martes, 21 de febrero de 2012

jueves, 16 de febrero de 2012

EL ARTISTA DEBE LIDIAR A ESE TORO DE MIL CABEZAS, QUE ES EL PÚBLICO: VERóNIKA CON K

[tercera de tres partes]

29 de enero

EDUARDO AÑORVE

CUAJINICUILAPA

Sin querer comprometerse y decir quién le gusta, de los hombres del espectácula, Verónika con K sigue respondiendo las preguntas que este reportero hace, a veces un tanto impertinentes; sin embargo, ella sabe responder, amable, risueña, a veces un tanto preocupada o al borde de las lágrimas, cuando recuerda sus nostalgias, por ejemplo. En esta última parte de la entrevista Verónika habla de su oficio como compositora de canciones, y de escritora de teatro –su primera obra–, del amor y de sus experiencias amorosas, entre otros temas.

EA: ¿Alguna vez le pasó a Verónika que, por el trabajo que desempeña, por la imagen que debe mantener, a veces tiene que estar en lugares donde no quiere estar, como en algún acto político, por ejemplo?

V: Ah, no, cuestiones oficiales, de política, no, eso es algo que no va con nosotros.

EA: Como en el caso de Silvia Pinal, que de actriz se metió a la política, lo que no le favoreció, según mi criterio…

V: Y pierde un poquito el piso, ¿no? Yo siento que ella es más bien la diva, la diva del cine mexicano…

EA: O como Irma Serrano, quien también le entró a la política… por cierto, con quien alguna vez cantaron juntas, ¿no?

V: Ah, conoces parte de mi historia. Mi debut profesional, en Acapulco, en la plaza de toros Caletilla, mi primera presentación en público, así, a ese nivel, fue con Irma Serrano. Bueno, ‘tas tocando cosas interesantes…

EA: Ella cantaba ranchero…

V: Ella cantaba ranchero, con La Martina. En esa gira también venía, que era su novio, Marco Antonio Vázquez, que cantaba una canción que se llamaba Chatita.

[Canta: Chatita, tú sabes que te quiero/ tú sabes que te adoro…]

EA: ¿Qué canción te gusta?

V: Hay una canción… yo, ahorita, traigo problemas de afonía, por el clima que… está haciendo en México un frío bárbaro, y aquí ya parece que se está arreglando mi garganta. Es una canción que desde que la canté… con esa gané el concurso de radio: Angelitos negros. Y, además, te digo, estoy festejando que tengo cuarenta años cantando…

EA: Cuarenta años, ¿y qué te queda de todo esto?

V: La satisfacción de haber hecho las cosas, de haber realizado parte de mis sueños, que yo siempre tuve. Es una gran satisfacción, que no me arrepiento… que si dios me diera la oportunidad de retornar, me gustaría estar en lo mismo…

EA: ¿Romántica?

V: Romántica, este, jacarandosa… [Risas]

EA: ¿Enamorada?

V: Sí.

EA: ¿Erótica?

V: Sí.

EA: Y no refiero solamente a lo sexual, sino al ser…

V: Sí.

EA: Esta actitud de la que hablan los griegos y que oponen a lo tanático…

V: Sí.

EA: ¿Te deprimes?

V: Tengo momentos de melancolía, de nostalgia…

EA: ¿Qué te deprime?

V: A veces la situación del país, de que hay pobreza, de que aunque quieras ayudar, a veces no tienes los medios para ayudar a alguien que lo necesita. Eso sí me deprime. Los niños huérfanos, los niños enfermos de sida, por ejemplo, mujeres golpeadas, mujeres que han sido humilladas, y me deprime… Yo soy una persona muy amorosa, por parte de mi familia, por todo…

EA: Vivimos en una cultura de hombres y para hombres, que incluye hasta la imagen que debe asumir la mujer, pero, ¿qué imagen quiere Verónika para sí misma?

V: Hay un tiempo para eso; yo creo que son tiempos que hay que manejarlos. Si estoy en la plenitud de la juventud y debo hacerlo, un poco atrevidona, ¿por qué no? Pero sin llegar a la vulgaridad, todo debe ser ético, y de acuerdo a lo que yo sienta, también. Si hay que vender, hay que vender, pero también soy una persona, ¿no?

EA: El equilibrio…

V: Cuando una persona no es coherente, en lo que quiere, y por cualqueir cosa pierde el piso, dices: ¿A qué vine, a qué vine? Yo estoy aquí por cumplir algo, y lo tengo que cumplir. No, pero yo también quiero aquello. Pues sí, pero ahorita no es el momento…

EA: ¿Terminará su carrera, Veronika?

