De chilenas, corridos y otros tópicos de músicos en Cuajinicuilapa
6 de septiembre
EDUARDO AÑORVE
Hace más de un año se reunieron en Cuajinicuilapa varios músicos y creadores de este municipio, de Ometepec y de Llano Grande La Banda para realizar una tocada; antes de la actuación musical, conversaron el pintor Jaime Ignacio López, los músicos Jorge Añorve, de Zambú, Martín Mateos Lagunas, de Proyecto Dos, Guillermo Sandoval, de Magia Digital, Juan Pega Saguilán, y este reportero sobre chilena y corrido costeños.
En esa plática entre músicos se trata un tema polémico, la vigencia de la chilena, además de abordarse subtemas ligados a ella; por otro lado, se habla también de la corrección o incorrección de las letras de la chilena que utilizan palabras calificadas por los moralistas como groserías o malas palabras.
Jaime Ignacio: Yo me metí en una bronca diciendo que la chilena está moribunda; ustedes, ¿qué opinan?
Jorge: Yo considero que la chilena va a vivir mucho tiempo. Lo que pasa es que tenemos muchos ataques por parte de la comercialización y nuestros chavos oyen música extraña, pero en la sangre llevan la chilena, no la pueden olvidar. Un chavo cholo, después de las doce de la noche, ponen las chilenas y… con todo y gorra patrás y todo… está bailando la chilena. O sea, eso ya lo lleva en la sangre.
Guillermo: La chilena es un ritmo que no se puede olvidar, que va a continuar, que es una música tradicional, de aquí, de la Costa de Guerrero y Oaxaca.
Martín: La chilena va a seguir, como dijo Jorge; sin embargo, considero que el ataque, también, es, además, de culturas gringas, como, por ejemplo, ser cholo. También está el ataque de la tecnología, que yo soy parte de eso porque he desplazado a varios músicos usando mis teclados electrónicos y, entonces, de esa manera se va deformando un poco, pero, al fin de cuentas, el objetivo, el origen, el meollo del asunto de la chilena…
Jaime: ¿Si se tocara con instrumentos eléctricos sería siendo chilena?
Martín: Sí; sin embargo, también pongo mi granito de arena en el rescate porque me uno al grupo del profe Jorge, Zambú, donde tocamos instrumentos exclusivamente acústicos y prehispánicos e, incluso, haciendo ese rescate para que no se pierda.
Pega: Pues, la chilena está viva, la chilena es la Costa Chica, de Guerrero y de Oaxaca, porque, a veces, dice uno: Sestá perdiendo la chilena. Los chavos, la pura verdad, están desorientados, no saben ni dónde viven ni cómo se llaman, no, pues, ellos son cholos únicamente, son cholos, pero no saben ni lo que es cholo, porque el pantalón cholo, no a cualquiera le queda el pantalón. Por ejemplo, habemos muchos que estamos así, la barrigota por acá. ¿Cómo te va a quedá’ un pantalón cholo? Lo quieres usar en la colita: se te va a caer, necesitas meterte dos cintos porque, con uno, no lo va a sostener…
Jaime: Y tener nalguitas…
Pega: Exactamente. Pero están lisos como yo, y no, no queda. Así la chilena. La chilena nunca va a morir.
Eduardo: Casi no hay chilenas nuevas que peguen. Sobre Cuaji hay un montón de chilenas, pero se oyen un ratito y luego se apagan. No hay chilenas como El toro rabón, Pinotepa, Ometepec, La sanmarqueña que son chilenas que se tocaron y se siguen tocando…
Guillermo: Quedaron clásicas, se hicieron clásicas, y ésas son las reales chilenas que las oyes de nuevo y son las buenas, porque las nuevas, un ratito, como dices, y ya se dejan de oír.
Eduardo: Varios de ustedes son compositores; ¿qué es lo que pasa, cómo explican eso?
Guillermo: Sí, pero yo no soy del ramo de componer chilena, la verdad es ésa, mis inspiraciones son de componer baladas o cumbias y todo eso, nada más. Me gusta oír chilenas y hasta la canto, también, porque me gustan, son bonitas, son de aquí, de la Costa, son la tradición de la Costa Chica.
Jaime: Jorge, entonces, ¿tú supones que la chilena es un género vivo? Algunos creen que no, por eso es mi pregunta.
