Rafael Rebollar (Internet)
El 4 de febrero del 2002, el Canal 22 transmitió al aire el documental “La raíz olvidada. La esclavitud en México” del realizador Rafael Rebollar, a quien entrevisto en su casa de Coyoacán en el D. F.
—¿El documental se refiere a...?
—El tema principal... pretende documentar la historia de la esclavitud en la Nueva España y, sobre todo, cuáles fueron las aportaciones de la población africana a la formación de la cultura y la nacionalidad mexicanas, ¿no? Cuáles fueron sus aportaciones culturales y económicas. Porque, finalmente, los africanos estuvieron por todo el país, incluso en el norte estuvieron trabajando en las minas, etcétera; no es como comúnmente se cree, que nada más en Veracruz y en Guerrero hay influencia cultural africana. En el siglo XVIII había más africanos que españoles en la ciudad de México. Entonces, se trata un poco de poner a consideración del público, de los espectadores...hacerles saber que la presencia de la población africana en México contribuyó de manera muy importante a la construcción de este país...
El 5 de diciembre del año pasado, en el Museo de la ciudad de México, el documental había sido presentado al público del Distrito Federal. En la invitación se anotaba que: “Este primer programa tratará el desarrollo de la esclavitud en la Nueva España. Se abordará el impacto de la presencia africana en la cultura, la sociedad y en la economía novohispana, y su integración durante los siglos XVI, XVII y XVIII”.
—¿Cómo se documentaron?
—Estuvimos trabajando en Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Puebla y en el Distrito Federal; hicimos una serie de entrevistas, nos apoyamos bastante con historiadores que están trabajando alrededor del tema, quienes aportan una serie de datos de tipo histórico. También vemos en acción a diferentes comunidades donde la huella cultural africana es muy clara.
La parte histórica está fundada en entrevistas hechas a estudiosos de la afromexicanidad en México, (como Gonzalo Aguirre Beltrán, Gabriel Moedano, Araceli Reynoso, María Elisa Vázquez, Adriana Noveda, entre otros) y en España (Javier Laviña).
—¿Alguna motivación particular de tu parte...?
—Yo me dedico a esto, hago documentales; he trabajado en México, fundamentalmente con comunidades indígenas; y tengo un especial interés por el trabajo con las comunidades, las poblaciones negras de México. Me interesa, básicamente, la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca; aunque también he trabajado algo en Veracruz, ya tengo un vínculo establecido con la Costa Chica, y quiero seguir trabajando sobre ello. De hecho, estoy preparando un documental sobre los tonos...
Me interesa el tema... me parece que es una historia poco conocida en México, yo creo es necesario que los mexicanos reconozcamos la aportación africana a nuestra cultura.
En 1992, Rebollar realizó el documental “Tercera raíz: danzas de la Costa Chica”, con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Los bailes y danzas abordados fueron: Los Diablos, del Quizá, Gro.; La danza de la conquista, de Cuajinicuilapa, Gro. (aunque en los subtítulos aparece como Tierra Colorada); Los apaches y La artesa, de San Nicolás, Gro.; El machomula y La tortuga, de Lo de Soto, Oax.; y Los tejorones y Son mixteco, de Pinotepa Nacional, Oax.
—¿Hay apoyo institucional? ¿Quién paga el documental?
—Son dos los documentales que he realizado sobre el tema; uno es éste, sobre la esclavitud en la Nueva España y la impronta cultural africana en México y otro es sobre una comunidad afromestiza que vive en Coahuila, que es la comunidad de los mascogos, quienes son descendientes de esclavos norteamericanos. Para la realización de estos dos documentales recibí el apoyo del Fonca y del Fideicomiso de Cultura México-Estados Unidos; el Canal 22 también participó como coproductor y algunos particulares como Alberto Castro, Yolanda Arizmendi y Fernando Valenzuela también metieron dinero; un canal norteamericano también hizo una aportación; y, bueno, el resto lo metí yo de mi bolsa. Ahora, lo que pretendemos es venderlo, recuperar los gastos hasta donde se pueda; de hecho, ya está en Estados Unidos en programa, está siendo distribuido allá, veremos que tal le va. La idea es recuperar para seguir produciendo.
—¿Cómo se difundirá?
—Aquí en México es el Canal 22 quien se va a encargar de difundirlo, porque ellos son coproductores. Estamos tratando de hacer venta directa al público, pero estamos analizando la opción. En el extranjero, estamos tratando de vender los derechos por su transmisión al aire, porque es la única manera de recuperar. Curiosamente, hay más interés en Estados Unidos que en México por el tema...
—¿A qué lo atribuyes?
—A que aquí en México, salvo el esfuerzo de un grupo de investigadores y de algunas gentes, la gente desconoce por completo esto, no lo considera importante. La versión de la historia oficial es que México es un país mestizo de indios y españoles; eso quién sabe qué signifique, pero, en todo caso es un modelo ideológico que ha sido promovido desde el Estado mexicano, desde el Estado del nacionalismo revolucionario: desde la revolución acá, los africanos no han existido. Entonces, en México, el trabajo de hacer documentales, de lo que sea, está subvalorado por completo; al margen de la opinión que mi trabajo merece, el trabajo de los documentalistas en México no tiene ningún valor, no hay mercado. Es mucho más factible pensar que se puedan recuperar gastos y tener mayor divulgación en el extranjero. La paradoja de México como país subdesarrollado que es, es que, muy probablemente, si llegamos a colocar estos materiales en Estados Unidos, entonces se va a divulgar de una manera masiva aquí mismo.
—¿Y el gobierno de Veracruz, de Guerrero, de Oaxaca...?
