[primera de tres partes]
19 de enero
EDUARDO AÑORVE
CUAJINICUILAPA
Verónica Hernández Ávila, su nombre real, es originaria de Santo Domingo Armenta, Oaxaca, en la zona donde colindan Guerrero y ese estado, aunque partió un poco antes de la adolescencia hacia Acapulco, donde comenzó su formación y su incursión en la interpretación de canciones y en la actuación, en las clases de estos géneros que se impartían en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
A principios de los años setenta, en la plaza de toros Caletilla, en compañía de y apadrinada por Irma Serrano y Marco Antonio Vázquez, Verónika con K comenzó su carrera como cantante de cumbias, baladas y boleros, entre otros géneros; con el tiempo, incursionaría también en la composición de canciones; recientemente ha escrito una obra de teatro.
Cada cierto tiempo, dice Verónika, viaja a la Costa Chica, a visitar y convivir con su gente, para encontrar calor y cariño, tranquilidad e inspiración y tirar hacia delante en una carrera muy exigente, pero tiene plena conciencia de que sus principales herramientas para tener éxito y permanencia en un medio tan competido han sido y son el tesón, la disciplina y la voluntad.
Entrevistada para El Faro, en medio del estruendo de gallos y gallinas de una casa de parientes suyos, luego de comer, esta creadora afromexicana de la Costa Chica platica sobre algunos estereotipos que pesan sobre la gente de piel oscura, como ella, sobre su negativa a hacer desnudos en el cine y en la televisión, aunque asegura que el actor debe estar dispuesto a todo; finalmente, habla de su papel como delegada sindical de la Asociación Nacional de Actores en el estado de Guerrero.
V: Te llamas como mi hijo, Eduardo.
EA: Dos hijos: un hombre y una mujer…
V: Y son artistas, los dos.
EA: Quiero pedirte que hablemos de Verónika, la persona, no tanto de lo que se presume…
V: ¡Ah!, okey, por supuesto.
EA: ¿Es cierto que las morenas piden más?
V: [Risas] Pues sí. [Risas]
EA: Eso es lo que se dice…
V: Porque si… así debe de ser. ¡¿Te imaginas?! [Risas] Todo se da de acuerdo a cómo lo pidas, ¿no?
EA: Porque cuando Verónika empieza a incursionar en el que llaman mundo artístico lo primero que venden de ella es su imagen: una morena exhuberante…
V: Sí.
EA: Y tengo en mente la portada de uno de sus primeros discos: una mujer joven, hermosa, media chirunda, recostada en el césped…
V: Ajá. Bueno, yo tengo 17 discos grabados. Grabé, en la más reciente compañía, que fue Flamingo Music, en Miami, con un argentino…
EA: ¿Ranchero?
V: No, no he grabado el ranchero, falta todavía. Grabé al principio de mi carrera una canción ranchera, con marichi, pero cuando yo entré a la compañía discográfica CBS me cambiaron a tropical, porque yo, gracias a dios, manejo varios estilos: balada, cumbia, bolero, también lo romántico, y lo que es la salsa, que es la síncopa.
EA: Pero, antes no había salsa, ¿no?
V: Bueno, la salsa es un nombre, porque en realidad se llama guaracha. La guaracha o el montuno, son montuno, eso nace en Cuba, y de los negros… hablando de negros… Ése es un ritmo afroantillano, afrocubano. Todo viene del sentimiento negro.
EA: Por eso preguntaba. Hay una idea en casi toda la gente de que la negras son eso, sólo un cuerpo. Por eso la referencia a esa canción que dice que las morenas piden más. Imagino que todo mundo pedimos más, ¿no?
V: Bueno, pedimos de acuerdo… no sé… lo puedes tomar del lado que tú quieras, pero si tú pides más es que en realidad lo vales. Si, por ejemplo, yo digo: Quiero esto, pero me voy a esforzar por tenerlo…
EA: Claro, pero yo me refiero a lo que tú estabas comenzando a decir, al estereotipo…
V: Al estereotipo de una negra, sensual, que es una negra sexy, que es una negra sensual… lo que se dice de los negros, ¿no?