Jorge: Sí. Lo que quizá nos ocurre y está sucediendo es que hay diferentes tipos de chilenas, ¿no? No es lo mismo escuchar chilenas que tocan de este lado, de Oaxaca, o más arriba que aquí, en Cuaji. Yo creo que por ahí va la situación. La forma cómo escribieron las chilenas que llaman ahora clásicas, yo creo que eso es lo que le da el estatus de chilena. Pero yo creo que es chilena la que componen en cualquier pueblo, yo la considero chilena aunque no tenga las metáforas, la belleza rítmica y métrica que le pusieron a otras chilenas, ¿no? Acapulqueña linda, por ejemplo, no sé, otras chilenas.
Eduardo: Chilenas como Adiós Cuajinicuilapa le gustan a la gente, ¿por qué será?
Jaime: Hay distintas maneras de ver la chilena, ¿no? Hay un chilenero que se siente ofendido por esa chilena, me ahorro el nombre, pero hay alguien que se siente ofendido porque la considera…
Jorge: Esta chilena nace porque, en una convivencia en la que estaba presente Benjamín, y yo, siempre nos la pasábamos tomando cerveza; entonces, dijimos: Vamos a hacer algo para Cuaji, ¿no? Una chilena. Y empezamos: Hay gente prieta, hay baches, no hay agua; entonces, queríamos reírnos de nuestra realidad y, pues, decir la realidad, y eso lo logramos, pero nunca fue con el sentido de: Vamos a hacer una canción para que pegue, para que suene en la región. No, fue una que nació jugando. Ahorita la toca Siglo XX, la tiene grabada por ahí. Es la comercial…
Martín: ¿Es comercial o quieres hacer la anticomercial?
Jorge: Es la light.
Jaime: ¿Está censurada, por casualidad?
Jorge: Sí, está censurada...
Jaime: ¿Le quitaste el verso…
Jorge: Le quitaron ellos…
Jaime: Y, ¿por qué lo admitiste?
Jorge: Pues, no hay chance de estar discutiendo. No tengo pa’l pa ir a Ometepec a decirle: Oye, así no es. A Chiro, que, quiero decirlo, no me regaló un disco, un casét. Mi mamá andaba comprando en el mercado para mandarle a sus parientes, que esa chilena estaba ahí.
Eduardo: Porque ése es otro problema: los músicos componen, y algunos grupos les graban sus canciones, y se vuelven famosas, pero a los compositores no se les toma en cuenta, no perciben nada, no ganan nada. Yo hablaba con Estaban Bernal hace cinco días y me decía lo mismo: Yo no he ganado ni un cinco de todo lo que he compuesto, como regalías.
Martín: Quisiera agregar, en cuanto a la chilena del profe Jorge, que es más llamativa en la parte que censuran; cuando se habla del palito de otate [En el zócalo de Cuaji/ hay un palito de otate/ donde siempre se reúnen/ los putos y los mayates.], a la gente le causa más euforia. Considero también que eso es parte de lo llamativo. Y de un tiempo para acá, los grupos empezaron como que a destaparse y a decir…
Jaime: Es una forma de hacerlo vigente, de hacerlo nuevo, contemporáneo, ¿no? Yo te invito a que la recuperes como es, si no, me avergüenzas, pinche Jorge.
Guillermo: Como debe de ser, porque si es la parte llamativa y la hicieron a un lado, hay que cantarla completa, a la gente le va a agradar, le va a llamar la atención muchísimo.
Eduardo: Posiblemente. Allí se equivocó Siglo XX porque, finalmente, eso hubiera hecho que tuviera más éxito, habrían vendido más discos…
Guillermo: Sí es cierto, con esa parte que le quitó, no pensó en… Ahorita, las canciones que tienen partes chuscas son las que agradan más; entonces, ¿por qué vamos a quitarle esa parte a la chilena? Hay que cantarla completa, hasta se le puede poner más si es posible; claro, si lo permite Jorge.
Martín: Yo he escuchado unos temas, del señor Guillermo, que le ha estado agregando esas partes…
Jorge: Él no dice: culo, dice: ulo…
[Risas]
Eduardo: Es lo que le decía, que sus canciones son: la negra sabrosa, la negra caliente, puras eróticas, ¿o de qué?
Jaime: Pero, acá es el puro albur, ¿no?
Guillermo: Ésa grabación la hice de esta manera: como no pensando en un pegue, en un éxito. Lo hice, dije: Voy a invertir, y voy a hacer esta grabación… No pensando en que iba a tener un éxito, así. Ya he grabado e invertido dinero tanto tiempo y nunca me ha funcionado nada. Y ahora que grabé esto, así como al desmadre, fue el pegue. ¿Qué es lo que pasa allí? Que a la gente le está agradando el desmadre…
Jaime: Aprenda, Jorge, no deje que le censuren.
