lunes, 8 de junio de 2009

Correo originario (se respetan redacciones):

QUE TAL AMIGOS:

Recientemente el 24 de mayo del 2009, las organizaciones que desde hace algùn tiempo han venido pugnando por el reconocimiento de los derechos del Pueblo Negro: (MÈXICO NEGRO A.C., AFRICA A.C., PÙRPURA A.C.) Y el Programa Universitario Mèxico Naciòn Multicultural -UNAM, decimos integrarnos en una RED DE ORGANIZACIONES DE PUEBLOS NEGROS DE OAXACA Y GUERRERO cuyo eje principal sea establecer estrategias para lograr el Reconocimiento Constitucional de los Pueblos Negros,Polìticas Pùblicas y proceso censal.

Consideramos pues, que sòlo con la uniòn de voluntades podemos lograr nuestros objetivos, no podemos estar caminando aislados, duplicando esfuerzos, cada una de las organizaciones haciendo actividades sin coordinaciòn con otros grupos, pues finalmente,el deseo es el mismo.

Y ante la sugerencia vertida por Heladio Reyes durante el FORO AFROMEXICANOS celebrado en Josè María Morelos, con respecto a la unificación de organizaciones, se consolida esta RED.

Si bien nace esta RED con 4 Organizaciones, queda abierta para que Organizaciones, Institutos, acadèmicos y personas interesadas sean parte de esta RED.

Por consenso, la coordinaciòn del primer año de la RED recae en Sergio Peñaloza, Presidente de MÈXICO NEGRO.

Esperamos fervientemente, que màs grupos y personas se unan a este esfuerzo, cuya unica motivaciòn es el Reconocimiento Constitucional del Pueblo Negro de Mèxico.

La reuniòn se llevòa cabo en CAFÈ ADOBE, un cafe que se ha venido conviertiendo en un espacio cultural y cuya propietaria Danny Stek ademàs de ser excelente anfitriona, es una magnifica escitora.

Participaron en esta reuniòn:

Mèxico Negro A.C.............Representado por Sergio Peñaloza

AFRICA A.C................ ....Representado por Israel Reyes Larrea

PÙRPURA A.C ............Representado por Francisco Ziga

PUMC-UNAM.........Representado por Nemesio Rodriguez

En respuesta, Eduardo Añorve escribió:

No le hagan a la mamada, si quieren una feria yo se las presto, aunque no la devuelvan...


Y vinieron reacciones varias:

Uno de los mayores problemas para toda la raza durante toda nuestra historia han sido una parte importante de nuestras propias actitudes. Si bien pudiera decirse que muchas de las malas ondas las heredamos de los que se inventaron como "amos," no todo nuestro comportamiento puede ni debe serles adjudicado.

Las rencillas y pugnas locales; las broncas por el poder o no poder; ni las territorialidades deben de ser utilizados para desrielar los esfuerzos y logros que sean de beneficio general. La comunicación debe buscarse y lograrse.
Aunque si debo de reconocer que el lenguaje nuestro, creador de realidades propias y el sentido del humor, me han hecho pasar un rato agradable.
Marco Polo Hernández Cuevas

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Estimado Marco:

Ojalá y bastaran las buenas intenciones y las palabras hermoseadas para solucionar las cosas o, cuando menos, para comunicarse: de todas formas, la realidad tiene otros derroteros, muchas veces fuera del alcance de uno. Y no se requiere tanta ciencia para mirar cómo somos capaces de comportarnos para obtener y mantener nuestro coto de poder. Las rencillas, las pugnas locales, las broncas por el poder o no poder son parte de un proceso de comunicación que pudiera parecer áspero e inapropiado, pero los comportamientos obedecen a intereses y conveniencias, y condicionan el quehacer diario. Le recomiendo, por ejemplo, que estudie el origen y el desempeño de organizaciones como México Negro, A. C. para entender qué tan rentable puede ser este discurso de organización de los negros (término que, por lo menos, adolece la roña de ser racista, y pongo por testigo estos cinco siglos pasados de mestizaje en México), rentable y utilitario. Sé que es obligación del Estado, y sus gobiernos, reconocer la existencia de sus múltiples culturas, incluida la afromexicana; pero también conozco la historia reciente y no creo que sea por la vía de pedirle chiche a los panistas de la Conaprep y del Inegi o a los priístas del gobierno estatal de Oaxaca (sobre todo si apellidan Ruiz y tienen entre sus manos sangre fresca –utilizo una figura, Marco, para referirme a la represión perpetrada en estos últimos años–, aunque se digan demócratas y defensores del estado de derecho y más barbaridades).
Son procesos que tenemos que vivir, señor. Son procesos que tienen que vivir nuestros pueblos. Y le hago algunas preguntas: ¿Conoce el poder de convocatoria de las tales organizaciones? Es decir: a la gente de la calle, ¿en realidad le interesan estos problemas y seguirán a quienes dicen representarlos para cambiar esa invisibilidad que, incluso, se ha interiorizado por atender la falacia que propuso hace siglos que el color de la piel es señal de inferioridad? Vuelvo a preguntar: ¿Bastarán los discursos y los foros y encuentros para modificar condiciones impuestas por tantos siglos por aquellos que se inventaron y fungieron como amos? ¿Conviene pasar de un racismo impuesto por los amos a uno propuesto por los esclavos? ¿Venganza racial? Que responda Condoleezza.
No creo que tengamos que pedirle al poder que nos dé migajas. Vea usté: existen 64 etnias reconocidas (el número es improvisado, no lo conozco en realidad, lo utilizo como ejemplo solamente), para las cuales se destinan cien mil millones (de nuevo invento o especulo); repartidos estos entre aquellos se produce un número x. Si aumentamos las primeras a 65 (p. ej.), el número x disminuye en alguna proporción. Iba a razonar, pero prefiero una anécdota: En la Puebla gobernada por Manuel Barlett se preveía que el PRD ganaría cierto distrito electoral; el gobernador, enterado del asunto, preguntó que cuántos grupos existían en ese partido; le respondieron que tres; él ordenó que les regalaran dos camionetas; y en tanto disputaban por ver quiénes se quedaban con ellas, se los chingaron en las elecciones. Es curioso ver cómo el Estado mexicano, con este aparente reconocimiento de nuestra multiculturalidad, nos divide, siendo que el 90 por ciento de nuestros problemas son los mismos: nos dominan los mismos “amos” (podría anotar elite o clase o grupo social o económico, en fin). Así las cosas, aunque han transcurrido cinco siglos de mestizaje intensísimo entre amuzgos, mixtecos y afrodescendientes (me refiero a la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, y sigo generalizando para mejor ilustrar esta idea, que tendría que ser matizada), seguimos hablando de negros, como si nuestras abuelas o madres o bisabuelas (y al inverso, en masculino) no hubiesen sido mixtecas o amuzgas o triques o nahoas o zapotecas o tlapanecas o etc. Es decir, desdeñamos la interculturalidad, siguiendo la idea del Estado. En fin.
No lo cansaré con tanta palabrería, pero uno se conoce y entre negros no nos medimos las riatas porque ya se sabe quién es el que la tiene más grande, pues, y ni presume. Quiero decir que están atrás de nuestras palabras nuestras prácticas políticas y es fácil ver cómo con este tipo de proyectos se persiguen fama y prestigio, dinero, espacios de poder y no la reivindicación de nuestros pueblos, negros y no tan negros o ni siquiera negros. Por cierto, escribí una carta sobre el tema de los censos y puede usté consultarla en el sitio http://eltapanqo.blogspot.com/.
Reciba mis saludos.

Eduardo Añorve

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El proceso de los pueblos negros de México, sigue y seguirá adelante por el esfuerzo nuestra gente que si bien no tiene esos grandes dotes de conocimientos científicos para manejar tanta palabreríaaaaaaaaaaaa y tiene la idea e intensión de lograr un mejor pueblo... gracias por tus grandes logros eduardo, gracias por tu gran intelectualismo que tantos frutos ha rendido a nuestra costa chica... pero por favor déjanos continuar es estos intentos para tí fallidos, pero que el menos a nosotros nos dan la certeza de que aquí estamos y algo estamos haciendo por sentirnos vivos...

