11 de agosto de 2013
CUAJINICUILAPA, GRO.
EDUARDO AÑORVE
Desde la semana pasada y hasta la
presente, una veintena de trabajadores del Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI) están realizando una prueba piloto en algunas comunidades y
colonias del municipio de Cuajinicuilapa con miras al Conteo de población y
vivienda 2015; en el cuestionario se incluye una pregunta relacionada con la
pertinencia cultural de los costeños: si se consideran o no afromexicanos o
descendientes del pueblo negro.
Esta cuestión ha llevado a varios grupos
pro afromexicanos que procuran la inclusión de este pueblo en la Constitución
mexicana a practicar un activismo político para conseguir que la población
responda favorablemente a esos intereses, llegando a una abierta manipulación
de la información que difunden, misma que muestra ignorancia de la historia y
la cultura que dicen promover.
Por su parte, personal del INEGI asegura
que su actuación en el municipio tiene objetivos meramente técnicos y alejados
de la política.
Y entre la población del municipio,
excepto entre los encuestados, el tema pasa desapercibido o se mira sin interés
por no enterarse.
Confundiendo desde el
principio
A fines del mes de julio pasado, la
diputada federal por el Partido de la Revolución Democrática Teresa de Jesús
Mojica Morga declaró que en agosto el INEGI iniciaría un censo a afromexicanos
en Guerrero. Era el 24 de julio, en la cancha pública de San Nicolás, municipio
de Cuajinicuilapa.
Y se siguió repitiendo en algunos medios
informativos foráneos al municipio y al propio estado de Guerrero que, “en un
hecho histórico”, el INEGI realizaría un censo de afromexicanos en el municipio
de Cuajinicuilapa del 6 de agosto.
Ese “logro” se lo atribuyó la diputada
Mojica Morga, a pesar de que esta iniciativa por contabilizar a los
afrodescendientes de la Costa Chica de Guerrero y de Oaxaca y de otros estados
del país, incluido el D. F., viene haciéndose desde hace años.
En un boletín de la bancada del PRD en
la Cámara de Diputados federal, fechado en 5 de agosto de 2013, se lee: “La
Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobó el punto de acuerdo
propuesto por la diputada federal del PRD Teresa Mojica Morga, en el que se
exhorta al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y a la
Secretaría de Educación Pública (SEP) a incluir a la población afromexicana en
el levantamiento de la información para el Censo de las Escuelas, Maestros y
Alumnos de Educación Básica y Especial 2013”.
Años antes, en esa misma petición al
INEGI habían participado instituciones como la Universidad Autónoma Nacional de
México, a través del programa México, una
Nación Multicultural, el Consejo Nacional para la Prevención de la Discriminación,
además de organizaciones locales, como México Negro, A. C., África, A. C.,
Época, A. C., Costa Verde, A. C. y Movimiento Nacional Afromexicano, A. C.; es
decir, es una iniciativa que viene de lejos y desde muchos actores políticos.
Ahora, la primera semana de agosto,
activistas del recién nacido Colectivo Nacional Afromexicano (Conafro),
encabezado por la diputada Mojica Morga, distribuyeron un documento tríptico en
el que se preguntaba: “¿Sabías que el próximo mes de agosto el INEGI aplicará un
censo poblacional en Cuajinicuilapa para contabilizar a todos los
afromexicanos?”.
Y aunque comenzaron a fines del mes de
julio sus labores de “información” y “sensibilización” de las poblaciones donde
se aplicaría esta prueba piloto para conseguir una respuesta favorable a la
causa, todavía en los días de aplicación del cuestionario se dedicaron a
entregar documentos trípticos a la gente para que supiera ‘cómo responder’.
Incluso, en la local Radio Unisur se
dedicaron varias horas al mismo propósito.
INEGI: trabajamos sólo aspectos
técnicos, nada político ni que se le parezca
Por su parte, personal de INEGI, que
inició sus trabajos el pasado martes 6 de agosto en el municipio de
Cuajinicuilapa, hizo la precisión de que no se trataba de un censo sino de una
prueba piloto en algunas comunidades y en la cabecera municipal, siendo en ésta
en algunas colonias; es decir, la prueba piloto no se aplicaría a toda la
población del municipio.
La información se está levantando en
cuatro entidades del país: Sonora, en San Luis Río Colorado; Campeche, en
Hopelchén; en la delegación Miguel Hidalgo del Distrito Federal; y en
Cuajinicuilapa, estado de Guerrero.
El cuestionario de esta prueba piloto
tiene preguntas relacionadas con el tema de los afromexicanos, entre otras
preguntas que también son de interés del INEGI para ponerlas a prueba, las
cuales se utilizarían en el Conteo de población y vivienda de 2015.
Las comunidades y lugares en las que la
veintena de trabajadores eventuales de INEGI está aplicando el cuestionario son
El Terrero, San Nicolás, El Cuije, Montecillos, algunos ranchos y algunas
colonias y barrios de Cuajinicuilapa, donde supuestamente se concentran los
afromexicanos.
En esta prueba piloto se incluye una
pregunta para conocer la auto percepción ‘étnica’ de los cuijleños,
preguntándoles si se consideran afromexicanos o no.
Y aunque reconocen que hay
organizaciones, asociaciones e instituciones y autoridades “muy interesadas” en
tener datos sobre la población afromexicana, el INEGI asegura que la relación
con ellas es meramente institucional, como en otras ocasiones que las
autoridades locales apoyan con proporcionarles un sitio para trabajar y algunos
materiales.
Respecto del personal que se dedica a
aplicar las encuestas, en el que se incluyen trabajadores del Ayuntamiento, la
respuesta es contundente: “Todo el personal lo contrata el INEGI; si trabajaron
antes en el Ayuntamiento, cumplieron con el perfil y están trabajando ahora
para INEGI, con tiempo disponible, según el contrato”.