Pega: Esa chilena, pues, al principio se escuchaba mucho, la chilena, pero, como viene Jorge y deja de cantar, que porque se le fue Benja, que porque el otro compañero ya no quiere, así que, en fin. Cuando hace uno una chilena y está pegando, tiene que continuar. Compuse la Cumbia del sastre… porque yo soy sastre… tuvo pegando mucho esa cumbia, pero como no la anoté se me olvidó. La chilena es como la mujer: regañala, mandala. Sí. Llegar noche. Si es mezquina la mujer, hay que robale, robase uno mismo. Si gana cien pesos, dígale que gana ochenta, los veinte pa usté…
Eduardo: Pero, estos músicos no hacen así, llegan temprano a su casa, no beben…
Pega: Guillermo es uno…
[Risas]
Pega: ¿Por qué crees que Guillermo, cuando la agarra, cuántos días dilata, Guillermo? ¡Tres días, cuatro días! ¿De ónde va a agarrar? Pues, de lo que enmina, y ahí va sacando poco a poco. La mandas a las tortillas sin tener hambre, ya, aruña [agarra dinero] y ya: Vieja, ahorita vengo. ¿A qué va? Pues ya lleva. Sí, así es la cosa…
Jaime: Hablemos del corrido un poquito, que aquí está muy vigente, ¿no?
Eduardo: Precisamente, hace rato escuchaba yo corridos de hace cuarenta, cincuenta años, que canta el maestro Pega…
Pega: [Canta a capella]: Voy a cantar un corrido,/ señores pongan cuidado,/ Colón se metió a Maguey/ con la fuerza del estado.// Lloraban los chamaquitos,/ lloraban amargamente./ Robaron el pabellón/ del señor Abram Prudente…
Eduardo: Maestro Pega, ¿de qué trata, el corrido ése?
Pega: El corrido del señor Moisés Colón, [que] ‘taba unido con la policía del estado. Primero[1], los mañosos eran los poderosos, no era el gobierno, sino que eran los mañosos. Entonces, el señor Moisés Colón se unió con la policía del estado, con el gobierno, y entraban a los pueblos: se llevaban ganado… así… por ejemplo, si estaba su ganado amarrado como allí, lo agarraban y… Oye, ellos eran la ley, andaba con el gobierno; y luego, muchos pistoleros, ¿quién les iba a poder? Ya, después, la ida de Moisés Colón, de Mártires de Tacubaya, fue porque le ‘tuvo robando un ganado a la familia Pérez, y esa familia Pérez ‘taba endemoniada, tenían pacto con el diablo, entonces, por más que le tiraban, como allí, no le pegaban ni al caballo ni a ellos; y ése sí, ése sí los correteó: por allá lo mataron, por Cayaco. Muchos quieren corrido: Compónme un corrido. Les digo: Mátete con alguien pa’ componételo.
[Risas]
Guillermo: Pa’ que salga bueno.
Pega: Sí, pa’ que salga bueno. Yo apenas compuse un corrido del señor Tomás Cruz, en paz descanse, de San Francisco El Maguey, un líder que defendía, pues, a su pueblo. Pero, vengo y le pongo que mató a [Juan] Chanito Rodríguez, el de San Nicolás; dice su hijo: No, no, quítale ese versito. ‘tonce’ ya no es corrido. Ora, fue pistolero de Indalecio Añorve, el rico de Guajintepé; le pongo en un versito que fue pistolero. Dice: No, ponle que fue compañero. [Responde:] No, ya no me sale el corrido. Ya no es corrido, ya está desviado.
Jaime: Entonces, el corrido debe oler a pólvora y a sangre.
Pega: Claro, así debe de ser, porque si no, no es corrido. Nomás que, usté, si es mañoso, ya sale el corrido, ¿va? Que le robó al maestro Jorge, aunque sea lápices o el cuaderno, a ve qué le robó, y ya salió. Sí.
Eduardo: Y, ¿en el caso del corrido de Roberto Álvarez?
Pega: Ése fue corrido porque, Roberto Álvarez, con una botella, le picoteó tantito y como le salió… yo creo que fue en vena… mucha sangre, así que al verse dijo que iba, pues, cuaja’o, pues… y ya, el corrido nace. Pero, claro… un corrido que jue campesino, que no hizo nada, que nomás porque era campesino, pues no tiene chiste. Alguien quien robó, lo mataron, pues, ya ése es corrido. O arrancó…
[Al grupo se suma el músico Teo, compañero de Pega]
Eduardo: Estamos platicando sobre el corrido, si está vivo el corrido, si se sigue componiendo, si la gente lo sigue escuchando, si lo pide…
Teo: Bueno, yo pienso que, hablando de corrido, hablando de música, la música siempre estará viva, nosotros mismos le damos vida a la música, los que interpretamos. Los que nos dedicamos a esto tenemos que estar conscientes, primeramente, que qué es lo que nos gusta. En este caso, aquí en la Costa nuestra bandera es el corrido, yo pienso, no hay vuelta de hojas, y le damos vida nosotros mismos.