Rodolfo Prudente Domínguez

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Mi muy dizque prudente enemigo mío, si usté gusta me bajo los calzones. ¿Yo lo detengo, detienen mis [léase con ironía] “grandes logros”, mi “gran intelectualismo que tantos frutos ha rendido a nuestra costa chica” el impetuoso e indetenible avance de la revolución negra en estos rumbos, la cual ustedes encabezan? Lo único que digo es que si uno utiliza estas causas para engañar y robar a los pueblos que dice querer convertir en mejores, uno es inmoral y se ubica al mismo lado que los Ulises o Felipes aunque sean de Jesuses. ¿Es ético que alguien como Glenn, por ejemplo, o Sergio Peñaloza, por ejemplo, para hablar de gente que tú conoces como a tu izquierda mano, prostituyan líderes y jóvenes bajo el supuesto de que trabajan por “lograr un mejor pueblo”? ¿Recuerdas, por ejemplo, cómo los luchadores de México Negro defendieron a uno de los suyos que intentó manosear –por decirlo con suavidad– a una compañera que dormía en aposentos que ellos mismos le proporcionaron? ¿Eso es también forma parte del proceso de los pueblos negros de México? Por cierto, ¿la gente del pueblo es tan pendeja que no puede entender o distinguir entre palabrería y verdades? Por cierto, tú, un estudioso de las cosas de la iglesia –filósofos, se dicen–, ¿no es parte de esa “gente que si bien no tiene esos grandes dotes de conocimientos científicos para manejar tanta palabreríaaaaaaaaaaaa y tiene la idea e intensión de lograr un mejor pueblo”? Y no me agradezcas, que tus palabras suenan más falsas que 30 monedas y mira que Dios –el católico–, tu Dios, por supuesto castiga a los que creen en él. Y no muérdaste la lengua cuando utilices la palabra intelectual, que me gustas más cuando razones e inteliges.

Saludos de Yo-Mismo.
PS: Por cierto, una de las señas del facismo es que condena el pensamiento divergente...

Eduardo Añorve

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Estimado Eduardo:

mil gracias por tu amplia respuesta. Entiendo tu encono. Particularmente respecto a las personas y partidos políticos que mencionas. ¡Qué triste ha sido la historia de nuestra parte del universo!
Pero que chingón es ser mexicano y descendiente de las naciones originarias, africanos, asiáticos y hasta curros (aunque ástos últimos no nos reconozcan las más veces).
Insisto que debemos buscar y encontrar los canales de comunicación. Si se puede carnal.
En mi tercer libro Africa en México: una herencia repudiada (E. Mellen, 2007) escribo un capítulo intitulado "El Signifying chango que chinga en Chin-Chin el teporocho". Esa parte de mi trabajo aborda, en gran parte, eso de la ñonga y los orígenes étnicos y linguísticos de esa forma de ver al mundo y anunciarlo.
No estoy empado de los conflictos actuales locales de la Costa Chica, pero no soy ageno del todo a éstos y en particular a su historia colonial. Lo que si conozco con cierta profundidad es la historia de la invisibilización de la raza durante la época que he denominado "la fase cultural de la Revolución Mexicana, 1921-1968".. Mi primer libro se intitula African Mexicans and the Discourse on Modern Nation (Los africanos mexicanos y el dicurso de la nación moderna) U P of America, 2005. Mi segundo Africa en el carnaval mexicano (Plaza y Valdés, 2005). Mi cuarto se intitula tentativamente . E. Mellen Press lo publicará este año.
Contrario a Aguirre Beltrán y Martínez Montiel (y otros) al famoso "mestizaje" lo expongo como la africanización de nuestros pueblos. Reconozco las contribuciones fundamentales de nuestras primeras naciones, las contribuciones asiáticas y las europeas asimismo. Me concentro y surayo lo africano porque esto es lo que ha sido mayormente ignorado y hasta negado por nosotros mismos al través de los siglos. Los gueros nos marcaba por una gota de sangre africana como impuros o infames (sin fama por conseguir), castas o descendientes de africano/a. Nunca podrías ser hidalgo. Siempre seríamos hijos de la chingada con innumerables marcas que al fin y al cabo servían de filtro.
Los españoles que llegaron a Abya Yala (lugo nombrada América) no eran menos "mestizos" o sambucos (cambujos si se quiere) que los "fulanies" o los "tuaregs", "marroquíes" "acanos", "yoruba" , "suahilies" y otros. Habría que recordar que el ser humano es una sola especie y "raza" con multidudes de etnias o entendimientos del universo. La palabra "mestizaje" como es utilizada en México y otros lares implica "pureza" de sangre; lo cual es una aberración en donde todos los seres somos de la misma sangre humana.
Respecto a lo que indiqué en mi correo anterior, les recomiendo que busquen la comunicación y en conjunto laboren para el beneficio de todo el mundo. Estamos en contacto. un fuerte abrazo,
Marco