Y también enfatizan que el INEGI no
interviene en cuestiones de política, se dedica meramente a realizar
actividades técnicas; incluso, los propios datos que se generarán por esta
prueba piloto serán analizados por sus instancias internas y los resultados
serán manejados por ellos mismos, no habrá resultados abiertos, sino que se
utilizarán sólo para la funcionalidad de las preguntas y temas afines.
Ignorancia e desinformación,
a todas luces
La campaña de manipulación de la opinión
de quienes serían incluidos en esta prueba piloto, denominada
“sensibilización”, padeció de ignorancia de la historia y de insensibilidad,
cuando, por ejemplo, se afirmaba por escrito y por la radio que los
afromexicanos “son todos los mexicanos descendientes de los negros provenientes
del continente africano que viven en comunidades y poblaciones como
Cuajinicuilapa, Guerrero, pero también en los estados de Oaxaca, Veracruz,
Chiapas, Tabasco, Campeche, Coahuila, Sonora, Durango, entre otros”, como si
estos individuos no hubiesen sido esclavizados y raptados de sus lugares de
origen.
Es decir, una especie de
“blanqueamiento” de la conciencia histórica, donde el crimen y el drama se
expurgaran.
Luego, afirman que “el término de
afromexicano fue definido después de numerosos foros donde organizaciones sociales,
investigadores, activistas y organismos internacionales decidieron llamarse así
para afirmar el origen de sus ancentros, pero al mismo tiempo la nacionalidad a
la que pertenecen, la mexicana”, afirmación confusa y falsa, toda vez que el
término en cuestión es anterior a la existencia de este movimiento, algunos de
cuyos miembros se resistían a asumir el término en lugar de otro que
preferían: “negro”.
Sobre la elección de Cuajinicuilapa para
realizar “el censo” se argumentaba que “Cuaji es considerada la capital de los
afromexicanos y es uno de los municipios donde habita el mayor número de
población negra”, información igualmente confusa y errónea: en principio,
Cuajinicuilapa no es la capital de los afromexicanos ni es uno de los
municipios con mayor número de “población negra”, mérito que tal vez deba
corresponderle al de Acapulco, si fuera el caso.
También se incurre en el consabido error
de equiparar un término territorial, “afromexicanos”, con otro ideológico,
cuando se dice “población negra”.
Manipulación sin más ni más
Bajo el apartado de “¿Qué debo hacer
cuando un encuestador de INEGI toque a mi puerta?”, el Conafro recomendó: “Si
tú eres de origen afromexicano debes ser honesto y reconocerte como tal, ya que
sólo así el gobierno sabrá cuántos son y donde viven”, como si quienes
elaboraron esta información fuesen forasteros y no los propios activistas
afromexicanos demandantes del reconocimiento constitucional.
Y como si fuesen un partido político,
los políticos del Conafro prometían que a partir de “el censo” se resolverían
los problemas económicos y sociales de los afromexicanos, aunque, de nuevo,
ejerciendo esa manipulación desde fuera: “Sólo sabiendo cuántos son serán
incluidos en las políticas públicas, acciones afirmativas y programas de ayuda
gubernamentales, para tener acceso a mejor educación, servicios de salud, agua,
luz, caminos, drenaje, apoyos en actividades productivas, financiamientos,
atención especial a mujeres, jóvenes, tercera edad, otorgamiento de becas,
apoyos directos, programas de capacitación, entre otros aspectos importantes
para su desarrollo económico y social”.
Y enunciaban la pregunta central: “De
acuerdo con su cultura e historia, ¿alguna de las personas de esta vivienda se
considera descendiente del pueblo negro o afromexicano?”.
Y recalcaban: “...el Colectivo Nacional
Afromexicano (Conafro) está integrado por organizaciones sociales,
instituciones educativas, instancias gubernamentales, presidentes municipales,
diputados locales y diputados federales trabajando en un frente común para que
la identidad, historia y cultura de los afromexicanos sean reivindicados, que
sean visibilizados por el Estado, que sus derechos humanos sean respetados y
que sean reconocidos constitucionalmente como la tercera raíz cultural de nuestro
país”.
La prueba piloto,
¿instrumento político?
Y aunque personal de INEGI negó que ese
instituto actuara con normas que no fueran las meramente técnicas, sobre todo
negando una actuación con intereses políticos, el hecho de que el subsecretario
de Asuntos Afromexicanos del gobernador del estado Ángel Heladio Aguirre Rivero
diera “el banderazo de salida”, la mañana del martes 6, a los encuestadores,
pone en entredicho su supuesta imparcialidad.
También estuvo presente en ese acto
inédito (en el sentido de que cuando menos en el municipio el INEGI nunca diera
banderazo de salida o algo parecido) un regidor del Ayuntamiento de
Cuajinicuilapa, miembro del Conafro.
Por otro lado, también estuvieron
presentes personal al servicio del Ayuntamiento y estudiantes de la Unisur,
organismo e institución interesados en una respuesta favorable a la pregunta
sobre la pertinencia étnica de los cuijleños.
Entre todo ello, desde Radio Unisur se
arenga a los escuchas: “La valentía, el honor, la arrechura, la sabrosura, son
las características del verdadero y el auténtico afromexicano”, o: “No te
doblegues ni te dañes a ti mismo: somos un territorio afromexicano”, o: “No te
avergüences de ser negro. Cuajinicuilapa, Guerrero, patrimonio afromexicano”.
Claro que no todo mundo tiene aparato de
radio en el municipio; tampoco todos quienes sí tienen escuchan esa estación.
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