martes, 30 de junio de 2009

Turismo y Garifunas en Livingston, Guatemala. Cultura y economía en contexto turístico

Olivier Cuisset, IHEAL

Resumen de la tesis

Durante los últimos treinta años, el turismo se convirtió en un fenómeno muy importante tanto en Livingston como en otros lugares de Guatemala. Ubicado en la costa Caribe de Guatemala, el pueblo de Livingston, acoge poblaciones qeqchi’s, ladinas y garífunas. Sin embargo la promoción turística del lugar se enfoca en la presencia de Garífunas y el contacto con su cultura, que sirve de ventaja comparativa. Preguntándonos cómo la instrumentalización de la cultura garífuna por los promotores y empresarios turísticos se inserta en la jerarquía social del sistema turístico y, más ampliamente, en la sociedad local y nacional, definimos la cultura como un conjunto de significantes cuyos elementos pueden ser utilizados de varias maneras conforme a los intereses de los distintos actores.

Por tanto, analizamos los usos de significantes folklóricos de manera interactiva y en diferentes niveles: en el espacio turístico, como espacio mercantil y espacio de circulación, ofrece al turista los signos consumibles de la cultura garífuna; en la sociedad local, provoca sentimientos de orgullo y de alienación generando una dialéctica identitaria y una tensión inter-étnica latente. Terminamos analizando sus implicaciones en la escena política nacional, ya que el « multiculturalismo oficial », (Peter Wade), se centra en la salvaguardia del folklore, que el Estado considera como recurso turístico. De ahí que la música, los bailes, hasta el color de la piel estén capitalizados por las élites económicas y políticas ladinas bajo argumentos de venta, objetos de curiosidad y recursos para el turismo.

La élite garífuna que se organizó en movimiento étnico desempeña un papel ambiguo: está consciente de la trampa de la folklorización empero concibe la patrimonialización iniciada con el apoyo de la UNESCO (quien declaro a la lengua, los bailes y la música garífuna ‘patrimonio oral e inmaterial de la humanidad’) y del ministerio de la Cultura como un medio para perpetuar tradiciones vinculadas al culto a los ancestros. Mientras los Garífunas siguen emigrando masivamente hacia Estados Unidos y que el ‘rastafarismo’ se difunde entre los jóvenes, intentan preservar una cohesión comunitaria a través del folklore. Sin embargo, la población critica la falta de acciones en los ámbitos económico y social.

Así como el exotismo del espacio turístico tapa la división étnica del trabajo que lo estructura, del mismo modo el multiculuralismo aparece como la ideología reproductora de la jerarquía socio-étnica estructural que pretende revocar. Identificamos la «reducción semiológica» (Jean Baudrillard) como la operación ideológica que permite la integración funcional de la cultura garifuna al orden social en el cual el turismo se encuentra encajado. Así se estudia el turismo como un « hecho social total » (Marcel Mauss) a partir del cual se puede analizar las inter-relaciones entre la esfera económica, cultural, y socio-política.

(Tomado de http://www.ird.fr/afrodesc/)

jueves, 25 de junio de 2009

La raza como problema*

Francisco Bosco

(Tomado del suplemento La Jornada Semanal No. 705, sept. 2008)


Caravaggio-Bacco-Jackson, imagen tomada de ShieldsNet.Org

Michael Jackson es el primer transracial de la historia. Claro que antes de él hubo negros que modificaron su apariencia queriendo hacerse blancos; los hubo, hay y habrá mientras exista un sistema cultural que crea en las razas y postule la superioridad de una sobre las otras. Antes del avance de las técnicas quirúrgicas y cosméticas, las modificaciones no eran tan drásticas, por lo menos desde el punto de vista de los resultados: los negros se planchaban el cabello para alaciarlo, se empanizaban la cara con polvo de arroz, se aclaraban el pelo. Limitándonos al mundo del showbizestadunidense, en la década de 1950 Little Richard se ponía polvo de arroz en el rostro, se pintaba las cejas y usaba bilé. Poco antes que Michael, su madrina de carrera artística –y después de desafectos–, Diana Ross, valiéndose ya de los avances de la medicina estética, se hizo cirugía plástica para afinar la nariz. Hoy, sin el menor asombro, vemos negras rubias como Mariah Carey o Beyoncé Knowles: rubias de cabellos lacios y rasgos finos.

Pero el sentido y, consecuentemente, el resultado de esas transformaciones es una especie de belleza negra con rasgos blancos, o lo que es lo mismo, una negritud atenuada. Esto revela la hipocresía a gritos del multiculturalismo contemporáneo: desde los dibujos animados japoneses donde los héroes son orientales de ojos como platos, pasando por la Miss Universo 2006, la puertorriqueña Zuleyka Rivera, hasta la estrella china Zhang Ziyi (la de El tigre y el dragón); lo que es evidente es que la belleza de todas las “razas” es admisible siempre y cuando esté mediada por rasgos occidentales europeos. En otras palabras, el japonés será tanto más bello cuanto más occidental y menos japonés fuere, y lo mismo con el negro, el chino, etcétera. En suma, el multiculturalismo estético es, en el fondo, la negación de la diversidad de las culturas.


El “rey del pop”, a los diez y los treinta años, respectivamente

Michael Jackson no es un negro que haya querido adquirir rasgos blancos para llegar a una ideal economía de la belleza negra atenuada. Sus intervenciones quirúrgicas y cosméticas se hicieron peculiares por su carácter infinito, cosa que lo llevó más allá de la norma estética. Michael no quiere adecuarse a un patrón; él no es, en los parámetros de la cultura estadunidense, bello. Su cuerpo lo colocó más allá de cualquier “raza” (él ya no es negro, ni blanco, ni mulato), allende el sexo, la edad o lo que fuere. La transracialidad de Michael Jackson es singular. En su caso, el prefijo “trans” no se refiere a una forma reconocible, ideológicamente adecuada, sino a un work in progress en cuyo límite lo que está en juego es la categoría misma de lo humano.

Dada su extrañeza, es de esperar que semejante transracialidad suscite molestia. Pero la relación de muchos estadunidenes con ese fenómeno se parece más al de una masacre. A Michael Jackson lo llaman agresivamente Wacko Jacko (algo así como “guácala-guacalón”), hay incontables sitios en internet dedicados a ridiculizar sus metamorfosis y su comportamiento idiosincrático. Fue acusado por primera vez de pedofilia en 1993 y, en 2003, nuevamente por diversos crímenes, todos vinculados a abusos sexuales de niños. En 1993 hubo un acuerdo extrajudicial con la familia del acusador (los montos nunca fueron revelados) que libró al cantante de ser procesado. En 2003, como suele suceder en la cultura estadunidense, la cual dramatiza sus asuntos fundamentales judicialmente (Margo Jefferson, de The New York Times, nota perspicazmente que el abogado defensor, famoso y dispendioso, es tan típico en la mitología estadunidense como el cowboy), Michael se vio involucrado en un telaraña de diez acusaciones y un demandante apodado Perro loco, y con su vida privada transformada en un espectáculo público comparable al escarnio de Judas a escala mundial. Al final del proceso en 2005, Michael Jackson fue declarado inocente de todos los cargos.


Jackson en su época actual

Se haya hecho justicia o no, es indudable que Michael fue juzgado no sólo por los supuestos crímenes de pedofilia, sino por su comportamiento en general. Por su género indefinido, ni hombre ni mujer; por su sexualidad incomprensible (no se sabe cómo fue a tener hijos, ni siquiera si de veras son suyos, ya que todos son blancos y, cuando Oprah Winfrey le preguntó en la famosa entrevista de 1993 si era virgen, declinó responder argumentando que “era un caballero”); por su reclusión radical, por sus complejos infantiles, por vivir en un parque de diversiones, etcétera, etcétera. Así las cosas, la supuesta pedofilia fue al mismo tiempo una acusación y un pretexto, un proceso y una sentencia, una venganza y una catarsis colectiva. Pero, ¿por qué semejante odio a Michael Jackson? A final de cuentas se trata de un genio indiscutible. Fusionó ladisco music con el soul y el rock; inventó un patrón corporal y creó el Moonwalk, uno de los pasos de baile más célebres, si no el más célebre, del mundo; revolucionó el lenguaje del video clip; posee varias marcas, entre ellas la del disco más vendido de la historia (Thriller, 50 millones de copias, aproximadamente).

¿Por qué un país puede llegar a odiar a un artista que tanto contribuyó a su cultura? Porque las personas no logran verlo como lo hizo el artista Keith Haring, quien en 1987, en una observación plasmada en su diario, manifiesta haber “mencionado su respeto por el intento de Michael Jackson de tomar la Creación en sus propias manos, para inventar a través de la cirugía plástica y la tecnología moderna una criatura no negra, no blanca, no masculina, no femenina. ¡Desplazó completamente a Walt Disney! Un fenómeno interesante, tal vez un poco atemorizante, pero que aun así es notable y, en cierto modo, creo que más saludable que Rambo o Ronald Reagan. Negó la finalidad de la creación de Dios y la tomó en sus manos siempre desfilando en la cultura pop estadunidense. Creo que sería aún mejor si llegase hasta las últimas consecuencias y se hiciese las orejas puntiagudas, se pusiera una cola o algo por el estilo. ¡Es sólo cuestión de darle tiempo y verán!” ¿Por qué, en última instancia, no dejarlo hacer con su vida lo que le dé la gana?

La razón del odio de muchos estadunidenses a Michael Jackson es su transracialidad. A diferencia de Beyoncé y de los demás casos de negros que quieren hacerse bonitos, es decir, blancos, o mejor, negros atenuados, Michael Jackson rechaza al mismo tiempo lo negro, lo blanco, la norma, la ideología y la cultura. Los negros wannabe, que desean disimular sus características raciales –como lo mostró Spike Lee en School Daze– merecerían el desprecio de los negros del black power, quienes orgullosamente quieren radicalizar los rasgos que definen su negritud. Se trata de un problema de autorrepresentación de los negros. Pero ni unos ni otros constituyen una amenaza a la ideología racista estadunidense. Los orgullosos de su negritud terminan apaciguando la sensación social del prejuicio (si tienen orgullo es, al final, porque la sociedad es “libre” y “abierta”), y los que quieren ser blancos confirman la ideología, la suscriben, no la enfrentan. Por si fuera poco, para bien de la hipocresía multicultural, exhiben cuerpos estéticamente adecuados, que brindan una impresión suavizada al conjunto, como si el resultado final de la negritud atenuada anulase el brutal prejuicio que está en su origen.