Eduardo: ¿Y la chilena, Teo?
Teo: La chilena es algo también que nada más de oírla a mí me hierve la sangre. Entonces, la chilena es algo maravilloso, es algo que adoptamos nosotros con todo el corazón. La chilena ya la hicimos nuestra; la tocarán en otras partes, pero aquí le damos un matiz especial nosotros. La chilena para nosotros también tiene un valor tan grande como el corrido, es nuestra, pues.
Eduardo: ¿Por qué la chilena no sale de la Costa Chica, a diferencia de la cumbia, como Ya me voy pa’ Carolina, por ejemplo?
Teo: Precisamente por los promotores: aquí no hay promotores de corrido ni de chilenas a nivel Costa, no los hay; por donde quiera que los busques, no los hay. Yo estoy cansado de buscarlos y aquí no los hay, hay en la parte norte de nuestro país pero aquí, en la Costa de Guerrero… ¿Cómo vamos a subir una escalera si empieza de la mitá pa’rriba? Así lo veo yo. Tiene que ser del primer peldaño; si esa escalera solamente tiene de la mitad para arriba, nadie la va a subir. Mi respuesta es ésa. ¿Por qué no rompe fronteras la chilena? Es por eso, no hay promotores aquí. Ojalá nos oigan a través de esta entrevista, ojalá alguien se interese, que aquí no hay promotores para la música de nuestra Costa. Yo quisiera que alguien viniera, se interesara y viera que aquí hay bastantes músicos buenos.
Martín: Yo voy a diferir un poquito del maestro Teódulo, o a darle un poquito de razón pero en otro nivel porque considero que aquí, regionalmente, sí, los productores de discos se interesan exclusivamente de chilenas y corridos. O sea, nosotros, como grupo, hemos intentado hacer una grabación y lo primero que te preguntan: chilenas, corridos, incluso vienen y te proponen: Quiero que grabes, pero quiero que grabes solamente corridos. O: Quiero que grabes chilenas y corridos. Entonces, yo creo que esos productores de discos satisfacen su situación económica en la región y ya no miran más allá, pero ellos. Pero aquí, regionalmente, sí tenemos esos productores, esos promotores que dice Teo.
Jorge: Miren. Yo nací en el Cerro de las Tablas, y para mí el Cerro de las Tablas es un paraíso. Bueno, el Cerro de las Tablas no ha cambiado desde hace treinta o cuarenta años, sigue siendo el Cerro de las Tablas que conocí. Pero, gracias a que la carretera no la han arreglado… el día que la pavimenten… porque tiene un río maravilloso… yo creo que se va a pudrir mi río. Yo considero que, de alguna manera, no está tan mal que no nos llegue tan rápido la civilización musical, que sigamos tocando a este nivel, de todas maneras lo disfrutamos. Y la gente que se interese, a nivel nacional, a nivel internacional, lo va a hacer, porque sí vienen algunos investigadores, sí viene alguna gente, pero no para darnos riqueza, ¿no? Con un disco ya te haces millonario, como ocurre con las compañías disqueras.
Eduardo: Efectivamente, el gran problema de la difusión de la chilena tiene que ver con el mercado: ¿Quién va a producir el disco? Los productores piensan en dinero. Si ven que algo está dando dinero, ya lo universalizan, lo pasan a todos lados…
[Se agrega al grupo otro músico y compositor, Chogo El Bandeño]
Eduardo: Chogo, bienvenido. Estamos hablando de la chilena… ¿Por qué la chilena sólo se escucha en Costa Chica?, te pregunto.
Jaime: Y cuando viene un gobernador, o hay eventos así, ¿no?
Chogo: Se ve desde un punto regionalista nada más, ¿no? No ha trascendido; a la mejor no ha habido precursores que la lleven un poquito más allá. O no se le ha dado la fomentación que se requiere.
Eduardo: Todo mundo conoce la chilena Ometepec, la chilena Pinotepa, la chilena Por los caminos del sur; o sea, son conocidas. ¿Habrá compositores que hagan cosas parecidas ahora?
Jaime: ¿Se están escribiendo las chilenas, ahorita, que van a ser escuchadas mañana?