V: Va a llegar el día, me tengo que ir preparando, tanto espiritual como mental, porque las facultades ya no son las mismas…

EA: Para cantar…

V: En la actuación es un poco más de vida que en la música. Si no te cuidas puedes perder la voz, o algo, pero si te cuidas puedes seguir cantando, pero más le voy a la actuación para sobrevivir en esto, por mucho tiempo.

EA: ¿Y no piensas dedicarte a otra cosa?

V: Es que yo soy muy inquieta, yo no nada más hago lo de la música. Yo he tenido negocios como empresaria, de música, igual, y también he tenido negocios de comida, también sé un poco de diseño, porque yo estudié diseño de ropa…

EA: No sé, a lo mejor pasado mañana Verónika se pone a escribir sus memorias…

V: ¡Ah! Es que, hablando de eso, soy compositora. El 15 de este mes cumplimos nosotros… la asociación de compositores y autores nos hacen una comida… yo tengo más de treinta años de estar dentro de la asociación. He compuesto canciones que me han grabado Rosenda Bernal, ella me grabó El amor se me fue, Amalia Mendoza me grabó Ya no me amas, Los Ángeles Negros me grabaron Ya no quiero ser tu amante… Tengo también algunas canciones grabadas por mí misma: Yo quiero todo contigo, Punta Diamante… He grabado varias canciones que son de mi autoría.

EA: ¿De cuántas canciones estamos hablando?

V: Que se han grabado, han sido unas veintitantas…

EA: Cuántas has compuesto, quiero decir.

V: No, yo no he compuesto miles de canciones, pero unas cincuenta sí las tengo. Y, aparte de eso, tengo también el gusanito, y ya lo logré, gracias a dios, de escribir una obra de teatro, que se llama Mi negra, que habla de la Costa, y habla de una negra preciosa…

EA: Al final siempre está la infancia, el origen…

V: Los orígenes, que vienen a la mente, ¿no? Y escribí esa obra, y esa obra es musical, tiene un poco de todo, tiene drama, tiene comedia, y música.

EA: No sé si tú te has dado cuenta que los poetas de la Costa Chica se han dedicado a escribir canciones; tal vez nosotros ni nos fijamos en lo que dicen esas canciones…

V: No, pero importa mucho lo que tú imprimas en la letra, porque no nada más es ritmo, yo creo que es un conjunto de cosas…

EA: ¿Sigues componiendo canciones?

V: Sí, sí, sobre todo, yo no soy de la gente que compone simplemente por componer. Si hay, en un momento que yo esté tocada… porque algo te pasa, la varita mágica te llega, la inspiración, es algo que entra en ti en un momento dado, te llega esa inspiración… Yo empiezo, por ejemplo, con una frase que llega, o estoy melancólica, me acuerdo de algo y digo una frase, y de allí, has de cuenta que me dan cuerda, me sigo, me sigo, me sigo. Y, a veces, hasta ahí, ya la dejé. Ya, ya, ya. Y digo: Bueno, esto se quedó así. Y algún día digo… de repente me acuerdo, y comienzo otra vez, y termino la obra, pero si no, si ya no hay más… a veces hasta a las tres de la mañana… Sueño con algo o pienso algo y tengo que escribirlo porque si lo dejo pasar, ya no me acuerdo.

EA: ¿Qué te mueve a escribir, el sufrimiento, la alegría?

V: Pues, sí, una puede ser una fuerte decepción, o puede ser un gran amor, que te mueve, que te sientes pleno…

EA: ¿Te has enamorado?

V: Mucho.

EA: ¿Como cuántas llevas?

V: Como… ¿enamorarme, enamorarme, enamorarme? Me he enamorado como unas cuatro veces, pero intensamente, esta última vez. [Risas] ¡Fíjate! ¡Después de tanto! Intensamente, porque todo es de acuerdo a los años que tú tengas, ¿no?, a la experiencia. Porque puede ser un amor de la infancia, o un amor simplemente a tu padre, a tu madre, a tu hermano, a tu hijo…

EA: Normalmente se piensa que se enamoran los jóvenes…

V: Nooo. Nooo. Nooo…

EA: Bueno, es lo que se piensa y se promueve, el amor es cosa de juventud…

V: ¡No! Intenso es cuando ya tienes cierta edad y estás con la experiencia; ése es el amor intenso…

EA: ¿O sea que lo que viví cuando era joven no era amor?