Michael Jackson a los cuarenta y cinco

Sin embargo, lo que Michel Jackson produjo no fue una belleza adecuada. No disimuló la nariz, adelgazó un poquito los labios ni se alació el pelo. No paró en eso. He allí el problema: su compulsión quirúrgica es la evidencia del prejuicio racial sobre su cuerpo. Su rechazo a la negritud es tan violento que no le permite parar nunca. Sucede que ese rechazo no es de él, es de la cultura estadunidense, es eso lo que el cuerpo de Michael Jackson no deja de expresar a gritos que nadie quiere oír. ¿Qué hacer entonces? Ridiculizarlo, despreciarlo, acusarlo, castigarlo, finalmente, arrestarlo. Cosa que significa reprimirlo, suprimirlo de la conciencia, quitar de enfrente ese cuerpo que tiene la fuerza de una revelación social insoportable. Un cuerpo que no tolera un residuo de negritud, pero que tampoco puede ser, propiamente, blanco, el color de la ideología que está en el origen de su mal. Es un cuerpo que no logra identificarse ni con el agredido ni con el agresor. Por eso no puede parar. Es un cuerpo sin reposo, sin identidad posible. De allí que la perspectiva de Keith Haring, aunque tiene la inmensa ventaja de no ubicarse del lado de la acusación, no logra ver la negatividad radical que impulsa las metamorfosis de Michael Jackson: su cuerpo no es afirmativo, pretende librarse desesperadamente de una violencia insuperable.


Sin cirugías estéticas, este sería ahora Michael Jackson. Recreación de The Daily Mail

En efecto, en cierto momento su vida se convirtió en la actualización permanente de una especie de trauma, ya fuese por compensación o por desesperado rechazo. Comenzó a trabajar arduamente a los cinco años. Entonces no es de extrañar que haya construido un parque de diversiones donde, según declaró, juega todos los días, pues no lo pudo hacer durante la infancia. Se identifica con personajes de la cultura estadunidense que fueron víctimas de un prejuicio cruel –como el hombre elefante, cuyos huesos intentó comprarle al Museo Británico– o que fueron astros minúsculos, como Macaulay Culkin, uno de sus “mejores amigos”. Pasó a vivir de los traumas del prejuicio y de la infancia sacrificada. Su vida quedó prisionera en ese tiempo irrecuperable; su cuerpo, atrapado en una mutación negativa. Haber entrado a los Jackson Five a los cinco años significó que Michael, como el Truman de Milos Forman, nunca conociera otra vida que la representación de su propia vida. La realidad para él es el mundo del espectáculo estadunidense. Se sumergió, sin filtros, en un sistema ideológico del que al mismo tiempo fue rey y víctima. El “rey del pop” fue sustraído enteramente por los valores del pop. El tiro le salió por el cañón y por la culata. Aun siendo un artista genial, su capacidad simbólica resultó nula. Su fragilidad es conmovedora. No pudo, ni siquiera ya consagrado, protegerse de los perjuicios de la cultura que produjo y que lo produjo. El éxito es en él proporcional al fracaso: cuanto más creaba ese mundo, más era victimizado por ese mismo mundo, las facturas siguen llegando hasta hoy y no van a dejar de hacerlo.

En la canción “ Black or white”, declara: I'm not gonna spend my life being a color(“no me voy a pasar la vida siendo un color”). Su trágica paradoja resulta de que cuanto más se reinventa, más se aferra a sí mismo, a su negatividad desesperada, y cuanto más intenta borrar las pistas raciales de su cuerpo, más se le torna la evidencia manifiesta no de una raza, sino de la raza como problema. Margo Jefferson, en su Para entender a Michael Jackson , dice que “el estado de Michael provocó la obsolescencia de las antiguas metáforas que acusaban a los negros de odiar su color”. Es verdad, el cuerpo de Michael revela un rechazo sin precedentes hacia la “raza negra”, mas por eso mismo, por la desesperación que lo llevó a la desfiguración, denuncia y demuestra el carácter profundamente racista de la cultura estadunidense y, en última instancia, es por traer eso a colación que el inmenso artista Michael Jackson es imperdonable.

*Este ensayo forma parte del libro Banalogias, Río de Janeiro, Editora Objetiva, 2007.

Traducción del portugués de Andrés Ordóñez

viernes, 19 de junio de 2009

Trasladarán indígenas al DF su movimiento contra la imposición de delegado de la Cdi

El Sur de Acapulco, 19 de junio de 2009. Zacarías Cervantes / Chilpancingo

Organizaciones indígenas del estado establecieron la noche del miércoles una alianza para realizar acciones conjuntas en contra de la imposición del delegado de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (Cdi) y la próxima semana se trasladarán a la ciudad de México para realizar acciones, “estamos seguros que vamos a regresar con la cabeza de Luis H. Álvarez en las manos”, dijo uno de los dirigentes del movimiento, Marcelino Díaz de Jesús.
Mientras tanto, ayer recibieron en el plantón que mantienen afuera de las instalaciones de la Cdi la solidaridad de integrantes del Movimiento Nacional por la Defensa del Petróleo, encabezados por César Núñez Ramos e Iván Hernández.
Marcelino Díaz de Jesús Informó que la noche del miércoles se reunieron los integrantes de la Coordinadora de Pueblos Indígenas con los de la Convención Estatal Indígena y que acordaron establecer una alianza para realizar acciones conjuntas en contra de la imposición que la dirección nacional de la Cdi pretende hacer en la delegación de Guerrero.
Informó que por lo pronto acordaron trasladarse a la ciudad de México la próxima semana, sin levantar su movimiento de Chilpancingo y que la idea es presionar directamente en la dirección nacional para que se realice una consulta para la designación del delegado de esa dependencia federal en Guerrero.
Por su parte, Melquiades Policarpo Martínez, otro de los dirigentes del movimiento, dijo que la alianza entre la Coordinadora de Pueblos Indígenas y la Convención Estatal Indígena, aquella encabezada por el ex delegado de la Cdi, Pedro de Jesús Alejandro, es para luchar de manera conjunta por una sola demanda: Que se consulte a los pueblos indígenas con respecto a la designación del delegado.
Anunció que al contingente que se trasladará a la ciudad de México se prevé que asistan unos mil 500 de sus compañeros indígenas y que para ello se ha iniciado la jornada de brigadeo en todos los pueblos indígenas.
En tanto, Marcelino Díaz de Jesús informó que el miércoles la Cámara de Diputados federal dio entrada a un punto de acuerdo que será enviado a la dirección nacional de la Cdi, a fin de que se realice una consulta para designar al delegado de esa dependencia federal en Guerrero. Agregó que el documento fue enviado a la Comisión de Puntos Constitucionales, Gobernación y de Justicia y que seguramente el miércoles de la próxima semana.
Díaz de Jesús señaló que el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo envió una carta el gobernador Zeferino Torreblanca, para que emita un pronunciamiento con respecto al movimiento de los indígenas de su estado que se están oponiendo a la imposición de Gonzalo Solís Cervantes como delegado de la Cdi.

domingo, 14 de junio de 2009

La “empanización” de la CDI

Marcos Matías Alonso

Desde el nombramiento, en diciembre del 2006, de Luis H. Álvarez (LHA) como titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), la institución se convierte cada día en una instancia para la promoción electoral del PAN. Para nadie es un secreto que LHA pertenece a la casta de notables de los “blanquiazules” de alcurnia. Su estirpe panista data de hace muchas décadas.

La amplia hoja de vida de LHA habla por sí misma: ex candidato a la presidencia de la república y a la gubernatura de Chihuahua por el PAN. Sus aspiraciones políticas fueron atajadas por los candidatos del PRI, quienes sepultaron su pretensión de llegar a los Pinos y Gobernar Chihuahua, su estado natal. Ha sido presidente y líder vitalicio del Comité Ejecutivo Nacional y ex Senador de la República. ¿Alguien puede dudar de su prosapia panista? ¿Alguien puede dudar que la doctrina panista no impregne a la CDI con un hombre prominente del panismo nacional?

El segundo hombre que capitanea las decisiones de la CDI es Xavier Antonio Abreu Sierra, candidato del PAN a la gubernatura de Yucatán en el 2007. Ivonne Ortega, candidata del PRI y actual gobernadora de ese estado, cortó de tajo los sueños políticos de X. Abreu, quien desde su derrota electoral del 2007 se refugió en la CDI como jefe de la Unidad de Coordinación y Enlace. Tanto LHA, como X. Abreu, saben la importancia del voto rural-indígena y su estrategia es expandir el mercado electoral del PAN desde la CDI hacia las regiones indígenas de México.

El PAN tiene alta prioridad de propagar su mercado electoral hacia el centro y sur de México. También han reclutado algunos cuadros de origen indígena. Por ello, en la estructura nacional de la CDI incorporó a Prisciliano Jiménez Rosales (PJR), originario de la región de Uruapan y alcalde interino por el PAN en el 2004 en ese municipio. Desde su nombramiento como jefe de la Unidad de Planeación y Consulta, varias voces declararon que PJR es “un auténtico desconocedor de las reivindicaciones indígenas…, no lo conocemos y no tiene ningún trabajo con nuestros pueblos”. Sin embargo, la CDI lo muestra como parte de su rostro indígena en la institución. Un rostro panista con silueta indígena y una sombra purépecha lejana. Por cierto, desde el mes pasado PJR afronta una denuncia en la PGJDF por abuso sexual y su caso se está turnando a la Secretaría de la Función Pública para reclamar su inhabilitación como funcionario en la CDI.

Con la CDI en tiempos del PAN estamos en el esplendor del tiempo de la usurpación panista en una institución que debe tener la noble misión de trabajar con y para los pueblos indígenas de México.

En la mayoría de las delegaciones estatales de la CDI se impulsan relevos institucionales. El gobierno federal y el PAN quieren ganar terreno en las regiones indígenas del país y se montan en las delegaciones de la CDI para promover su estrategia política y cautivar el mercado electoral del voto indígena. Veamos algunos ejemplos:

Lorenzo Ledezma González, delegado de la CDI en Baja California, denunciado por indígenas por condicionar apoyos institucionales a grupos que pertenecen al PAN. Mario Eberto Javalera Lino, delegado de la CDI en Chihuahua, con abierta militancia en el PAN y funcionario en el gobierno en la administración de Francisco Barrio Terrazas. Jesús Caridad Aguilar Muñoz, delegado de la CDI en Chiapas, militante panista con influencia partidaria en la región de San Cristóbal de las Casas. Pedro Barrera Pérez, delegado de la CDI en Michoacán, activo militante y miembro del Comité Ejecutivo Estatal del PAN. Concepción Rueda Gómez, delegada de la CDI en Oaxaca y reconocida militante del PAN en ese estado. Anahí Romero Alonso, delegada de la CDI en Puebla, con vínculos a nivel estatal y federal con el PAN. Diana Mercedes Canto Moreno, delegada de la CDI en Yucatán, reconocida militante del PAN en ese estado. Fidel L. Giménez Valdés, delegado de la CDI en Morelos, quien con su propia voz afirma: “yo nací en el PAN y trabajo para mi partido”, Guillermo Álvarez Nicanor, delegado de la CDI en Guerrero, indígena propuesto por los pueblos y organizaciones indígenas de ese estado.

En la mayoría de los relevos institucionales hubo diversas protestas e inconformidades por parte de los consejeros indígenas de la CDI, trabajadores sindicalizados y los propios pueblos y comunidades indígenas. Oaxaca, Guerrero y Puebla, son los estados donde se han vivido situaciones de mayor conflicto social. El descontento ha sido apagado con la cooptación, división de los reclamantes, ofrecimiento de beneficios económicos, la gestión de proyectos comunitarios de los quejosos y un sinfín de mecanismos para disipar el reclamo y garantizar la permanencia de delegados panistas en la CDI.