EA: No importa que piense, la morena…
V: Exacto. Yo voy más a otra cosa, que es lo intelectual, la inteligencia… creo yo que la superación personal, eso es más importante, porque la belleza física tiene un tiempo, esa se termina, y en cambio los conocimientos y lo que hay dentro de un ser humano, eso prevalece hasta la muerte.
EA: Pero en el mundo del espectáculo no se aprecia eso…
V: [Risas]
EA: En el mundo del espectáculo se aprecia el bulto…
V: [Risas] Exactamente…
EA: Desgraciadamente, porque, a lo mejor, tú tienes talento, inteligencia, pero ellos dicen: Queremos que baile, queremos que…
V: Que baile y que enseñe el palmito…
EA: Y que te pongas esta ropa, ¿no? De pronto te visten hasta como africana, según.
V: Sí, es estereotipo, como dices, buscando más que nada vender. Buscan que el público se haga ilusiones, se entusiasme y diga: ¡Ayyy!, que llame el morbo para vender un disco, ¿no?
EA: Sí, eso vende, pero ¿cómo se siente la artista cuando tiene que hacerlo?
V: Es un complemento. Yo lo tomo así: lo que no hice nunca en mi carrera, ni lo voy a hacer, menos ahora que ya estoy grande, lo que no hice nunca fue quitarme la ropa, o sea…
EA: ¿Toda la vida has vivido con ropa?
V: [Risas] ¡¡¡Nooo!!! No, porque llega un momento en que te vas dormir y te duermes como quieres, ¿no? Pero, yo digo, para publicidad, para vender, en bikini, y así. A mí me llamaron muchos productores de cine para hacer una película que se llamaba Rarotonga. Yo no hice esa película porque me pedían un desnudo íntegro. Decía yo: ¿Sabes qué? No.
EA: A ver, allí yo ya no entiendo. Entre nosotros, hace treinta, cuarenta años, todo mundo andaba desnudo…
V: Y hace más…
EA: Se bañaban aquí los hombres, y al lado las mujeres…
V: Ajá, pero, te comento: cuando uno es creado en una sociedad… o sea, en mi núcleo familiar fui creada por una abuela, una abuela con unos cimientos morales muy… en verdad era tremenda. No se permitía, a mi madre nunca le gustó que andubiéramos enseñando nada. La verdad, eso fue. Mi madre, mis hermanos, y todo, mi familia, mi padre, me van a ver, allí, con la… con mis cositas al aire. Es que, decía: Algún día voy a tener hijos, no me va a gustar que me vean que…
EA: En muchas casas se dormía todo mundo tirado en el petate, niños, niñas, y no había…
V: El morbo, no había morbo. Pero, bueno, yo ya crecí con esa idea, y nadie me la pudo quitar. Entonces, yo decía: ¿Cómo voy a estar allí? …mi pudor, mi pudor, pudo más mi pudor que otras cosas. Porque a mí me pagaban muy bien, me ofrecían una muy buena cantidad para que yo posara desnuda en las revistas de Playboy, inclusive, no tiene mucho, pero no. Yo dije no. Yo soy una artista que tiene talento, que voy a explotar lo que yo sé hacer.
EA: ¿Estarás de acuerdo conmigo que el desnudo no tiene necesariamente que ser pornográfico o morboso?
V: Artístico, ¿no? Yo recuerdo… regreso a lo mismo… no lo hice, no lo hice…
EA: ¿No te quedó el gusanito…
V: Hice una foto para mi egoteca, una foto desnuda, con una ropa que era transparente, así como una red, era un vestido de red, completamente desnuda, pero ésa era para mi egoteca. Y hice otra foto, con unas boas, unas plumas, completamente desnuda, con Maritza López, la que le hacía las fotos a la Trevi, y a mí me hizo fotos muy buenas, que eran para la compañía disquera, unos fotos verdaderamente hermosas. Saqué varias cosas interesantes, pero era para mi egoteca. Porque yo decía: Pues sí, digo, hay que enseñar, pero nada más yo voy a tener eso.
EA: La belleza es un don, que sirve para compartirse, ¿no?