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Ok, amigo Eduardo (yo no conozco enemigos)...

En horabuena y muchas felicidades por su pensamiento divergente... pero creo que cuando ese pensamiento divergente florecer siempre ante cualquier tarea, intento o acometido por parte de determinada persona, grupo, etc. ya le llamaría rebeldía sin causa, generada en la mayoría de las ocasiones, por algunas frustraciones o sentimientos reprimidos...
y por favor, no me concidere tu enemigo... en uno de estos Dios lo busco por ahí en Cuijla pa platicar un rato...

Rodolfo Prudente Domínguez

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APRECIADOS INTEGRANTES DE ESA RED

Recuerdo los señalamientos en la ciudad de Oaxaca, pero dijera un buen amigo, serìa divagar en situaciones

contrarias que abrirìan causes adversos.

Es bueno abrir vereda, solos o acompañados, da igual, a veces existe la necesidad de caminar firmemente sin intereses de protagonismos, mucho menos que afecten nuestros ideales, no es posible denunciar la falta de espacios recreativos y acusar que los jòvenes se refugian en el alcoholismo y las drogas cuando uno mismo es promotor del alcohol y sus desmadres.

Espero que esas cuantas organizaciones logren lo que otras cuantas queremos lograr tambièn, defendiendo los derechos econòmicos, polìticos, sociales y culturales.

Fil. ISIDRO RAMÍREZ LÓPEZ

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Amigo mío, no se puede hablar de alcoholismo con uno que no es alcohólico (digo, ya se sabe que no cuenta el vino de consagrar)... Y recuerde que todo protagón requiere un antagón (aunque se disfrace de Chimoltrufia).

Eduardito.

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Sr. Eduardo Añorve;