A finales del 2007, Guerrero se convirtió en el único estado en donde los representantes indígenas se movilizaron para detener la imposición del delegado. La representación indígena convino acuerdos con los directivos de la CDI para organizar la Convención Estatal Indígena (CEI) y asumieron como compromiso que desde esta instancia surgiría la terna para elegir al nuevo delegado. Asimismo, quedó definido el perfil: ser de origen indígena, guerrerense, con trayectoria reconocida y experiencia en la administración pública. En el contexto de esta experiencia inédita, el 5 de noviembre del 2007 se nombró a Guillermo Álvarez Nicanor, como delegado de la CDI en Guerrero.

Un año y medio después, la CDI vuelve a repetir el mismo error del 2007, al querer imponer, una vez más, a un delegado originario del estado de Yucatán y destituir a un servidor de origen indígena. Los pueblos y comunidades indígenas se sienten agraviados por una decisión institucional que los ignora y no los toma en cuenta. Ratifican que el PAN los considera como menores de edad y sin capacidad para dirigir las instituciones que en su nombre se han creado.

Diversos representantes de los pueblos indígenas se han movilizado a las oficinas centrales de la CDI en el DF, casi diez días mantienen tomada la oficina de la CDI en Chilpancingo, y una semana tomadas las oficinas regionales de la CDI en Tlapa, Chilapa y Ometepec. A la Secretaría de Asuntos Indígenas la ven como la responsable desde donde se fraguó la propuesta de Gonzalo Solís para sustituir a Guillermo Álvarez.

El pasado 28 de mayo, el Dip. Victoriano Wences Real, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas del Congreso de Guerrero y el suscrito, convocamos a Luis H. Álvarez, Director General de la CDI, hacer todos los esfuerzos necesarios para encontrar una solución pacífica y perentoria del conflicto que se ha desatado en la CDI-Guerrero. No hubo ninguna respuesta de nuestra comunicación.

Por si fuera poco, el 4 de junio del año en curso, el Congreso del Estado suscribió el Acuerdo Parlamentario que señala textualmente: “…exhorta respetuosamente al Ciudadano Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos para que instruya al ciudadano Luis H. Álvarez Álvarez, Director General de la CDI, para que en el marco de sus atribuciones consideren y en estricto apego al Derecho de Consulta y Participación que les asiste a los indígenas, se abra inmediatamente el proceso de consulta para que a través de ésta se designe al nuevo delegado de la CDI en Guerrero”. Tampoco ha habido respuesta al exhorto del poder legislativo local.

La pasividad e indiferencia de Luis H. Álvarez menosprecia no sólo a los pueblos y comunidades indígenas, sino a los propios legisladores del Congreso local. Aún es tiempo de tomar las mejores decisiones y evitar la radicalización de la protesta de los pueblos. Sólo se necesita establecer una Mesa de Diálogo para organizar el mecanismo de la consulta y participación indígena. Por lo visto, Felipe Calderón y Luis H. Álvarez no están dispuestos a ceder y conceder los derechos más elementales de los pueblos indígenas.

sábado, 13 de junio de 2009

La misma discusión, segunda parte...

Caracol escribió:

Hola...nda:

Participo desde este balcón del Bajío nomás por ocioso y porque una banda de música de viento que celebra el 48 aniversario de la Facultad de Contabilidad de esta pequeña universidad, que mal llaman la Casa de Hidalgo, justo antes de que venga el secretario de la función pública y el lider nacional del pan a dar una "Conferencia Magistral" sobre alguna mamada.
Por qué este preámbulo? Porque justo cuando nos peleamos los señores del poder nos meten la ñonga; hace dos meses la gente de Santa Fe de la Laguna, pueblo originario y utopía materializada de Vasco de Quiroga celebraba que por fin tendrían secundaria, regalaron unos terrenos en disputa con los vecinos de Quiroga, el antiguo Cocupao, de donde es el líder nacional del Pan, amigo del afrodescendiente pelón y de lentes que nos gobierna. Felices estaban los p'urhépecha cuando se dieron cuenta que dichos terrenos fueron a parar a manos de los LEGIONARIOS DE CRISTO, o los Pederastas de Maciel (que así se les conoce en otros círculos), quienes les van a enseñar inglés, computación y a doblar las rodillitas y no para fregar los pisos, o tal vez después.
Así que, luego de reformas constitucionales impulsadas por el Pan, en 16 estados, que penalizan el aborto después de un ataque sexual (que hace años se reconocía como atenuante para una práctica que en nuestro país se considera como "atentado a la vida", en el discurso del PAN) y de que se llevaron a la mitad de los presidentes municipales de mi estado Michoacán (aunque para ser justo, diré que les faltó la otra mitad, porque en el Bajío también hay narcos, eso si muy devotos de Cristo y pagan su mordida a monseñor Íñiguez, quien lava dinero y conciencias).
Bueno, en ése marco me entero que un grupo de personas de la Costa, que se habían separado por diversos motivos lograron por fin ponerse de acuerdo para iniciar un camino arduo que tiene fines disímbolos y complementarios, un reconocimiento constitucional que permita re-conocernos a todos los mexicanos como diversos e incluir el aporte de los africanos a esta rica "olla podrida" que son las culturas regionales; pero además, para que eso inmaterial se vuelva en política pública obligatoria del Estado mexicano y garantice atenuar la situación de algunas personas en esa región de México.
Feliz estaba cuando escucho a Eduardo, y me pregunto si ¿eso de las visiones en blanco y negro (en lo moral) no pueden ser superadas? ¿Acaso los hombres no cambiamos? ¿Los dinereros siempre seremos dinereros? ¿Los arribistas siempre seremos lamegÜevos? ¿No hay la posibilidad de cambiar? ¿De adquirir conciencia de razones superiores?

Es curioso que hablemos tanto de los estereotipos y "luchemos" contra ellos, pero nos "mostremos" "tan puros" (o cuando menos así nos imaginamos)y no podamos darles el beneficio de la duda a aquellos que hacen cosas distintas a las nuestras; desviados, pero con buenas intenciones; se preguntará ¿Cómo se reconocen éstas? ¿Acaso la labor del PAN a favor de la vida o la visión de educación que tienen los Legionarios de Cristo no son válidas? El problema está en el diálogo abierto que evite, en lo posible, los prejuicios que nos dominan y que tienda puentes; puedo decirles que las acciones de las derechas en el Bajío no son incluyentes, no se dialogan sino que se imponen, porque esto es bueno para los "indios" no les preguntamos y ahí tienen su secundaria que ellos querían fuera un espacio para seguir hablando su lengua materna y ahora resulta que ni siquiera les va a enseñar en "castilla" jjajja, pa qué si van a ser recepcionistas y mucamas de hoteles en Pátzcuaro.
Si en este grupo y foro pretendemos ser diferentes, es decir, abiertos e incluyentes, es necesario que enfrentemos la crítica y para que esta sea válida debe acompañarse de la acción. Si yo digo ¡Esto no esta bien! entonces debo acompañarlo con el trabajo que muestre cómo debe hacerse correctamente.

Saludos a todos y todas, de cualquier color y edad, que compartan la necesidad de construir una sociedad incluyente.

El mulatococho
* * *

E. Añorve respondió:

Ese Cocho:

Ya lo habíamos platicado, antes de que te cambiaras de nombre… Pero el asunto tiene varias aristas, y comienzo por la de la ética sin grises. Pos así como lo pintas, Cocho, de seguro que hasta Ulises tiene remedio, nomás es cosa de darle chance, al pobrecito, pues como un hombre que es tiene derecho a cambiar, a adquirir conciencia por razones superiores. ¡Salud!, pues, y alcemos una manquesea de coñá, de esas que regala Mario El PiPoPe para festejar el advenimiento de los transformados por órdenes desque más de hasta allá arribotota. Aplaudo la propuesta: concedamos el beneficio de la duda a los arribistas (claro, a Ulises y a Mario, por ejemplo y por ya mencionados, y añado a uno de Michigán, Mich, pa no desentonar: Calderón), a los dinereros y a los lamegüevos (no creo que eso haga éste con el negro del Norte). Mientras se componen los vatos, pasemos a la segunda.

Eso de contar negros no es cosa halagüeña, y más si lo hace el Inegi (chidos para manejar los números, ¿no?) y la Conapred y la Cdi (tan bien representados como dirigidos ambos, y en beneficio siempre de los discriminados y de los pueblos indígenas, pa qué quesque más que la verdá). Pero acá entre nos, lo primero que tenemos que reconocer es que no tenemos representatividad: todos los grupos que decimos decir tanta palabrería acerca de reivindicaciones de la raza o de los negros o de los afromexicanos o de los afromestizos o sepa el sereno, no tenemos representatividad, no somos capaces de convocar ni a nuestra propia familia a un mitin por la defensa de los derechos de los que no los tienen. Somos puros faroles, lumbreras de la calle y oscurana de nuestras covachas. Por esa razón, iniciativas como la del reconocimiento constitucional de los derechos, ecéctera, ecéctera, y de petición de una lanita para los pobrecitos pobres negros discriminados, están destinadas al fracaso: no tienen consenso de quienes serían sus supuestos beneficiarios, son ilegítimas, son inmorales, además. Y ya amachado en mi moral sin grises: ¿tenemos que pedirle a Ulises o Calderón que hagan lo tal? ¿No tenemos memoria histórica inmediata, no tenemos dignidad, no tenemos vergüenza? ¿A poco, de verdá, en serio, la neta y desde cuándo la ley se respeta en este país, desde cuándo lo escrito en la Constitución ha sido y es una obligación para el Estado o para qué gobierno? Sospecho que yo vivo en otro país, en el cual a los señores del poder les valemos menos que ñonga, y se pasan ese rollo del estado de derecho por donde se les antoje.

Lo dijo Misael, lo retomo: Creo que es por ahí donde las organizaciones sociales de los llamados, pomposamente, pueblo negros, deben de trabajar para terminar con estas lacras y decirle no,!NO¡ a la expresiones culturales que fomenten la discriminación de siempre, así sean las mas "autenticas", las "muy propias" y como le quieran llamar, con todo lo negro que sean, por ejemplo, el más a la mano: "la minga" de los diablos. Esto en gran medida ayudaría a la reflexión propia y colectiva, como individuos y como organizaciones, para dejar de reproducir estos patrones culturales, quien sabe de qué raza, pero si propios de una dominación machista que se "enseñora" por nuestro rumbo.

El pedo está entre estos pueblos, y no en el Congreso ni en los gobiernos, sean ejecutivos, legislativos y menos judiciales. Porque justo cuando quieren hacernos pelear para meternos la ñonga, los señores del poder maicean a uno que otro jambao, de esos que dices que hay que darles chance para que se compongan, para que el perro que ha comido güevo ahora coma bramilla y el tigre se haga vegetariano. Cosas veredes. Mas en fin, ya me despido de esta carrera afamada: no existe unidad porque tenemos intereses distintos. Por mi parte, ni güesero soy como pa andar componiendo a los descompuestos; yo lo único que digo es que pa qué dicen que no si sí…

Atentamente Yo, que ni de nombre sé cambiarme.