Jorge: La sanmarqueña, La sanmarqueña no está a esos niveles, pero La sanmarqueña está desde tiempos aquellos y sigue estando. La chilena nació, digamos, de la gente pobre, en el buen sentido de la palabra, o la gente humilde o la gente de la tierra. Yo creo que llegaron los poetas y le agregaron la belleza. Trato de decir que…
[Risas]
Jorge: …la belleza de los libros, la belleza literaria… Porque, el otro día, Chogo decía: reventó el sol. Cosas de ésas, que las dice la gente en los corridos y no anda estudiando en los libros, lo dice naturalmente. Yo siento que la belleza de una chilena, que no está a nivel de Acapulqueña linda, no sé, no sé qué otra se me ocurre, no deja de ser… pienso otra vez en La sanmarqueña… sigue siendo una gran chilena.
Guillermo: Lo que pasa es que en aquellos años componían naturalmente, ése era el gusto que nacía del corazón, cuando componían una chilena, y la tocaban y le daban ese toque. Ahorita, en la actualidad, la gente se va actualizando, ya hay cosas más modernas, ya compone ya uno con otro tipo de cosas, de otras palabras, y ya no le da uno el toque anterior, que és es el real, chilenero, ésa es toda la verdá.
Chogo: Puede ser. Ahorita hay mucha competencia, ¿no? Los medios de comunicación, como que nos han orillado a nosotros, los que no tenemos la oportunidad de un apoyo que nos lleve a los medios. Como… esos fueron las bases, yo pienso, de la chilena, que tratamos de apegarnos los que pensamos que tocamos chilena. Yo pienso que toco chilena, no sé si toque chilena, yo pienso que toco chilena, pues no hay una escuela aquí que diga: ¿Sabes qué? La chilena es así, y así la tienes que tocar. Nos nace, y a los que somos líricos, a la medida de nuestros alcances, ¿no?
Martín: Jorge dijo hace rato: La chilena El poquilín.
[Risas]
Voces: No es chilena, no es chilena. Es un son.
Martín: Bueno: justificado.
[Risas]
Jorge: Yo nada más quiero decirle a Juan Saguilán Pega y a Teo, que me arrebataron el lugar allá, cantando… Boni y yo compusimos un corrido muy ligth sobre la naturaleza… así que nos dan una chinga y se llevan los mil pesos, ellos…
Una voz: ¡Tres mil!
[Risas]
Jaime: Eso calienta más…
Jorge: Desde entonces, cada vez que los veo no sé qué siento…
Pega: Pero, sea que el profesor Jorge hizo una: Viene y se compra un litro de aguardiente y se dirige conmigo, y me dice: ‘ora Pega. Le digo: Yo no vine a tomar, yo vine al concurso. Dije: A ve’ si me traigo los centavitos. No, viene éste… Agustiniano, el cortijano… fue a participar también… luego, pues, la agarró. Me dice: Oye primo, échame la mano. Le digo: No, yo vengo con mi compañero, yo no me voy a desviar. Va. Así que se fue, y a la primera de cambio’, luego, luego quedó mal y lo sacaron. Viene el profe Jorge… no era corrido, era una propuesta, sí, no era corrido, la pura verdá. El corrido es corrido, y una propuesta ‘ta como, por ejemplo: Oye, en Cuaji no echan l’agua. O: Esa basura no la tiren allí porque allí ‘ta prohibido. Eso era lo del profe Jorge. Digo: No, estos no ganan.
[Risas]
Pega: Estos no ganan, esto ya lo tengo yo en la bolsa. Y sí, pues, y pior que al final Chogo, siendo mi paisano, él ‘taba en la mesa, digo: Papacito. Y luego, Guillermo me dijo: Pega, ya tienen los tres mil pesos en la bolsa…
Jorge: Él regulaba [el volumen del equipo de sonido por el cual se transmitían los corridos], él le bajaba…
Guillermo: No, a mí me gustó el corrido, me gustó el corrido…
Jorge: No, él le bajaba cuando yo cantaba…
Guillermo: No, nada…
Pega: Dice Guillermo: Pega, de una vez dispárate una porque ya los tienen los tres mil. Sí, pues, cuando al rato empezaron [a calificar]… Bueno, ni modo. ‘taba bravo Jorge: Ninguno, ni pa’l jabón no sacó.
Martín: Allí, en ese concurso y en ese resultado podríamos resumir y comprobar realmente que los términos ya sofisticados, técnicos, que nosotros los músicos nuevos queremos emplear o refinar la música y eso, cometemos ese error. Dice Pega: Eso no es corrido, es una propuesta, ¿no? La vamos a aceptar también.
[1] Antes.
2 comentarios:
Descanse en paz el "pega", me acuerdo que de niño iba a cantar a el billar.
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