Me queda claro por la forma en que termina su carta, que a final de cuentas, aunque suponga que desdeñamos la interculturalidad de nuestro país, finalmente termina usted por incluirse en “esa multiculturalidad que nos divide; impuesta por el Estado”. Pues citándolo “ después de tanta palabrería” , a la hora de medirse las riatas termina asumiéndose como negro y presume, sin presumir, que la tiene grande. Perdón, pero, Me no comprenderrrrr. Porque leyéndolo detenidamente entendí; que usté no compartía el hecho de buscar el reconocimiento del Pueblo Negro, en primera porque ya ni negros son, (con el tiempo, resultado de tantos revolcones interraciales, se tornaron matizados) y en segunda, porque lo único que tenemos que reconocer después de 200 años de historia como país independiente; es que somos mexicanos. Yo le digo a usté con todo respeto, que no tengo riata que medirme, pero como mujer costeña me sobra valor para decirle, que lo que se me hace “una mamada” , citándolo nuevamente, es que usté se atreva a descalificar injustificadamente el esfuerzo, de éste grupo de personas. Puedo entender, que en el caso de México Negro A.C. haya muchas cosas por explicar. Lo que se me hace injusto es su falta de criterio para otorgarles a todas las organizaciones y personas de esta RED, la misma calificación.
Es triste y lamentable que una persona con la capacidad de raciocinio que usté tiene, con la manera tan inteligente con que argumenta sus exposiciones y con el conocimiento tan profundo que parece tener sobre nuestro país, desperdicie sus energías minimizando el esfuerzo de otros. Debo entender que a usté, el Estado y la Sociedad o la gente con la que convive o interactúa cotidianamente, lo han dejado con una gran frustración porque suenan a desesperanza sus palabras; “ Ojalá y bastaran las buenas intenciones y las palabras hermoseadas para solucionar las cosas o, cuando menos, para comunicarse: de todas formas, la realidad tiene otros derroteros, muchas veces fuera del alcance de uno.”
No obstante, debo reconocer que coincido con usted, a los habitantes de esta región nos constituye algo más que la herencia genética de una raza: somos el resultado de años de historia, de coincidencias y desencuentros y por eso, somos tan complejos. Esta complejidad es nuestro punto real de convergencia, el verdadero color de nuestra piel, nuestra única y verdadera carta de identidad. Ni el negro es tan negro, ni el indio tan indio, ni el mestizo es tan mestizo, todos somos simplemente costeños, compartimos esta hermosa tierra y somos el resultado de un préstamo constante.
Pensar en términos de conteos por color, o por raza o grupo étnico es efectivamente discriminatorio, y una práctica racista.
Leí su carta sobre el Censo y coincido nuevamente con usted; cuando cita a Morelos: lo único que debe distinguir a un individuo de otro es su vicio o su virtud.
Entiendo que en algunas ocasiones podamos discernir de las opiniones o propuestas de otras personas, pero hay de formas a formas para manifestar nuestras diferencias, la manera en que usted lo hizo no me pareció la más adecuada.

Mi nombre es Daniela Steck
Baños y estoy a sus órdenes.

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Srita. Daniela Steck:

No señorita, yo soy de los de las chiquitas, y ni vergüenza me da, porque no ando de ofrecido... Pero me ando adelantando; mejor procederé punto por punto:
1.- Mi argumento es que cuando se plantea la inclusión de los negros se apela a la multiculturalidad, pero se desdeña la interculturalidad; creo que el Estado mexicano (construido también por afrodescendientes que lucharon por mestizarse o ser mexicanos después de siglos de discriminación o porque solamente les reportaba mejores condiciones de vida) procura que se promueva la diferencia (multiculturalidad) antes que la coincidencia (la interculturalidad), por ello creo que uno de los pies que hace cojear muchos proyectos (y acabo de escribir algo similar sobre el proyecto de la Universidad de los Pueblos del Sur, UNISUR) es resaltar la diferencia y olvidar la coincidencia, como si eso fuera posible en un país de tantos años de revolcones interraciales.
2.- Si usté me dice lo que significa ser mexicano, tal esté de acuerdo con usté: somos mexicanos, sea lo que sea que eso signifique. Y le doy un ejemplo: regularmente los paisanos de la Costa Chica que migran al Norte, cuando se les requiere, se asumen como mexicanos; ser negros les resulta un lastre. Es decir, antes cultura y educación que apariencia. En ese sentido, debemos aceptar que el Estado mexicano impuso su visión, condensada en la estúpida enunciación de Vasconcelos acerca de la raza cósmica. Y pensadores tan inteligentes como Octavio Paz, por ejemplo, reprodujeron y difundieron esa visión en los últimos años con uno de sus libros más leídos, sospecho: El laberinto de la soledad. O el tan llevado y traído León Portilla, que pretende hacer como que no ve tantos africanos en muchos siglos, aportando a la economía, a la cultura, a la historia, en fin. El Estado (y hasta uno mismo, y no sé si yo más que otros u otros más que yo) lo sabe bien (digo, si acepta esta idea de pensar en él como un ente provisto tal vez de individualidad o algo parecido): divide y vencerás. De allí viene la etiqueta “afromestizos”,con que se pretendió y se pretende incluirnos; discriminatoria también, pues no permite ubicarnos temporal y geográficamente.
3.- Descalifico injustamente. Dígame, ¿se puede descalificar justamente? Yo creo que sí, y eso hice. Y digo lo que digo porque he visto con estos ojos, he escuchado con estos oídos, he palpado con estas manos y he dicho con esta boca lo suficiente para enjuiciar así, ipsofactamente. Me gustaría ser optimista y concederles el beneficio de la duda, pero uno ya conoce a Quecha. Sé que entre tanta gente que intenta intentos o esfuerzos existen quienes no se sentirán descalificados porque no andan en busca de cotos de poder, de dineros, de fama y prestigio, arropados en la cobija de los pobrecitos negros que tanto han sido discriminados y que ahora sí van a ver llegar su salvación. ¿De verdad la gente de la Costa Chica –negros, indios, mestizos y cuanta alcurnia exista– quiere ser salvada o insertada al progreso, a la civilización, al buen vivir? ¿De verdad los pobrecitos negros somos víctimas, pasivas víctimas, de tantos siglos de vejaciones, desgracias y ecéctera? Le aseguro que esa camisa es de quien se la ponga, como dijo don Beto García: El que tenga su burro que lo amarre, y el que no, que no. Por mucho que pretendan descalificarme por mañoso, eso no me convierte en mañoso, digo, por decir algo. Pero hago una precisión: Cuando el negro sabroso de Israel Reyes Larrea me descalifica me llama puto y borracho (lo que más me duele es que no soy ninguno de los dos) porque le recriminé que le lamiera las patas a Ulises Ruiz por darles una revista pinchurrienta y chafa (como ve, ya estoy cali-descalificando una pinche y chafarrienta revista; si no está de acuerdo con estos califi-descalificativos, la revisamos punto por punto y le expondré mis argumentos para ver si me excedo o apenas me acerco). En respuesta, yo nunca le he reprochado al casto de Israel su planta de puto porque creo que es parte de su geografía, ni menos he puesto en duda la masculinidad de Sergio Peñaloza, aunque él quiso demandarme porque algún día escribí que profesores de su preparatoria utilizaban su condición para seducir a estudiantes, y califiqué-descalifiqué de inmoral esa conducta.
4.- No desperdicio mis energías en minimizar el esfuerzo de otros; de hecho, mi chamba cotidiana consiste en cierto modo de parasitismo: me dedico a exaltar el esfuerzo de otros, sea en forma de notas, de reportajes, de foto reportajes, de artículos, ecéctera. Por ejemplo, el otro día me preguntaron en la radio que por qué yo ando diciendo que Ismael Añorve fue un gran músico de la Costa Chica (maestro, entre otros, de Álvaro Carrillo) o cómo es posible que yo crea que Los Cumbieros del Sur, precisamente su rola “Estoy sufriendo por ti” debe considerarse como poesía o por qué me atrevo a afirmar que la versión de Foncho Rendón del Corrido de Fan Chanito es una joya de la música nuestra, y cosas por el estilo. Le diré una cosa: califico y me pagan por ello, de eso vivo, pero procuro actuar con honestidad; por eso, mal haría en ensalzar esfuerzos que percibo como fraudulentos. Es posible que se crea que es el rencor y no la experiencia la que me impele a hacerlo; tendría conocerme para coincidir o no con estas apreciaciones, que en frío suenan a mala leche y pedantería, pero esos son riesgos de opinar, de emitir juicios. Además, vendo periódicos de casa en casa con el objeto de llevar a la gente información que le permita entender qué pasa en su región y encienda –optimista de mí, ¿ve?– en ella una esperanza o tienda un puente para coincidir e incidir en lo colectivo.
5.- Y no soy un desesperanzado; soy un comprometido. Conmigo y con lo que creo. Digo que estos son procesos que tenemos que vivir como pueblos costeños. He trabajado desde los ochenta en diversos grupos que pretenden cosas para todos y he aprendido que uno encuentra compañeros por unas horas, por unos días, por unos años o por toda la vida, y que lo que nos hace persistir en esas compañías son los intereses que se comparten, no otra cosa, palabrería aparte. Me considero optimista, por eso sigo insistiendo en conversar cotidianamente con mis vecinos y amigos para organizarnos y buscar soluciones a nuestros problemas comunes (de los cuales seguro usté ya tiene conocimiento), como la corrupción, la inseguridad, la pobreza, en fin, nada que no se sepa y no sea el pan de todos los días. Le aseguro que cultivo la solidaridad con enjundia porque creo en otros que no siempre coinciden conmigo pero que están en las buenas y en las malas, hasta para ir a un mandado.
6.- Y disculpe si sus oídos escucharon estas groserías o improperios. Estaba tan metido en esta conversación con Marco que ni cuenta me di que otros me escuchaban, y no pude sacar a relucir mis palabras más domingueras y simpatizantes. Le prometo que procuraré ser más cuidadoso e invocaré más el consejo de la ternura que de la ira.
Más en fin, se agradece la charla... Quedo de usté, su ZZZ...
E. Añorve.