Eduardito

lunes, 8 de junio de 2009

Una discusión sobre un tema y opiniones diversas: cosa de negros...

Correo originario (se respetan redacciones):

QUE TAL AMIGOS:

Recientemente el 24 de mayo del 2009, las organizaciones que desde hace algùn tiempo han venido pugnando por el reconocimiento de los derechos del Pueblo Negro: (MÈXICO NEGRO A.C., AFRICA A.C., PÙRPURA A.C.) Y el Programa Universitario Mèxico Naciòn Multicultural -UNAM, decimos integrarnos en una RED DE ORGANIZACIONES DE PUEBLOS NEGROS DE OAXACA Y GUERRERO cuyo eje principal sea establecer estrategias para lograr el Reconocimiento Constitucional de los Pueblos Negros,Polìticas Pùblicas y proceso censal.

Consideramos pues, que sòlo con la uniòn de voluntades podemos lograr nuestros objetivos, no podemos estar caminando aislados, duplicando esfuerzos, cada una de las organizaciones haciendo actividades sin coordinaciòn con otros grupos, pues finalmente,el deseo es el mismo.

Y ante la sugerencia vertida por Heladio Reyes durante el FORO AFROMEXICANOS celebrado en Josè María Morelos, con respecto a la unificación de organizaciones, se consolida esta RED.

Si bien nace esta RED con 4 Organizaciones, queda abierta para que Organizaciones, Institutos, acadèmicos y personas interesadas sean parte de esta RED.

Por consenso, la coordinaciòn del primer año de la RED recae en Sergio Peñaloza, Presidente de MÈXICO NEGRO.

Esperamos fervientemente, que màs grupos y personas se unan a este esfuerzo, cuya unica motivaciòn es el Reconocimiento Constitucional del Pueblo Negro de Mèxico.

La reuniòn se llevòa cabo en CAFÈ ADOBE, un cafe que se ha venido conviertiendo en un espacio cultural y cuya propietaria Danny Stek ademàs de ser excelente anfitriona, es una magnifica escitora.

Participaron en esta reuniòn:

Mèxico Negro A.C.............Representado por Sergio Peñaloza

AFRICA A.C................ ....Representado por Israel Reyes Larrea

PÙRPURA A.C ............Representado por Francisco Ziga

PUMC-UNAM.........Representado por Nemesio Rodriguez

En respuesta, Eduardo Añorve escribió:

No le hagan a la mamada, si quieren una feria yo se las presto, aunque no la devuelvan...


Y vinieron reacciones varias:

Uno de los mayores problemas para toda la raza durante toda nuestra historia han sido una parte importante de nuestras propias actitudes. Si bien pudiera decirse que muchas de las malas ondas las heredamos de los que se inventaron como "amos," no todo nuestro comportamiento puede ni debe serles adjudicado.

Las rencillas y pugnas locales; las broncas por el poder o no poder; ni las territorialidades deben de ser utilizados para desrielar los esfuerzos y logros que sean de beneficio general. La comunicación debe buscarse y lograrse.
Aunque si debo de reconocer que el lenguaje nuestro, creador de realidades propias y el sentido del humor, me han hecho pasar un rato agradable.
Marco Polo Hernández Cuevas

* * *

Estimado Marco:

Ojalá y bastaran las buenas intenciones y las palabras hermoseadas para solucionar las cosas o, cuando menos, para comunicarse: de todas formas, la realidad tiene otros derroteros, muchas veces fuera del alcance de uno. Y no se requiere tanta ciencia para mirar cómo somos capaces de comportarnos para obtener y mantener nuestro coto de poder. Las rencillas, las pugnas locales, las broncas por el poder o no poder son parte de un proceso de comunicación que pudiera parecer áspero e inapropiado, pero los comportamientos obedecen a intereses y conveniencias, y condicionan el quehacer diario. Le recomiendo, por ejemplo, que estudie el origen y el desempeño de organizaciones como México Negro, A. C. para entender qué tan rentable puede ser este discurso de organización de los negros (término que, por lo menos, adolece la roña de ser racista, y pongo por testigo estos cinco siglos pasados de mestizaje en México), rentable y utilitario. Sé que es obligación del Estado, y sus gobiernos, reconocer la existencia de sus múltiples culturas, incluida la afromexicana; pero también conozco la historia reciente y no creo que sea por la vía de pedirle chiche a los panistas de la Conaprep y del Inegi o a los priístas del gobierno estatal de Oaxaca (sobre todo si apellidan Ruiz y tienen entre sus manos sangre fresca –utilizo una figura, Marco, para referirme a la represión perpetrada en estos últimos años–, aunque se digan demócratas y defensores del estado de derecho y más barbaridades).
Son procesos que tenemos que vivir, señor. Son procesos que tienen que vivir nuestros pueblos. Y le hago algunas preguntas: ¿Conoce el poder de convocatoria de las tales organizaciones? Es decir: a la gente de la calle, ¿en realidad le interesan estos problemas y seguirán a quienes dicen representarlos para cambiar esa invisibilidad que, incluso, se ha interiorizado por atender la falacia que propuso hace siglos que el color de la piel es señal de inferioridad? Vuelvo a preguntar: ¿Bastarán los discursos y los foros y encuentros para modificar condiciones impuestas por tantos siglos por aquellos que se inventaron y fungieron como amos? ¿Conviene pasar de un racismo impuesto por los amos a uno propuesto por los esclavos? ¿Venganza racial? Que responda Condoleezza.
No creo que tengamos que pedirle al poder que nos dé migajas. Vea usté: existen 64 etnias reconocidas (el número es improvisado, no lo conozco en realidad, lo utilizo como ejemplo solamente), para las cuales se destinan cien mil millones (de nuevo invento o especulo); repartidos estos entre aquellos se produce un número x. Si aumentamos las primeras a 65 (p. ej.), el número x disminuye en alguna proporción. Iba a razonar, pero prefiero una anécdota: En la Puebla gobernada por Manuel Barlett se preveía que el PRD ganaría cierto distrito electoral; el gobernador, enterado del asunto, preguntó que cuántos grupos existían en ese partido; le respondieron que tres; él ordenó que les regalaran dos camionetas; y en tanto disputaban por ver quiénes se quedaban con ellas, se los chingaron en las elecciones. Es curioso ver cómo el Estado mexicano, con este aparente reconocimiento de nuestra multiculturalidad, nos divide, siendo que el 90 por ciento de nuestros problemas son los mismos: nos dominan los mismos “amos” (podría anotar elite o clase o grupo social o económico, en fin). Así las cosas, aunque han transcurrido cinco siglos de mestizaje intensísimo entre amuzgos, mixtecos y afrodescendientes (me refiero a la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, y sigo generalizando para mejor ilustrar esta idea, que tendría que ser matizada), seguimos hablando de negros, como si nuestras abuelas o madres o bisabuelas (y al inverso, en masculino) no hubiesen sido mixtecas o amuzgas o triques o nahoas o zapotecas o tlapanecas o etc. Es decir, desdeñamos la interculturalidad, siguiendo la idea del Estado. En fin.
No lo cansaré con tanta palabrería, pero uno se conoce y entre negros no nos medimos las riatas porque ya se sabe quién es el que la tiene más grande, pues, y ni presume. Quiero decir que están atrás de nuestras palabras nuestras prácticas políticas y es fácil ver cómo con este tipo de proyectos se persiguen fama y prestigio, dinero, espacios de poder y no la reivindicación de nuestros pueblos, negros y no tan negros o ni siquiera negros. Por cierto, escribí una carta sobre el tema de los censos y puede usté consultarla en el sitio http://eltapanqo.blogspot.com/.
Reciba mis saludos.

Eduardo Añorve

* * *

El proceso de los pueblos negros de México, sigue y seguirá adelante por el esfuerzo nuestra gente que si bien no tiene esos grandes dotes de conocimientos científicos para manejar tanta palabreríaaaaaaaaaaaa y tiene la idea e intensión de lograr un mejor pueblo... gracias por tus grandes logros eduardo, gracias por tu gran intelectualismo que tantos frutos ha rendido a nuestra costa chica... pero por favor déjanos continuar es estos intentos para tí fallidos, pero que el menos a nosotros nos dan la certeza de que aquí estamos y algo estamos haciendo por sentirnos vivos...

Rodolfo Prudente Domínguez

* * *

Mi muy dizque prudente enemigo mío, si usté gusta me bajo los calzones. ¿Yo lo detengo, detienen mis [léase con ironía] “grandes logros”, mi “gran intelectualismo que tantos frutos ha rendido a nuestra costa chica” el impetuoso e indetenible avance de la revolución negra en estos rumbos, la cual ustedes encabezan? Lo único que digo es que si uno utiliza estas causas para engañar y robar a los pueblos que dice querer convertir en mejores, uno es inmoral y se ubica al mismo lado que los Ulises o Felipes aunque sean de Jesuses. ¿Es ético que alguien como Glenn, por ejemplo, o Sergio Peñaloza, por ejemplo, para hablar de gente que tú conoces como a tu izquierda mano, prostituyan líderes y jóvenes bajo el supuesto de que trabajan por “lograr un mejor pueblo”? ¿Recuerdas, por ejemplo, cómo los luchadores de México Negro defendieron a uno de los suyos que intentó manosear –por decirlo con suavidad– a una compañera que dormía en aposentos que ellos mismos le proporcionaron? ¿Eso es también forma parte del proceso de los pueblos negros de México? Por cierto, ¿la gente del pueblo es tan pendeja que no puede entender o distinguir entre palabrería y verdades? Por cierto, tú, un estudioso de las cosas de la iglesia –filósofos, se dicen–, ¿no es parte de esa “gente que si bien no tiene esos grandes dotes de conocimientos científicos para manejar tanta palabreríaaaaaaaaaaaa y tiene la idea e intensión de lograr un mejor pueblo”? Y no me agradezcas, que tus palabras suenan más falsas que 30 monedas y mira que Dios –el católico–, tu Dios, por supuesto castiga a los que creen en él. Y no muérdaste la lengua cuando utilices la palabra intelectual, que me gustas más cuando razones e inteliges.

Saludos de Yo-Mismo.
PS: Por cierto, una de las señas del facismo es que condena el pensamiento divergente...