V: …cuando ya lo sopesaste, y ya lo valoraste y lo sentiste, te vuelve a tocar, porque es algo mágico que te pasa. De repente: ¡zum! No sabes en qué momento te llegó el amor…

EA: ¿Y eso te hace escribir?

V: Sí, me motiva mucho.

EA: ¿Y estás enamorada ahora?

V: Sí, sí…

EA: ¿Dura mucho eso?

V: A mí me dura según como me trates, como me traten. [Risas] Porque, luego, aunque tú quieras… pero si no te quieren, pues, ¿qué haces?

EA: ¿Se te acaba el amor cuando ya no te quieren?

V: No se te acaba, pero te convences que estás errado…

EA: Y te vas para otro lado…

V: No tan fácilmente…

EA: O te quitas: Ya no me amas, me voy a otro lado

V: No, dices: ¿No, sabes qué? Se acabó para ti, pero para mí no, pero no puedo ya seguir.

EA: Las veces que te has enamorado, ¿te han correspondido?

V: La mayoría, la mayoría ha sido positivo, no puedo yo decir que no. He sido muy feliz, afortunadamente, con nada, y tengo una familia muy bonita.

EA: El gran problema en esta zona es que a las niñas de 12, 13, 14 años les hacen un discurso sobre el amor, y por amor truncan sus vidas, porque ellas querían amar y que las amaran y terminan siendo madres…

V: Bueno, eso se debe de platicar mucho en casa con los hijos, los padres.

EA: Pero los padres se van a Estados Unidos…

V: Por eso, ahí está. Cuando algo no funcionó, desde el núcleo familiar… yo, fíjate, que me gusta leer libros de auto estima, de la conducta del ser humano, escritos por psicólogos y gente así, para entender un poquito más, porque aquí, en este medio, te vuelves hasta psicólogo. Tú, como periodista, te vuelves hasta psicólogo porque a las primeras de cambios empiezas a analizar a la persona. Así, el artista… en vivo, de frente a frente, pero ya, el ser humano, cuando lo tratas en directo, es otra cosa. Igual, el artista cuando está en un escenario: veo al público. Yo sé que, desde la primera canción, sé cómo me va a responder el público.

EA: Pero tú tienes sangre dulce, ¿no?

V: ¿Tú crees?

EA: Digo, ¿o le caes mal a la gente?

V: No, pero tú vas con el temor de que siempre el nervio… el nervio siempre lo vas a llevar, porque, dices: Es un público, para mí, nuevo, no lo conozco. No sé cómo van a estar, si están borrachos o qué pasa

EA: ¿Te ha rechazado algún público?

V: No, fíjate. Una vez me pasó algo, una cosa muy difícil, que yo me asusté, pero fue por algo… En Siempre en domingo yo usaba unos vestidos rasgados, así como… que enseñaba las piernas, pero eran así las tiras, hasta el piso. Y yo me fui a trabajar a Laguna, allá, a Torreón, andaba de un lugar a otro. Cuando me presentan… estaba lleno el lugar ése… estaba en lo alto, y toda la gente en sus mesa, y así, parados, y a mí se me hizo fácil… dije: No, estoy hasta acá, hasta arriba. Y no sé cómo, me bajo a la parte… va la gente, así, pero, se van así… y me logran… de arriba… me levantan, y me jalan el vestido, así, las tiras, me rompen el vestido. Fue una cosa impresionante, yo sentía que me iban a matar, pero por querer agarrarme, por querer… no sé qué pasó.

EA: Se rompió el espacio entre tú y el público, esa convención, ese espacio virtual que hace que unoa sean espectadores mientras el otro actúa…

V: Pues, la comunicación que debe de haber, artista-público, cuando están en el canal, en el mismo canal. El artista tiene que meter al público en su canal, y el artista es el que domina, porque es como el torero, sales a lidiar, a torear, y ver: si el toro te gana, pues, no la hiciste. Entonces, así, nosotros vamos a lidiar con un toro de mil cabezas, con un fenómeno.

EA: ¿Escuchas música de la Costa?

V: Pues, lo tradicional, las chilenas…

EA: ¿La bailas?

