y Antonio García de León.

La presentación corrió a cargo del antropólogo Santiago Olguín, el fotógrafo Alberto Ibáñez y el profesor Jorge Añorve, quienes participaron en la elaboración del libro; después de una serie de preguntas al público, se obsequió un ejemplar de Afro (con valor en ese acto de novecientos pesos) a un músico de Maldonado que respondió una pregunta sobre quién había concebido Los sentimientos de la nación.

Después de ello, dio comienzo a la participación de los músicos que se unieron a este evento musical para reconocer la relevancia social de la música del también conocido como El del Acordeón Arrecho: Fernando Amaya, el dueto Sorpresa Costeña, Juan Saguilán Peña alias Pegamento, Ña Marina Guerrero, el grupo Tono de Tigre, el propio Mar Azul de Esteban Bernal, Rosita y sus Reyes de Oro y Chelo Vaca y los Ñieros del Día 7.

El momento más alto del festejo que duró un poco más de cuatro horas, ante unos doscientos asistentes, ocurrió cuando El Internacional Mar Azul, con Esteba al acordeón, tocaron para deleite de los asistentes, algunos de los cuales se pararon de sus asientos para bailar Ya me voy pa’ Carolina, El molito de armadillo, El Vainón, La muerte de Monca, entre otros de sus éxitos.

La maestría y el oficio de estos músicos, la mayoría de los cuales se desplazó desde Acapulco para participar en este evento musical, hicieron que su música fuera disfrutada por los asistentes a pesar de los problemas de sonido que se presentaron.

También fue muy apreciada la participación de Ña Marina Guerrero, que cantó tres de sus canciones a capela, provocando el llanto, incluso, en algunas personas, dada la emotividad y la hondura sentimental de su voz; por ese mismo arte, los excelentes músicos de Chelo Vaca y los Ñieros del Día 7 se propusieron musicalizar algunas canciones de esta compositora y cantante criolla.

Las estudiantes de la Unisur organizaron este homenaje toda vez que para su formación académica debían realizar un acto de comunalidad; en este caso, éste se construyó alrededor de la relevancia social de la música de Esteban Bernal, acorde con uno de los temas de investigación: La música y el bolero criollos como patrimonio cultural de México.

El programa del evento cultural fue conducido por las estudiantes Érika Oliva, Poleth González y Leydi Edith Villanueva.

Muda de piel, Esteba Bernal, el del acordeón arrecho y con la fama entre las manos

25 de octubre

EDUARDO AÑORVE

CUAJINICUILAPA

El sexagenario músico sannicolareño Esteba Bernal ha decidido, después de mucho pensarlo, cambiar de piel: está armando su nuevo grupo música, en el que incluirá a sus hijos. Un día antes del homenaje que le ha de rendir el Seminario de tesis Andrés Manzano Añorve en Cuajinicuilapa, Esteba anda emocionado con la idea, feliz, motivado, incluso, para sorpresa de los organizadores, ha decidido traer a su grupo a tocar en la cancha central de este pueblo, donde una veintena de músicos tocarán algunas de sus canciones para hacerle saber que lo quieren, lo admiran, los inspira. Él sí es el original, un criollo que ha puesto de manifiesto la relevancia social de la cumbia en la Costa Chica, al grado tal de convertirse en un patrimonio de la cultura de este país. Pa’ muestra nomás baste Ya me voy pa’ Carolina.

En esta entrevista para El Faro, como siempre en sus pláticas, su pensamiento corre, discurre, vuela, pasa de una idea a otra rápidamente, después de haber agotado la primera: Esteba ensarta, zurce, enhila ideas, palabras. Preguntarle es difícil por temor a interrumpir su rica perorata, sus datos, sus anécdotas. Esteba es verborreico, y este reportero no quiere interrumpirlo, o lo intenta pero no lo consigue: Esteba está emocionado. Habla de su nuevo proyecto, un grupo en que se incluyan sus hijos, y de la relación que tiene con sus compañeros del Internacional Mar Azul; también habla de su ex compañero, Jesús Hernández, a quien valora y reconoce; habla de su origen, humilde, pobre, y de su solidaridad con muchos de quienes quieren verlo tocar en vivo. No quiere que su música muera.

EDUARDO AÑORVE: Oiga, Esteba, platíquenos cómo está eso de que anda formando un nuevo grupo.

ESTEBAN BERNAL: Yo tengo pensado desde hace mucho tiempo, desde que vi que iban a crecer mis hijos, yo pensé en enseñarles y dejarlos encarriladitos para que ellos sepan defenderse, porque, la verdad, uno no sabe qué día va a morir. Si me muero, ellos ya no van a sufrir, si yo les enseño algo, ¿me entiendes? Siempre he pensado en hacer un grupo que sea mío, propio, porque… yo, ahorita ando bien como Mar Azul, porque yo soy el que representa al Mar Azul, salgo adelante, hago las canciones, grabo, pero no es lo mismo como traer lo suyo, y empezar a enseñar a mis hijos es otra cosa, porque ya ellos se van a quedar encarriladitos, ya, saboreando la música que yo siempre le he puesto al público en las manos.

Entonces, yo quiero que mis canciones no se mueran, que mis hijos, sobre todo, le agarren amor y sigan y sigan grabando. Porque hay unos que no les gusta, pero si yo les inculco: Tienen que hacer algo sobre la música

EA: ¿Cuántos hijos tiene?