Eduardo Añorve

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Estimado Eduardo:

mil gracias por tu amplia respuesta. Entiendo tu encono. Particularmente respecto a las personas y partidos políticos que mencionas. ¡Qué triste ha sido la historia de nuestra parte del universo!
Pero que chingón es ser mexicano y descendiente de las naciones originarias, africanos, asiáticos y hasta curros (aunque ástos últimos no nos reconozcan las más veces).
Insisto que debemos buscar y encontrar los canales de comunicación. Si se puede carnal.
En mi tercer libro Africa en México: una herencia repudiada (E. Mellen, 2007) escribo un capítulo intitulado "El Signifying chango que chinga en Chin-Chin el teporocho". Esa parte de mi trabajo aborda, en gran parte, eso de la ñonga y los orígenes étnicos y linguísticos de esa forma de ver al mundo y anunciarlo.
No estoy empado de los conflictos actuales locales de la Costa Chica, pero no soy ageno del todo a éstos y en particular a su historia colonial. Lo que si conozco con cierta profundidad es la historia de la invisibilización de la raza durante la época que he denominado "la fase cultural de la Revolución Mexicana, 1921-1968".. Mi primer libro se intitula African Mexicans and the Discourse on Modern Nation (Los africanos mexicanos y el dicurso de la nación moderna) U P of America, 2005. Mi segundo Africa en el carnaval mexicano (Plaza y Valdés, 2005). Mi cuarto se intitula tentativamente . E. Mellen Press lo publicará este año.
Contrario a Aguirre Beltrán y Martínez Montiel (y otros) al famoso "mestizaje" lo expongo como la africanización de nuestros pueblos. Reconozco las contribuciones fundamentales de nuestras primeras naciones, las contribuciones asiáticas y las europeas asimismo. Me concentro y surayo lo africano porque esto es lo que ha sido mayormente ignorado y hasta negado por nosotros mismos al través de los siglos. Los gueros nos marcaba por una gota de sangre africana como impuros o infames (sin fama por conseguir), castas o descendientes de africano/a. Nunca podrías ser hidalgo. Siempre seríamos hijos de la chingada con innumerables marcas que al fin y al cabo servían de filtro.
Los españoles que llegaron a Abya Yala (lugo nombrada América) no eran menos "mestizos" o sambucos (cambujos si se quiere) que los "fulanies" o los "tuaregs", "marroquíes" "acanos", "yoruba" , "suahilies" y otros. Habría que recordar que el ser humano es una sola especie y "raza" con multidudes de etnias o entendimientos del universo. La palabra "mestizaje" como es utilizada en México y otros lares implica "pureza" de sangre; lo cual es una aberración en donde todos los seres somos de la misma sangre humana.
Respecto a lo que indiqué en mi correo anterior, les recomiendo que busquen la comunicación y en conjunto laboren para el beneficio de todo el mundo. Estamos en contacto. un fuerte abrazo,
Marco

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Ok, amigo Eduardo (yo no conozco enemigos)...

En horabuena y muchas felicidades por su pensamiento divergente... pero creo que cuando ese pensamiento divergente florecer siempre ante cualquier tarea, intento o acometido por parte de determinada persona, grupo, etc. ya le llamaría rebeldía sin causa, generada en la mayoría de las ocasiones, por algunas frustraciones o sentimientos reprimidos...
y por favor, no me concidere tu enemigo... en uno de estos Dios lo busco por ahí en Cuijla pa platicar un rato...

Rodolfo Prudente Domínguez

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APRECIADOS INTEGRANTES DE ESA RED

Recuerdo los señalamientos en la ciudad de Oaxaca, pero dijera un buen amigo, serìa divagar en situaciones

contrarias que abrirìan causes adversos.

Es bueno abrir vereda, solos o acompañados, da igual, a veces existe la necesidad de caminar firmemente sin intereses de protagonismos, mucho menos que afecten nuestros ideales, no es posible denunciar la falta de espacios recreativos y acusar que los jòvenes se refugian en el alcoholismo y las drogas cuando uno mismo es promotor del alcohol y sus desmadres.

Espero que esas cuantas organizaciones logren lo que otras cuantas queremos lograr tambièn, defendiendo los derechos econòmicos, polìticos, sociales y culturales.

Fil. ISIDRO RAMÍREZ LÓPEZ

* * *

Amigo mío, no se puede hablar de alcoholismo con uno que no es alcohólico (digo, ya se sabe que no cuenta el vino de consagrar)... Y recuerde que todo protagón requiere un antagón (aunque se disfrace de Chimoltrufia).

Eduardito.

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Sr. Eduardo Añorve;

Me queda claro por la forma en que termina su carta, que a final de cuentas, aunque suponga que desdeñamos la interculturalidad de nuestro país, finalmente termina usted por incluirse en “esa multiculturalidad que nos divide; impuesta por el Estado”. Pues citándolo “ después de tanta palabrería” , a la hora de medirse las riatas termina asumiéndose como negro y presume, sin presumir, que la tiene grande. Perdón, pero, Me no comprenderrrrr. Porque leyéndolo detenidamente entendí; que usté no compartía el hecho de buscar el reconocimiento del Pueblo Negro, en primera porque ya ni negros son, (con el tiempo, resultado de tantos revolcones interraciales, se tornaron matizados) y en segunda, porque lo único que tenemos que reconocer después de 200 años de historia como país independiente; es que somos mexicanos. Yo le digo a usté con todo respeto, que no tengo riata que medirme, pero como mujer costeña me sobra valor para decirle, que lo que se me hace “una mamada” , citándolo nuevamente, es que usté se atreva a descalificar injustificadamente el esfuerzo, de éste grupo de personas. Puedo entender, que en el caso de México Negro A.C. haya muchas cosas por explicar. Lo que se me hace injusto es su falta de criterio para otorgarles a todas las organizaciones y personas de esta RED, la misma calificación.
Es triste y lamentable que una persona con la capacidad de raciocinio que usté tiene, con la manera tan inteligente con que argumenta sus exposiciones y con el conocimiento tan profundo que parece tener sobre nuestro país, desperdicie sus energías minimizando el esfuerzo de otros. Debo entender que a usté, el Estado y la Sociedad o la gente con la que convive o interactúa cotidianamente, lo han dejado con una gran frustración porque suenan a desesperanza sus palabras; “ Ojalá y bastaran las buenas intenciones y las palabras hermoseadas para solucionar las cosas o, cuando menos, para comunicarse: de todas formas, la realidad tiene otros derroteros, muchas veces fuera del alcance de uno.”
No obstante, debo reconocer que coincido con usted, a los habitantes de esta región nos constituye algo más que la herencia genética de una raza: somos el resultado de años de historia, de coincidencias y desencuentros y por eso, somos tan complejos. Esta complejidad es nuestro punto real de convergencia, el verdadero color de nuestra piel, nuestra única y verdadera carta de identidad. Ni el negro es tan negro, ni el indio tan indio, ni el mestizo es tan mestizo, todos somos simplemente costeños, compartimos esta hermosa tierra y somos el resultado de un préstamo constante.
Pensar en términos de conteos por color, o por raza o grupo étnico es efectivamente discriminatorio, y una práctica racista.
Leí su carta sobre el Censo y coincido nuevamente con usted; cuando cita a Morelos: lo único que debe distinguir a un individuo de otro es su vicio o su virtud.
Entiendo que en algunas ocasiones podamos discernir de las opiniones o propuestas de otras personas, pero hay de formas a formas para manifestar nuestras diferencias, la manera en que usted lo hizo no me pareció la más adecuada.

Mi nombre es Daniela Steck
Baños y estoy a sus órdenes.

* * *

Srita. Daniela Steck:

No señorita, yo soy de los de las chiquitas, y ni vergüenza me da, porque no ando de ofrecido... Pero me ando adelantando; mejor procederé punto por punto:
1.- Mi argumento es que cuando se plantea la inclusión de los negros se apela a la multiculturalidad, pero se desdeña la interculturalidad; creo que el Estado mexicano (construido también por afrodescendientes que lucharon por mestizarse o ser mexicanos después de siglos de discriminación o porque solamente les reportaba mejores condiciones de vida) procura que se promueva la diferencia (multiculturalidad) antes que la coincidencia (la interculturalidad), por ello creo que uno de los pies que hace cojear muchos proyectos (y acabo de escribir algo similar sobre el proyecto de la Universidad de los Pueblos del Sur, UNISUR) es resaltar la diferencia y olvidar la coincidencia, como si eso fuera posible en un país de tantos años de revolcones interraciales.
2.- Si usté me dice lo que significa ser mexicano, tal esté de acuerdo con usté: somos mexicanos, sea lo que sea que eso signifique. Y le doy un ejemplo: regularmente los paisanos de la Costa Chica que migran al Norte, cuando se les requiere, se asumen como mexicanos; ser negros les resulta un lastre. Es decir, antes cultura y educación que apariencia. En ese sentido, debemos aceptar que el Estado mexicano impuso su visión, condensada en la estúpida enunciación de Vasconcelos acerca de la raza cósmica. Y pensadores tan inteligentes como Octavio Paz, por ejemplo, reprodujeron y difundieron esa visión en los últimos años con uno de sus libros más leídos, sospecho: El laberinto de la soledad. O el tan llevado y traído León Portilla, que pretende hacer como que no ve tantos africanos en muchos siglos, aportando a la economía, a la cultura, a la historia, en fin. El Estado (y hasta uno mismo, y no sé si yo más que otros u otros más que yo) lo sabe bien (digo, si acepta esta idea de pensar en él como un ente provisto tal vez de individualidad o algo parecido): divide y vencerás. De allí viene la etiqueta “afromestizos”,con que se pretendió y se pretende incluirnos; discriminatoria también, pues no permite ubicarnos temporal y geográficamente.
3.- Descalifico injustamente. Dígame, ¿se puede descalificar justamente? Yo creo que sí, y eso hice. Y digo lo que digo porque he visto con estos ojos, he escuchado con estos oídos, he palpado con estas manos y he dicho con esta boca lo suficiente para enjuiciar así, ipsofactamente. Me gustaría ser optimista y concederles el beneficio de la duda, pero uno ya conoce a Quecha. Sé que entre tanta gente que intenta intentos o esfuerzos existen quienes no se sentirán descalificados porque no andan en busca de cotos de poder, de dineros, de fama y prestigio, arropados en la cobija de los pobrecitos negros que tanto han sido discriminados y que ahora sí van a ver llegar su salvación. ¿De verdad la gente de la Costa Chica –negros, indios, mestizos y cuanta alcurnia exista– quiere ser salvada o insertada al progreso, a la civilización, al buen vivir? ¿De verdad los pobrecitos negros somos víctimas, pasivas víctimas, de tantos siglos de vejaciones, desgracias y ecéctera? Le aseguro que esa camisa es de quien se la ponga, como dijo don Beto García: El que tenga su burro que lo amarre, y el que no, que no. Por mucho que pretendan descalificarme por mañoso, eso no me convierte en mañoso, digo, por decir algo. Pero hago una precisión: Cuando el negro sabroso de Israel Reyes Larrea me descalifica me llama puto y borracho (lo que más me duele es que no soy ninguno de los dos) porque le recriminé que le lamiera las patas a Ulises Ruiz por darles una revista pinchurrienta y chafa (como ve, ya estoy cali-descalificando una pinche y chafarrienta revista; si no está de acuerdo con estos califi-descalificativos, la revisamos punto por punto y le expondré mis argumentos para ver si me excedo o apenas me acerco). En respuesta, yo nunca le he reprochado al casto de Israel su planta de puto porque creo que es parte de su geografía, ni menos he puesto en duda la masculinidad de Sergio Peñaloza, aunque él quiso demandarme porque algún día escribí que profesores de su preparatoria utilizaban su condición para seducir a estudiantes, y califiqué-descalifiqué de inmoral esa conducta.
4.- No desperdicio mis energías en minimizar el esfuerzo de otros; de hecho, mi chamba cotidiana consiste en cierto modo de parasitismo: me dedico a exaltar el esfuerzo de otros, sea en forma de notas, de reportajes, de foto reportajes, de artículos, ecéctera. Por ejemplo, el otro día me preguntaron en la radio que por qué yo ando diciendo que Ismael Añorve fue un gran músico de la Costa Chica (maestro, entre otros, de Álvaro Carrillo) o cómo es posible que yo crea que Los Cumbieros del Sur, precisamente su rola “Estoy sufriendo por ti” debe considerarse como poesía o por qué me atrevo a afirmar que la versión de Foncho Rendón del Corrido de Fan Chanito es una joya de la música nuestra, y cosas por el estilo. Le diré una cosa: califico y me pagan por ello, de eso vivo, pero procuro actuar con honestidad; por eso, mal haría en ensalzar esfuerzos que percibo como fraudulentos. Es posible que se crea que es el rencor y no la experiencia la que me impele a hacerlo; tendría conocerme para coincidir o no con estas apreciaciones, que en frío suenan a mala leche y pedantería, pero esos son riesgos de opinar, de emitir juicios. Además, vendo periódicos de casa en casa con el objeto de llevar a la gente información que le permita entender qué pasa en su región y encienda –optimista de mí, ¿ve?– en ella una esperanza o tienda un puente para coincidir e incidir en lo colectivo.
5.- Y no soy un desesperanzado; soy un comprometido. Conmigo y con lo que creo. Digo que estos son procesos que tenemos que vivir como pueblos costeños. He trabajado desde los ochenta en diversos grupos que pretenden cosas para todos y he aprendido que uno encuentra compañeros por unas horas, por unos días, por unos años o por toda la vida, y que lo que nos hace persistir en esas compañías son los intereses que se comparten, no otra cosa, palabrería aparte. Me considero optimista, por eso sigo insistiendo en conversar cotidianamente con mis vecinos y amigos para organizarnos y buscar soluciones a nuestros problemas comunes (de los cuales seguro usté ya tiene conocimiento), como la corrupción, la inseguridad, la pobreza, en fin, nada que no se sepa y no sea el pan de todos los días. Le aseguro que cultivo la solidaridad con enjundia porque creo en otros que no siempre coinciden conmigo pero que están en las buenas y en las malas, hasta para ir a un mandado.
6.- Y disculpe si sus oídos escucharon estas groserías o improperios. Estaba tan metido en esta conversación con Marco que ni cuenta me di que otros me escuchaban, y no pude sacar a relucir mis palabras más domingueras y simpatizantes. Le prometo que procuraré ser más cuidadoso e invocaré más el consejo de la ternura que de la ira.
Más en fin, se agradece la charla... Quedo de usté, su ZZZ...
E. Añorve.