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Hola a todos.

Sin pertencer a alguna organización, peros siendo medio negro ymedio indio(Saltapatras) quiero sumarme a esta discución que ojala nos pueda hermanar de verdad, sin agandalles, ni protagonismos. Vale.
He observado con curiosidad el comportamiento y diversidad de estas organizaciones. En los días de semana santa me invitaron a participar en un foro sobre la tercera raíz en Oaxaca , organizado por gente de la UNAM. Desafortunadamente no pude ir, sin embargo, quise reflexionar como negro, como veo que lo hacen los de estas organizaciones, y la neta no pude. Siendo de color negro, también me siento mixteco de Huazolo y me siento blanco de Ñutende. Sin embargo, quise reflexionar sobre conductas aberrantes, que no solo se dan entre los que viven en los bajos, también en gran medida entre los mixtecos y los llamados mestizos: el machismo, la homofobia, la misoginia que son exaltadas en nuestras expresiones culturales. Las chilenas, nuestras danzas, nuestra poesía, nuestra forma de hablar, las que colocamos en un altar con aparente buena intención de que sigan imperando mientras vemos humillados a los de siempre.
¿Han puesto atención a la vida de las mujeres negras de Posa Verde (José María Morelos... que pinche nombre), del Jiote, de la Boquilla, etc.; han visto el comportamiento de los hombres de estas comunidades donde el machismo es la moneda de uso y ay de aquel que no le entre a los estereotipos? Creo que no es nada edificante, y conociendo el rumbo, es entre a los habitantes de los bajos donde estas expresiones estereotipicas se ven con mayor recurrencia e intensidad. Creo que es por ahí donde las organizaciones sociales de los llamados, pomposamente, pueblo negros, deben de trabajar para terminar con estas lacras y decirle no,!NO¡ a la expresiones culturales que fomenten la discriminación de siempre, así sean las mas "autenticas", las "muy propias" y como le quieran llamar, con todo lo negro que sean,por ejemplo, el más a la mano: "la minga" de los diablos. Esto en gran medida ayudaría a la reflexión propia y colectiva, como individuos y como organizaciones, para dejar de reproducir estos patrones culturales, quien sabe de qué raza, pero si propios de una dominación machista que se "enseñora" por nuestro rumbo.
P:D "Soy el negro de la Costa de Guerrero de Oaxaca, no me enseñan a matar porque sé cómo se mata, en el agua se lazar sin que se moje la riata...." Del negro machista Álvaro Carrillo, que por supuesto, como poeta y músico tiene mejores cosas que "esta linda chilenita" ¡Chale!.

Para todos
Misael Habana de los Santos.

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Por cierto, niña, se me olvidó decirte que se incurre en reduccionismo cuando se pretende la inclusión de los pueblos negros y no se acude a la definición de pueblos originarios (constitucional también), pues, finalmente, los costeños descendemos de pueblos que existían antes de la llegada de los conquistadores... ¡Que los ilumine Exhú para que noten la distancia entre uno y otro concepto!

E. Añorve

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