V: Sí, bailo chilenas, pero no las bailo como es, yo la bailo a mi sentimiento, pero yo sé que hay un modo, es una coreografía, la chilena se baila con coreografía: que de qué mano lo agarras, el pañuelo, o cómo le das la vuelta. Porque, yo no sabía que eso se bailaba así, hasta que una maestra, que está en Ometepec me dijo: Las cosas se… Fabiola, se llama la maestra… este baile, la chilena es: Yo te llevo a ti, y tú me sigues, y tú haces lo que mando…

EA: Claro, siempre y cuando sea un baile de exhibición, porque en las ramadas, en el mero baile, en el fandango…

V: …porque en la ramada bailan al gusto. Eso es lo que te digo yo, que yo eso no lo estudié, porque yo lo bailo como lo bailaban en el pueblo, allá. Ahora, la música que me gusta, de un gran compositor de acá, de la Costa Chica, que en paz descanse, ya sabes quién, el compositor de…

EA: Hay muchos muy buenos…

V: [Risas] El que se decía… cantaba Orgullo, La mentira… Álvaro Carrillo. Sus interpretaciones son únicas. Su alma era algo especial. A mí, sus canciones… [Canta:] Como se lleva un lunar/ todos podemos una mancha llevar… Es la forma de decir las cosas, es el sentimiento. Muchos pueden tener la gran voz, pero si no le imprimen el sentimiento, no te dice nada…

EA: ¿Verónika es una sentimental?

V: Sí, totalmente.

EA: ¿Llora, Verónika?

V: [Risas] Totalmente.

EA: Cuando está feliz, ¿llora?

V: Lloro.

EA: Cuando se enternece, ¿llora?

V: Lloro.

EA: Cuando se encabrona, ¿llora?

V: ¡Ay! Puedo hacer… no sé, digo… [Risas] …hasta las lágrimas… No, nunca he llorado de coraje. No, sí, me reprimo, ¿no? Cuando me enfrento a una injusticia, esas son las cosas que no soporto, las injusticias.

EA: La vida no ha sido injusta contigo…

V: Mira, gracias a dios, soy de las personas afortunadas. Si algo pasó, ni me acuerdo. No soy rencorosa…

EA: No eres de la Costa…

V: Rencor, el rencor endurece el alma. El rencor no es bueno porque te da enfermedades, ése hay que sacarlo, no sé, gritando, pegando, chiflando, como sea, pero no es bueno porque daña tu salud.

EA: ¿Y qué haces para divertirte?

V: Me voy con mis amigas, también me voy de farra, me voy a ver un show o siplemente, ahora, que corrí para acá, quise estar con los míos, y nadie me lo impide: Bueno, soy libre y soberana, digo: Con permiso, ahí se ven. Eso me relaja, porque estoy aquí, oyendo a los gallos, hay cariño, atenciones…

EA: ¿Y a ti te gusta cómo canta Verónika?, ¿qué le criticarías?

V: Al principio no me gustaba mucho, era muy… la voz, muy chillona. Ahora me gusta, ¿por qué?, por la forma de interpretar.

EA: ¿Y la imagen?

V: La imagen. La imagen es… voy caminando de acuerdo a mi edad…

EA: ¿Te agrada?, ¿te desagrada?

V: A veces sí, porque subo mucho de… por ejemplo, ahorita que ya pasaron las fiestas de diciembre subí dos kilos que había bajado, y eso no me gusta mucho, tengo que trabajar para volver a bajar los kilitos que me sobran, porque si ahorita me llaman para una telenovela o algo, pues, mira, mira, cómo estoy. Voy a salir así… la cámara te engorda ocho kilos.

EA: Trabajar o meterse cuchillo, porque ahora está de moda la cirugía…

V: Sí, la cirugía estética. Pero el medio lo exige… bueno, hasta cierto punto porque se pierde la esencia, pero hay que dar al medio hasta ciertas cosas porque si no, voy a vivir traumada. Yo, te juro, en los años que tengo no me he hecho ninguna cirugía plástica. Y luego, los años van dejando huellas. Pero no, la vanidad… no, yo le tengo miedo a las cirugías. Bueno, está el gimnasio para moldear el cuerpo, por ejemplo, pero sin caer en la egolatría…

EA: ¿Qué cambiarías, tú, de Verónika?

V: Que soy un poco rebeldona [Risas], en la cosa de que no me dejo, de que a veces no me gustan las injusticias y me rebelo, y no me gustan esas cosas, y me rebelo…

EA: ¿Eras una negra fina o te convertiste en una negra fina?

V: ¡Ay! Soy una simple negra, hombre…