* * *

Hola a todos.

Sin pertencer a alguna organización, peros siendo medio negro ymedio indio(Saltapatras) quiero sumarme a esta discución que ojala nos pueda hermanar de verdad, sin agandalles, ni protagonismos. Vale.
He observado con curiosidad el comportamiento y diversidad de estas organizaciones. En los días de semana santa me invitaron a participar en un foro sobre la tercera raíz en Oaxaca , organizado por gente de la UNAM. Desafortunadamente no pude ir, sin embargo, quise reflexionar como negro, como veo que lo hacen los de estas organizaciones, y la neta no pude. Siendo de color negro, también me siento mixteco de Huazolo y me siento blanco de Ñutende. Sin embargo, quise reflexionar sobre conductas aberrantes, que no solo se dan entre los que viven en los bajos, también en gran medida entre los mixtecos y los llamados mestizos: el machismo, la homofobia, la misoginia que son exaltadas en nuestras expresiones culturales. Las chilenas, nuestras danzas, nuestra poesía, nuestra forma de hablar, las que colocamos en un altar con aparente buena intención de que sigan imperando mientras vemos humillados a los de siempre.
¿Han puesto atención a la vida de las mujeres negras de Posa Verde (José María Morelos... que pinche nombre), del Jiote, de la Boquilla, etc.; han visto el comportamiento de los hombres de estas comunidades donde el machismo es la moneda de uso y ay de aquel que no le entre a los estereotipos? Creo que no es nada edificante, y conociendo el rumbo, es entre a los habitantes de los bajos donde estas expresiones estereotipicas se ven con mayor recurrencia e intensidad. Creo que es por ahí donde las organizaciones sociales de los llamados, pomposamente, pueblo negros, deben de trabajar para terminar con estas lacras y decirle no,!NO¡ a la expresiones culturales que fomenten la discriminación de siempre, así sean las mas "autenticas", las "muy propias" y como le quieran llamar, con todo lo negro que sean,por ejemplo, el más a la mano: "la minga" de los diablos. Esto en gran medida ayudaría a la reflexión propia y colectiva, como individuos y como organizaciones, para dejar de reproducir estos patrones culturales, quien sabe de qué raza, pero si propios de una dominación machista que se "enseñora" por nuestro rumbo.
P:D "Soy el negro de la Costa de Guerrero de Oaxaca, no me enseñan a matar porque sé cómo se mata, en el agua se lazar sin que se moje la riata...." Del negro machista Álvaro Carrillo, que por supuesto, como poeta y músico tiene mejores cosas que "esta linda chilenita" ¡Chale!.

Para todos
Misael Habana de los Santos.

* * *

Por cierto, niña, se me olvidó decirte que se incurre en reduccionismo cuando se pretende la inclusión de los pueblos negros y no se acude a la definición de pueblos originarios (constitucional también), pues, finalmente, los costeños descendemos de pueblos que existían antes de la llegada de los conquistadores... ¡Que los ilumine Exhú para que noten la distancia entre uno y otro concepto!

E. Añorve

Discusión

Correo originario (se respetan redacciones):

QUE TAL AMIGOS:

Recientemente el 24 de mayo del 2009, las organizaciones que desde hace algùn tiempo han venido pugnando por el reconocimiento de los derechos del Pueblo Negro: (MÈXICO NEGRO A.C., AFRICA A.C., PÙRPURA A.C.) Y el Programa Universitario Mèxico Naciòn Multicultural -UNAM, decimos integrarnos en una RED DE ORGANIZACIONES DE PUEBLOS NEGROS DE OAXACA Y GUERRERO cuyo eje principal sea establecer estrategias para lograr el Reconocimiento Constitucional de los Pueblos Negros,Polìticas Pùblicas y proceso censal.

Consideramos pues, que sòlo con la uniòn de voluntades podemos lograr nuestros objetivos, no podemos estar caminando aislados, duplicando esfuerzos, cada una de las organizaciones haciendo actividades sin coordinaciòn con otros grupos, pues finalmente,el deseo es el mismo.

Y ante la sugerencia vertida por Heladio Reyes durante el FORO AFROMEXICANOS celebrado en Josè María Morelos, con respecto a la unificación de organizaciones, se consolida esta RED.

Si bien nace esta RED con 4 Organizaciones, queda abierta para que Organizaciones, Institutos, acadèmicos y personas interesadas sean parte de esta RED.

Por consenso, la coordinaciòn del primer año de la RED recae en Sergio Peñaloza, Presidente de MÈXICO NEGRO.

Esperamos fervientemente, que màs grupos y personas se unan a este esfuerzo, cuya unica motivaciòn es el Reconocimiento Constitucional del Pueblo Negro de Mèxico.

La reuniòn se llevòa cabo en CAFÈ ADOBE, un cafe que se ha venido conviertiendo en un espacio cultural y cuya propietaria Danny Stek ademàs de ser excelente anfitriona, es una magnifica escitora.

Participaron en esta reuniòn:

Mèxico Negro A.C.............Representado por Sergio Peñaloza

AFRICA A.C................ ....Representado por Israel Reyes Larrea

PÙRPURA A.C ............Representado por Francisco Ziga

PUMC-UNAM.........Representado por Nemesio Rodriguez

En respuesta, Eduardo Añorve escribió:

No le hagan a la mamada, si quieren una feria yo se las presto, aunque no la devuelvan...


Y vinieron reacciones varias:

Uno de los mayores problemas para toda la raza durante toda nuestra historia han sido una parte importante de nuestras propias actitudes. Si bien pudiera decirse que muchas de las malas ondas las heredamos de los que se inventaron como "amos," no todo nuestro comportamiento puede ni debe serles adjudicado.

Las rencillas y pugnas locales; las broncas por el poder o no poder; ni las territorialidades deben de ser utilizados para desrielar los esfuerzos y logros que sean de beneficio general. La comunicación debe buscarse y lograrse.
Aunque si debo de reconocer que el lenguaje nuestro, creador de realidades propias y el sentido del humor, me han hecho pasar un rato agradable.
Marco Polo Hernández Cuevas

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Estimado Marco:

Ojalá y bastaran las buenas intenciones y las palabras hermoseadas para solucionar las cosas o, cuando menos, para comunicarse: de todas formas, la realidad tiene otros derroteros, muchas veces fuera del alcance de uno. Y no se requiere tanta ciencia para mirar cómo somos capaces de comportarnos para obtener y mantener nuestro coto de poder. Las rencillas, las pugnas locales, las broncas por el poder o no poder son parte de un proceso de comunicación que pudiera parecer áspero e inapropiado, pero los comportamientos obedecen a intereses y conveniencias, y condicionan el quehacer diario. Le recomiendo, por ejemplo, que estudie el origen y el desempeño de organizaciones como México Negro, A. C. para entender qué tan rentable puede ser este discurso de organización de los negros (término que, por lo menos, adolece la roña de ser racista, y pongo por testigo estos cinco siglos pasados de mestizaje en México), rentable y utilitario. Sé que es obligación del Estado, y sus gobiernos, reconocer la existencia de sus múltiples culturas, incluida la afromexicana; pero también conozco la historia reciente y no creo que sea por la vía de pedirle chiche a los panistas de la Conaprep y del Inegi o a los priístas del gobierno estatal de Oaxaca (sobre todo si apellidan Ruiz y tienen entre sus manos sangre fresca –utilizo una figura, Marco, para referirme a la represión perpetrada en estos últimos años–, aunque se digan demócratas y defensores del estado de derecho y más barbaridades).
Son procesos que tenemos que vivir, señor. Son procesos que tienen que vivir nuestros pueblos. Y le hago algunas preguntas: ¿Conoce el poder de convocatoria de las tales organizaciones? Es decir: a la gente de la calle, ¿en realidad le interesan estos problemas y seguirán a quienes dicen representarlos para cambiar esa invisibilidad que, incluso, se ha interiorizado por atender la falacia que propuso hace siglos que el color de la piel es señal de inferioridad? Vuelvo a preguntar: ¿Bastarán los discursos y los foros y encuentros para modificar condiciones impuestas por tantos siglos por aquellos que se inventaron y fungieron como amos? ¿Conviene pasar de un racismo impuesto por los amos a uno propuesto por los esclavos? ¿Venganza racial? Que responda Condoleezza.
No creo que tengamos que pedirle al poder que nos dé migajas. Vea usté: existen 64 etnias reconocidas (el número es improvisado, no lo conozco en realidad, lo utilizo como ejemplo solamente), para las cuales se destinan cien mil millones (de nuevo invento o especulo); repartidos estos entre aquellos se produce un número x. Si aumentamos las primeras a 65 (p. ej.), el número x disminuye en alguna proporción. Iba a razonar, pero prefiero una anécdota: En la Puebla gobernada por Manuel Barlett se preveía que el PRD ganaría cierto distrito electoral; el gobernador, enterado del asunto, preguntó que cuántos grupos existían en ese partido; le respondieron que tres; él ordenó que les regalaran dos camionetas; y en tanto disputaban por ver quiénes se quedaban con ellas, se los chingaron en las elecciones. Es curioso ver cómo el Estado mexicano, con este aparente reconocimiento de nuestra multiculturalidad, nos divide, siendo que el 90 por ciento de nuestros problemas son los mismos: nos dominan los mismos “amos” (podría anotar elite o clase o grupo social o económico, en fin). Así las cosas, aunque han transcurrido cinco siglos de mestizaje intensísimo entre amuzgos, mixtecos y afrodescendientes (me refiero a la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, y sigo generalizando para mejor ilustrar esta idea, que tendría que ser matizada), seguimos hablando de negros, como si nuestras abuelas o madres o bisabuelas (y al inverso, en masculino) no hubiesen sido mixtecas o amuzgas o triques o nahoas o zapotecas o tlapanecas o etc. Es decir, desdeñamos la interculturalidad, siguiendo la idea del Estado. En fin.
No lo cansaré con tanta palabrería, pero uno se conoce y entre negros no nos medimos las riatas porque ya se sabe quién es el que la tiene más grande, pues, y ni presume. Quiero decir que están atrás de nuestras palabras nuestras prácticas políticas y es fácil ver cómo con este tipo de proyectos se persiguen fama y prestigio, dinero, espacios de poder y no la reivindicación de nuestros pueblos, negros y no tan negros o ni siquiera negros. Por cierto, escribí una carta sobre el tema de los censos y puede usté consultarla en el sitio http://eltapanqo.blogspot.com/.
Reciba mis saludos.