EB: Tres hijos. Dos son hijos varones, que ya me pueden ayudar, ya les enseñé a tocar un poco la batería, saben tocar el güiro… Bien, se pegan bien cuando les digo: Ayúdame, aquí. Hasta la gente les da sus veinte pesos, y hasta se alegran los chamacos. Les digo: ¿Ya ves, ya ves? Síganme la onda a mí y van a ver que van a ganar dinero. Entonces, yo ya tengo un poco de aparatitos para empezar: como ocho graves, doce bocinas del 15; ya estoy más o menos para tocarle a un amigo que esté pobre como yo, porque yo soy una persona de lo más humilde, pobre como toda la gente. Entonces, por eso a mí siempre me ha dolido cuando dan un precio muy alto. En Mar Azul siempre me dicen, como compañeros: Oye, ¿no me puedes cobrar un poquito menos de 35 mil pesos en tu pueblo? Pero, si yo traigo mi grupo, puede ser diferente, yo puedo hacerle favores a mis amigos, o sea, ya va a ser directamente, yo voy a mandar en el grupo. Y ahora somos cuatro socios, no puedo salirme yo de la chamba… Ellos me han dicho: Mire, amigazo, mientras nos salga chamba no nos deje, porque la gente siempre quiere que usté vaya a tocar. No hay problema…

EA: ¿Cuánto gana Esteba Bernal en el Mar Azul?

EB: En el grupo, no crea que me gano mucho, amigazo, no. No me gusta ser así, una persona exagerada. Yo, de dos mil pesos, y hasta tres mil, hasta tres mil, como artista que soy. Porque tampoco podemos cobrarle a una cosa muy cara. Yo le pido un precio que sí lo vale, el grupo. Me dicen: Estoy jodido, Bernal, pero quiero que vayas a tocar tú, porque me gusta cómo tocas. Le bajamos, porque somos pobres, de ahí nacimos, de la pobreza, aunque andemos ahorita con una fama, porque es lo único que tengo yo, la fama; dinero, no tengo nada. Yo, en mis brazos tengo la fama y el dinero lo tengo acá [Se señala el pecho, el punto del corazón], invertido. No tengo dinero en el banco, me gusta ser sincero…

EA: Bueno, hay grupos que cobran cincuenta, sesenta, como los hijos de Bertín…

EB: [Se ríe] Sí, pero, la verdá, a mí me duele eso, yo no soy una persona así. Ese valor, no lo tengo. [Se le llenan, por unos segundos, los ojos de agua de lágrimas] El Mar Azul los vale, quiero que sepas que los vale, que los dan, pero… Fíjate que, cuando grabé [Ya me voy pa’] Carolina, antes de eso no había nadie que cantara como Mar Azul. Jesúj Hernánde, mi respeto porque es una persona chingona, yo sé que es una… es compositor, como yo, canta y todo, fue chingón, ahorita, ya, la voz no le ayuda, pero, mi respeto para el amigo Chú. Pero, de ahí para allá no hay nada de bueno, yo sé que no hay nada. Yo tengo más de treinta años, treinta y cinco años, como Mar Azul.

EA: ¿Cómo se va a llamar el grupo?

EB: Mira, no te puedo decir. Ahorita nomás estoy haciendo unas tarjetas que dicen Esteban Bernal y su Grupo. Yo, a la mejor le pongo Esteban Bernal y su Bombardeo de San Nicolás, y es todo. Porque esta música que yo traigo es pura arrechura; quiere decir que: puro bombardeo, pura cosa caliente, ¿me entiendes? Y aquí están mis números de teléfono, por si la gente se anima, son el 741 41 501 87 y 744 135 5082, ahí están, por si a alguien le interesan.

EA: ¿Vas a seguir por la misma línea, en la música?

EB: No. Yo voy a seguir igual, con la misma música. Por eso le digo a muchos: Contrátenme, si quieren como mi grupo, yo les toco como mi grupo. Yo les hago un contrato, y los marazules me lo respetan ya, porque ellos ya saben que yo ya estoy trabajando con mi grupo, pero no me les quiero despegar así, porque yo no soy así, pues. Yo ya regué tarjetas, pero si me hablan, yo estoy puesto, por mí no hay problema. Eso sí, si ya firmé un contrato mío, ellos me lo respetan.

EA: Platícanos de tu nuevo grupo.

EB: Yo le quiero meter dos saxofones para que se oiga más, para que tenga más alegría. Más o menos, quiero hacer un sonido como el de Aniceto Molina, pero yo, mi estilo mío, pa’ que tenga contestaciones con los metales [, el acordeón], porque, alegría la tengo, mi deseo es traer dos saxofones y, con esos saxofonistas, si yo hago un contrato de boda, yo le digo: ¿Sabes qué? Yo traigo dos saxofones; si quieres que saquen a los novios de la iglesia, ‘tan los dos saxofones puestos, nada más hay que dale otra lanita y ellos ‘tan puestos.

EA: ¿Grupo nuevo, canciones nuevas?

EB: Bueno, sí hemos compuesto algunas que ya estamos por grabar, como La muerte de Monca y Si la envidia fue sarna.

EA: ¿Cuántos años tienes, Esteba Bernal?

EB: Yo ya tengo mis años, ando como en 58, 59 años…

EA: Pero cargas ganas de seguir en la música…

EB: No. Yo, ahorita ando con ganas y, por mis hijos, voy a ponerle las ganas para que ellos queden encarrerados…

EA: El del acordeón arrecho…

EB: Sí, claro, sigue siendo arrecho, el acordeón. La arrechura siempre la voy a tener, porque si se me va tengo que ponerme algo que me dé vida. [Risas] ‘arajo.