V: Es un don que dios da… [Risas] Bueno, está bien lo que tú dices pero en mí no funciona. Yo admiro a todas mis compañeras que han tenido el valor y la delicadeza de exhibirse tal cual porque dicen: Me hace falta un dinerito. Y en verdad les hace falta dinero… Entonces, artísticamente hablando, yo digo…
EA: Tú eres artista, pero te dicen: Para el papel, tienes que hacer X…
V: A mí me han pedido que fume, y fumo, yo no sé fumar. Toma… yo, me tomo una copita, pero así que me ponga las guarapetas… finalmente, haces un personaje. Me dicen: Quiero una anciana de noventa años, la hago, no me inhibe que yo me ponga una peluca de viejita, que yo me ponga una joroba, lo hago porque es mi trabajo, ¿no? Ahora, nunca se llegó que me ofrecieran, realmente, un personaje donde fuera la protagonista y que en realidad tuviera justificación el desnudo; si no hay justificación, no lo haces, pero un actor está dispuesto a todo con tal de…
EA: ¿Verónika es materialista?
V: No, no. Materialista… yo sé que tenemos que comer todos, y si dios me da la oportunidad de ganarme un buen billete, me lo gano a gusto con mi trabajo y lo comparto con mi familia, lo disfruto, pero yo no soy apegada a lo material.
EA: Sí, sé, también, que has organizado homenajes para compañeros tuyos…
V: Sí, he hecho varios homenajes en la ciudad de México, a Linda Vera, para Jorge Manuel Hernández, para América Martín, para grandes personajes del medio…
EA: En algunos casos tú haces una aportación económico en esos actos, como en Acapulco…
V: Eso fue para reunir una cierta cantidad para mis compañeros artistas, y ofrecerles una seguridad social, como es: medicamentos.
EA: Eras delegada de la Asociación Nacional de Actores (Anda)…
V: Como delegada estatal de la Anda, que, afortunadamente, ya renuncié. Llegué, [y estaba] en una situación deplorable esa delegación, totalmente sin fondos, nada, todo caído, la Anda no tenía presencia, tuve que luchar contra eso y buscar fuentes de trabajo, a hacer que la Anda se respetara. La Anda es un sindicato para beneficiar a los artistas, porque nosotros no tenemos, de parte de la empresa, ninguna seguridad, somos eventuales en el trabajo, es como ustedes, se puede decir. Con esa idea, Jorge Negrete, fundó la Anda; inclusive, él donó su casa…
EA: ¿Reditúa, eso?, ¿vale la pena?, ¿la gente reconoce y aprecia ese esfuerzo? ¿Qué ganas?
V: Claro. Yo gano la satisfacción de servir, el servicio, el reconocimiento, si es que me lo dan; y si no me lo dan, también. En este caso hubo, de ciertas personas, de algunas no, porque, pues, estaba yo lesionando sus intereses, porque no dejaba yo que hicieran algunas cosas que no deben de ser en ese sindicato. Siempre hay problemas, siempre te creas enemigos gratuitos, y, bueno, yo hice mi trabajo hasta donde pude rescatar fuentes de trabajo, como era en las ferias, que estaban perdidas. También, darle trabajo a mis compañeros, como fue abrir al Mayan Palace, que ya no contrataba artistas de la Anda, contrataba artistas libres; logré que esa empresa contratara por temporadas, como la que va de diciembre a marzo, ballets de la Anda. Entonces, para nosotros fue un gran logro.
Rescatar las ferias, como la de Iguala, Chilpancingo, Taxco y Coyuca de Benítez, y la misma plaza del centro de convenciones, de la feria, que era una feria en la que a la Anda nomás le daban una limosna de tres mil pesos, y yo hablé con la persona encargada, un licenciado que me dijo: No, es que aquí no estamos acostumbrados a cotizar a ningún artista. No, le digo, soy la delegada y vengo a hablar con usted. Iba bien asesorada; logramos, el primer año, 16 mil pesos que nos dio la feria [del centro de convenciones]. De tres mil pesos a 16 [mil], nos fue más o menos. Y cuando termino mi gestión la dejé en 30 mil pesos. Yo creo que en tres años hicimos bastante. Rescatar, también, un terreno que le donaron a la Anda, un terreno que no estaba regularizado y que estaba a punto de perderse. Yo estoy satisfecha de esos logros.
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