Eduardo Añorve

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El proceso de los pueblos negros de México, sigue y seguirá adelante por el esfuerzo nuestra gente que si bien no tiene esos grandes dotes de conocimientos científicos para manejar tanta palabreríaaaaaaaaaaaa y tiene la idea e intensión de lograr un mejor pueblo... gracias por tus grandes logros eduardo, gracias por tu gran intelectualismo que tantos frutos ha rendido a nuestra costa chica... pero por favor déjanos continuar es estos intentos para tí fallidos, pero que el menos a nosotros nos dan la certeza de que aquí estamos y algo estamos haciendo por sentirnos vivos...

Rodolfo Prudente Domínguez

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Mi muy dizque prudente enemigo mío, si usté gusta me bajo los calzones. ¿Yo lo detengo, detienen mis [léase con ironía] “grandes logros”, mi “gran intelectualismo que tantos frutos ha rendido a nuestra costa chica” el impetuoso e indetenible avance de la revolución negra en estos rumbos, la cual ustedes encabezan? Lo único que digo es que si uno utiliza estas causas para engañar y robar a los pueblos que dice querer convertir en mejores, uno es inmoral y se ubica al mismo lado que los Ulises o Felipes aunque sean de Jesuses. ¿Es ético que alguien como Glenn, por ejemplo, o Sergio Peñaloza, por ejemplo, para hablar de gente que tú conoces como a tu izquierda mano, prostituyan líderes y jóvenes bajo el supuesto de que trabajan por “lograr un mejor pueblo”? ¿Recuerdas, por ejemplo, cómo los luchadores de México Negro defendieron a uno de los suyos que intentó manosear –por decirlo con suavidad– a una compañera que dormía en aposentos que ellos mismos le proporcionaron? ¿Eso es también forma parte del proceso de los pueblos negros de México? Por cierto, ¿la gente del pueblo es tan pendeja que no puede entender o distinguir entre palabrería y verdades? Por cierto, tú, un estudioso de las cosas de la iglesia –filósofos, se dicen–, ¿no es parte de esa “gente que si bien no tiene esos grandes dotes de conocimientos científicos para manejar tanta palabreríaaaaaaaaaaaa y tiene la idea e intensión de lograr un mejor pueblo”? Y no me agradezcas, que tus palabras suenan más falsas que 30 monedas y mira que Dios –el católico–, tu Dios, por supuesto castiga a los que creen en él. Y no muérdaste la lengua cuando utilices la palabra intelectual, que me gustas más cuando razones e inteliges.

Saludos de Yo-Mismo.
PS: Por cierto, una de las señas del facismo es que condena el pensamiento divergente...

Eduardo Añorve

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Estimado Eduardo:

mil gracias por tu amplia respuesta. Entiendo tu encono. Particularmente respecto a las personas y partidos políticos que mencionas. ¡Qué triste ha sido la historia de nuestra parte del universo!
Pero que chingón es ser mexicano y descendiente de las naciones originarias, africanos, asiáticos y hasta curros (aunque ástos últimos no nos reconozcan las más veces).
Insisto que debemos buscar y encontrar los canales de comunicación. Si se puede carnal.
En mi tercer libro Africa en México: una herencia repudiada (E. Mellen, 2007) escribo un capítulo intitulado "El Signifying chango que chinga en Chin-Chin el teporocho". Esa parte de mi trabajo aborda, en gran parte, eso de la ñonga y los orígenes étnicos y linguísticos de esa forma de ver al mundo y anunciarlo.
No estoy empado de los conflictos actuales locales de la Costa Chica, pero no soy ageno del todo a éstos y en particular a su historia colonial. Lo que si conozco con cierta profundidad es la historia de la invisibilización de la raza durante la época que he denominado "la fase cultural de la Revolución Mexicana, 1921-1968".. Mi primer libro se intitula African Mexicans and the Discourse on Modern Nation (Los africanos mexicanos y el dicurso de la nación moderna) U P of America, 2005. Mi segundo Africa en el carnaval mexicano (Plaza y Valdés, 2005). Mi cuarto se intitula tentativamente . E. Mellen Press lo publicará este año.
Contrario a Aguirre Beltrán y Martínez Montiel (y otros) al famoso "mestizaje" lo expongo como la africanización de nuestros pueblos. Reconozco las contribuciones fundamentales de nuestras primeras naciones, las contribuciones asiáticas y las europeas asimismo. Me concentro y surayo lo africano porque esto es lo que ha sido mayormente ignorado y hasta negado por nosotros mismos al través de los siglos. Los gueros nos marcaba por una gota de sangre africana como impuros o infames (sin fama por conseguir), castas o descendientes de africano/a. Nunca podrías ser hidalgo. Siempre seríamos hijos de la chingada con innumerables marcas que al fin y al cabo servían de filtro.
Los españoles que llegaron a Abya Yala (lugo nombrada América) no eran menos "mestizos" o sambucos (cambujos si se quiere) que los "fulanies" o los "tuaregs", "marroquíes" "acanos", "yoruba" , "suahilies" y otros. Habría que recordar que el ser humano es una sola especie y "raza" con multidudes de etnias o entendimientos del universo. La palabra "mestizaje" como es utilizada en México y otros lares implica "pureza" de sangre; lo cual es una aberración en donde todos los seres somos de la misma sangre humana.
Respecto a lo que indiqué en mi correo anterior, les recomiendo que busquen la comunicación y en conjunto laboren para el beneficio de todo el mundo. Estamos en contacto. un fuerte abrazo,
Marco

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Ok, amigo Eduardo (yo no conozco enemigos)...

En horabuena y muchas felicidades por su pensamiento divergente... pero creo que cuando ese pensamiento divergente florecer siempre ante cualquier tarea, intento o acometido por parte de determinada persona, grupo, etc. ya le llamaría rebeldía sin causa, generada en la mayoría de las ocasiones, por algunas frustraciones o sentimientos reprimidos...
y por favor, no me concidere tu enemigo... en uno de estos Dios lo busco por ahí en Cuijla pa platicar un rato...

Rodolfo Prudente Domínguez

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APRECIADOS INTEGRANTES DE ESA RED

Recuerdo los señalamientos en la ciudad de Oaxaca, pero dijera un buen amigo, serìa divagar en situaciones

contrarias que abrirìan causes adversos.

Es bueno abrir vereda, solos o acompañados, da igual, a veces existe la necesidad de caminar firmemente sin intereses de protagonismos, mucho menos que afecten nuestros ideales, no es posible denunciar la falta de espacios recreativos y acusar que los jòvenes se refugian en el alcoholismo y las drogas cuando uno mismo es promotor del alcohol y sus desmadres.

Espero que esas cuantas organizaciones logren lo que otras cuantas queremos lograr tambièn, defendiendo los derechos econòmicos, polìticos, sociales y culturales.

Fil. ISIDRO RAMÍREZ LÓPEZ

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Amigo mío, no se puede hablar de alcoholismo con uno que no es alcohólico (digo, ya se sabe que no cuenta el vino de consagrar)... Y recuerde que todo protagón requiere un antagón (aunque se disfrace de Chimoltrufia).

Eduardito.

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Sr. Eduardo Añorve;

Me queda claro por la forma en que termina su carta, que a final de cuentas, aunque suponga que desdeñamos la interculturalidad de nuestro país, finalmente termina usted por incluirse en “esa multiculturalidad que nos divide; impuesta por el Estado”. Pues citándolo “ después de tanta palabrería” , a la hora de medirse las riatas termina asumiéndose como negro y presume, sin presumir, que la tiene grande. Perdón, pero, Me no comprenderrrrr. Porque leyéndolo detenidamente entendí; que usté no compartía el hecho de buscar el reconocimiento del Pueblo Negro, en primera porque ya ni negros son, (con el tiempo, resultado de tantos revolcones interraciales, se tornaron matizados) y en segunda, porque lo único que tenemos que reconocer después de 200 años de historia como país independiente; es que somos mexicanos. Yo le digo a usté con todo respeto, que no tengo riata que medirme, pero como mujer costeña me sobra valor para decirle, que lo que se me hace “una mamada” , citándolo nuevamente, es que usté se atreva a descalificar injustificadamente el esfuerzo, de éste grupo de personas. Puedo entender, que en el caso de México Negro A.C. haya muchas cosas por explicar. Lo que se me hace injusto es su falta de criterio para otorgarles a todas las organizaciones y personas de esta RED, la misma calificación.
Es triste y lamentable que una persona con la capacidad de raciocinio que usté tiene, con la manera tan inteligente con que argumenta sus exposiciones y con el conocimiento tan profundo que parece tener sobre nuestro país, desperdicie sus energías minimizando el esfuerzo de otros. Debo entender que a usté, el Estado y la Sociedad o la gente con la que convive o interactúa cotidianamente, lo han dejado con una gran frustración porque suenan a desesperanza sus palabras; “ Ojalá y bastaran las buenas intenciones y las palabras hermoseadas para solucionar las cosas o, cuando menos, para comunicarse: de todas formas, la realidad tiene otros derroteros, muchas veces fuera del alcance de uno.”
No obstante, debo reconocer que coincido con usted, a los habitantes de esta región nos constituye algo más que la herencia genética de una raza: somos el resultado de años de historia, de coincidencias y desencuentros y por eso, somos tan complejos. Esta complejidad es nuestro punto real de convergencia, el verdadero color de nuestra piel, nuestra única y verdadera carta de identidad. Ni el negro es tan negro, ni el indio tan indio, ni el mestizo es tan mestizo, todos somos simplemente costeños, compartimos esta hermosa tierra y somos el resultado de un préstamo constante.
Pensar en términos de conteos por color, o por raza o grupo étnico es efectivamente discriminatorio, y una práctica racista.
Leí su carta sobre el Censo y coincido nuevamente con usted; cuando cita a Morelos: lo único que debe distinguir a un individuo de otro es su vicio o su virtud.
Entiendo que en algunas ocasiones podamos discernir de las opiniones o propuestas de otras personas, pero hay de formas a formas para manifestar nuestras diferencias, la manera en que usted lo hizo no me pareció la más adecuada.

Mi nombre es Daniela Steck
Baños y estoy a sus órdenes.

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Srita. Daniela Steck:

No señorita, yo soy de los de las chiquitas, y ni vergüenza me da, porque no ando de ofrecido... Pero me ando adelantando; mejor procederé punto por punto:
1.- Mi argumento es que cuando se plantea la inclusión de los negros se apela a la multiculturalidad, pero se desdeña la interculturalidad; creo que el Estado mexicano (construido también por afrodescendientes que lucharon por mestizarse o ser mexicanos después de siglos de discriminación o porque solamente les reportaba mejores condiciones de vida) procura que se promueva la diferencia (multiculturalidad) antes que la coincidencia (la interculturalidad), por ello creo que uno de los pies que hace cojear muchos proyectos (y acabo de escribir algo similar sobre el proyecto de la Universidad de los Pueblos del Sur, UNISUR) es resaltar la diferencia y olvidar la coincidencia, como si eso fuera posible en un país de tantos años de revolcones interraciales.
2.- Si usté me dice lo que significa ser mexicano, tal esté de acuerdo con usté: somos mexicanos, sea lo que sea que eso signifique. Y le doy un ejemplo: regularmente los paisanos de la Costa Chica que migran al Norte, cuando se les requiere, se asumen como mexicanos; ser negros les resulta un lastre. Es decir, antes cultura y educación que apariencia. En ese sentido, debemos aceptar que el Estado mexicano impuso su visión, condensada en la estúpida enunciación de Vasconcelos acerca de la raza cósmica. Y pensadores tan inteligentes como Octavio Paz, por ejemplo, reprodujeron y difundieron esa visión en los últimos años con uno de sus libros más leídos, sospecho: El laberinto de la soledad. O el tan llevado y traído León Portilla, que pretende hacer como que no ve tantos africanos en muchos siglos, aportando a la economía, a la cultura, a la historia, en fin. El Estado (y hasta uno mismo, y no sé si yo más que otros u otros más que yo) lo sabe bien (digo, si acepta esta idea de pensar en él como un ente provisto tal vez de individualidad o algo parecido): divide y vencerás. De allí viene la etiqueta “afromestizos”,con que se pretendió y se pretende incluirnos; discriminatoria también, pues no permite ubicarnos temporal y geográficamente.
3.- Descalifico injustamente. Dígame, ¿se puede descalificar justamente? Yo creo que sí, y eso hice. Y digo lo que digo porque he visto con estos ojos, he escuchado con estos oídos, he palpado con estas manos y he dicho con esta boca lo suficiente para enjuiciar así, ipsofactamente. Me gustaría ser optimista y concederles el beneficio de la duda, pero uno ya conoce a Quecha. Sé que entre tanta gente que intenta intentos o esfuerzos existen quienes no se sentirán descalificados porque no andan en busca de cotos de poder, de dineros, de fama y prestigio, arropados en la cobija de los pobrecitos negros que tanto han sido discriminados y que ahora sí van a ver llegar su salvación. ¿De verdad la gente de la Costa Chica –negros, indios, mestizos y cuanta alcurnia exista– quiere ser salvada o insertada al progreso, a la civilización, al buen vivir? ¿De verdad los pobrecitos negros somos víctimas, pasivas víctimas, de tantos siglos de vejaciones, desgracias y ecéctera? Le aseguro que esa camisa es de quien se la ponga, como dijo don Beto García: El que tenga su burro que lo amarre, y el que no, que no. Por mucho que pretendan descalificarme por mañoso, eso no me convierte en mañoso, digo, por decir algo. Pero hago una precisión: Cuando el negro sabroso de Israel Reyes Larrea me descalifica me llama puto y borracho (lo que más me duele es que no soy ninguno de los dos) porque le recriminé que le lamiera las patas a Ulises Ruiz por darles una revista pinchurrienta y chafa (como ve, ya estoy cali-descalificando una pinche y chafarrienta revista; si no está de acuerdo con estos califi-descalificativos, la revisamos punto por punto y le expondré mis argumentos para ver si me excedo o apenas me acerco). En respuesta, yo nunca le he reprochado al casto de Israel su planta de puto porque creo que es parte de su geografía, ni menos he puesto en duda la masculinidad de Sergio Peñaloza, aunque él quiso demandarme porque algún día escribí que profesores de su preparatoria utilizaban su condición para seducir a estudiantes, y califiqué-descalifiqué de inmoral esa conducta.
4.- No desperdicio mis energías en minimizar el esfuerzo de otros; de hecho, mi chamba cotidiana consiste en cierto modo de parasitismo: me dedico a exaltar el esfuerzo de otros, sea en forma de notas, de reportajes, de foto reportajes, de artículos, ecéctera. Por ejemplo, el otro día me preguntaron en la radio que por qué yo ando diciendo que Ismael Añorve fue un gran músico de la Costa Chica (maestro, entre otros, de Álvaro Carrillo) o cómo es posible que yo crea que Los Cumbieros del Sur, precisamente su rola “Estoy sufriendo por ti” debe considerarse como poesía o por qué me atrevo a afirmar que la versión de Foncho Rendón del Corrido de Fan Chanito es una joya de la música nuestra, y cosas por el estilo. Le diré una cosa: califico y me pagan por ello, de eso vivo, pero procuro actuar con honestidad; por eso, mal haría en ensalzar esfuerzos que percibo como fraudulentos. Es posible que se crea que es el rencor y no la experiencia la que me impele a hacerlo; tendría conocerme para coincidir o no con estas apreciaciones, que en frío suenan a mala leche y pedantería, pero esos son riesgos de opinar, de emitir juicios. Además, vendo periódicos de casa en casa con el objeto de llevar a la gente información que le permita entender qué pasa en su región y encienda –optimista de mí, ¿ve?– en ella una esperanza o tienda un puente para coincidir e incidir en lo colectivo.
5.- Y no soy un desesperanzado; soy un comprometido. Conmigo y con lo que creo. Digo que estos son procesos que tenemos que vivir como pueblos costeños. He trabajado desde los ochenta en diversos grupos que pretenden cosas para todos y he aprendido que uno encuentra compañeros por unas horas, por unos días, por unos años o por toda la vida, y que lo que nos hace persistir en esas compañías son los intereses que se comparten, no otra cosa, palabrería aparte. Me considero optimista, por eso sigo insistiendo en conversar cotidianamente con mis vecinos y amigos para organizarnos y buscar soluciones a nuestros problemas comunes (de los cuales seguro usté ya tiene conocimiento), como la corrupción, la inseguridad, la pobreza, en fin, nada que no se sepa y no sea el pan de todos los días. Le aseguro que cultivo la solidaridad con enjundia porque creo en otros que no siempre coinciden conmigo pero que están en las buenas y en las malas, hasta para ir a un mandado.
6.- Y disculpe si sus oídos escucharon estas groserías o improperios. Estaba tan metido en esta conversación con Marco que ni cuenta me di que otros me escuchaban, y no pude sacar a relucir mis palabras más domingueras y simpatizantes. Le prometo que procuraré ser más cuidadoso e invocaré más el consejo de la ternura que de la ira.
Más en fin, se agradece la charla... Quedo de usté, su ZZZ...
E. Añorve.

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Hola a todos.

Sin pertencer a alguna organización, peros siendo medio negro ymedio indio(Saltapatras) quiero sumarme a esta discución que ojala nos pueda hermanar de verdad, sin agandalles, ni protagonismos. Vale.
He observado con curiosidad el comportamiento y diversidad de estas organizaciones. En los días de semana santa me invitaron a participar en un foro sobre la tercera raíz en Oaxaca , organizado por gente de la UNAM. Desafortunadamente no pude ir, sin embargo, quise reflexionar como negro, como veo que lo hacen los de estas organizaciones, y la neta no pude. Siendo de color negro, también me siento mixteco de Huazolo y me siento blanco de Ñutende. Sin embargo, quise reflexionar sobre conductas aberrantes, que no solo se dan entre los que viven en los bajos, también en gran medida entre los mixtecos y los llamados mestizos: el machismo, la homofobia, la misoginia que son exaltadas en nuestras expresiones culturales. Las chilenas, nuestras danzas, nuestra poesía, nuestra forma de hablar, las que colocamos en un altar con aparente buena intención de que sigan imperando mientras vemos humillados a los de siempre.
¿Han puesto atención a la vida de las mujeres negras de Posa Verde (José María Morelos... que pinche nombre), del Jiote, de la Boquilla, etc.; han visto el comportamiento de los hombres de estas comunidades donde el machismo es la moneda de uso y ay de aquel que no le entre a los estereotipos? Creo que no es nada edificante, y conociendo el rumbo, es entre a los habitantes de los bajos donde estas expresiones estereotipicas se ven con mayor recurrencia e intensidad. Creo que es por ahí donde las organizaciones sociales de los llamados, pomposamente, pueblo negros, deben de trabajar para terminar con estas lacras y decirle no,!NO¡ a la expresiones culturales que fomenten la discriminación de siempre, así sean las mas "autenticas", las "muy propias" y como le quieran llamar, con todo lo negro que sean,por ejemplo, el más a la mano: "la minga" de los diablos. Esto en gran medida ayudaría a la reflexión propia y colectiva, como individuos y como organizaciones, para dejar de reproducir estos patrones culturales, quien sabe de qué raza, pero si propios de una dominación machista que se "enseñora" por nuestro rumbo.
P:D "Soy el negro de la Costa de Guerrero de Oaxaca, no me enseñan a matar porque sé cómo se mata, en el agua se lazar sin que se moje la riata...." Del negro machista Álvaro Carrillo, que por supuesto, como poeta y músico tiene mejores cosas que "esta linda chilenita" ¡Chale!.

Para todos
Misael Habana de los Santos.

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Por cierto, niña, se me olvidó decirte que se incurre en reduccionismo cuando se pretende la inclusión de los pueblos negros y no se acude a la definición de pueblos originarios (constitucional también), pues, finalmente, los costeños descendemos de pueblos que existían antes de la llegada de los conquistadores... ¡Que los ilumine Exhú para que noten la distancia entre uno y otro concepto!

E. Añorve