—Las instancias gubernamentales son dificilísimas, menos si no tienes el contacto. No les interesa; en términos generales, no les interesa, salvo excepciones de personas que sí apoyan este tipo de proyectos. A nivel institucional, creo que el gobierno de México apoya ciertas manifestaciones de este tipo por cumplir con una agenda que tiene que cumplir...
—¿Y el Canal 22...?
—El Canal 22 tiene presupuesto muy limitado; sin embargo es una ventana muy importante...
En el sitio web del Canal 22, la programación del documental se acompaña por el texto siguiente: “Especiales del 22: La raíz olvidada. Veracruz es un estado que conserva muchas de las costumbres heredadas por los esclavos africanos que llegaron en el siglo XVII a raíz del mestizaje y del comercio propagados por los colonizadores españoles. Este programa rescata los principales aspectos de la influencia africana en la actualidad veracruzana”.
—¿Y la televisión abierta?
—Bueno, tal vez después de insistir un buen tiempo logro que se transmita, pero a cambio de nada. Y tampoco estoy dispuesto a trabajar de gratis para ellos. No, digamos que a la televisión abierta le interesan las telenovelas, los noticieros y los programas de entretenimiento supuestamente cómicos. La lógica de la televisión en México es hacer la mayor cantidad de dinero posible de la manera más fácil posible. La cultura no es negocio para ellos; el día que descubran que la cultura es negocio, le van a meter, pero por esa razón; son muy obtusos, no ven más allá de sus narices...
En Estados Unidos el esquema es básicamente igual que en México, pero es mucho más amplio. Hay una gran cantidad de sistema por cable; de allá nos llega un montón de documentales, incluso sobre México, pero producidos por extranjeros. Entonces, vemos que allá sí hay mucho público interesado en ver este tipo de materiales, pero sale más barato comprarlos en el extranjero que producirlos acá. En México no ha habido ningún funcionario, ni público ni privado, que tenga la visión necesaria para decir: “Vamos a producir y vamos a exportar lo que producimos”. Salvo en los casos de los partidos de futbol y de las telenovelas, México no exporta nada.
—¿En Estados Unidos quienes lo están exhibiendo?
—No, en Estados Unidos lo están vendiendo un par de distribuidoras, hacen venta directa a universidades, al público, tienen un catálogo... Son Archivos de video Latinamericano y Film for Humanity. Es una distribución limitada, pero es una manera de penetrar en ese mercado. A ver si en algún momento hay posibilidad de vender los derechos de transmisión al aire... Estamos haciendo el esfuerzo de distribuirlo...
—En el video, ¿hay alguna propuesta, conclusiones para el espectador?
—Que las conclusiones las saque el espectador; nosotros le damos una serie de elementos: aquí hubo población africana, que entregaron su trabajo y su vida por la construcción de este país, de muchas maneras; y quedan una serie de manifestaciones culturales que tienen ese origen y forman parte de nuestra cultura nacional. Así como tenemos elementos europeos e indígenas, también están los africanos; además, ¿por qué no decirlo?, de muchos otras culturas.
—¿Dónde has encontrado esas manifestaciones culturales africanas, sus huellas?
—En la música, en la danza, en los rituales, en ciertas creencias, en la medicina tradicional, en la gastronomía... En el video mostramos lo que es más evidente; a los investigadores les toca puntualizar lo demás. Seguramente, en todo el país hay muchos rasgos culturales africanos que tenemos y que ignoramos; en Veracruz, en Guerrero y en Oaxaca, es muy fácil encontrarlos, son más evidentes...
—¿El color de la piel?
—Sí, pero esa es la cuestión racial, el fenotipo biológico, ¿no? Pero puede haber personas blancas o rubias que tengan antepasados africanos.
—¿Eres afromexicano?
—Culturalmente hablando, por lo pronto, sí. Forma parte de mí, reconozco que es una parte de mi cultura personal.
—¿Mestizaje, negritud...? ¿Cuál es la concepción que está atrás del documental?
—Bueno, México es un país esencialmente mestizo...
—¿Indios y españoles? ¿Afromestizos, afromexicanos...?
—Allí hay una gran discusión. Una investigadora norteamericana me preguntó el nombre de mi proyecto; cuando le dije que era “Afroméxico” se molestó y me dijo que no estaba de acuerdo, porque para ella, quiere decir que había una alusión muy directa a África. Yo le contesté que la cultura de los mexicanos no era una cultura pura que viniese de un solo lugar; finalmente, aunque haya regiones, todos los mexicanos comemos maíz, chile y frijol; y también los africanos, los indios, los españoles y los que me pongas aquí; y esos son rasgos culturales que compartimos; por supuesto que si mi padre es un alemán y yo como eso, yo participo de ese hecho cultural, soy mexicano. Entonces, si hay una gran cantidad de rasgos culturales que provienen de África, que influyeron en el desarrollo económico de la Colonia, todo eso me pertenece: uno se apropia de todo eso. Deberíamos hablar de un sincretismo cultural, pues. La gente mitifica: cuando habla de los indígenas, habla del conocimiento prehispánico; en realidad, los indígenas actuales tienen rasgos culturales prehispánicos, pero la mayor parte de esos rasgos son sincréticos; todos son católicos o evangélicos, no tienen una religión prehispánica. Se mezcla todo...
—Ser mexicanos es descender de indios y españoles...
—Esa es la versión oficial; el documental pretende plantear que existe la raíz africana...
—Es una crítica a la teoría del mestizaje....
—Claro, me parecer muy pueril y simplista decir que somos un mestizaje de indios y españoles. Los indios son muy diversos y los españoles también; no tiene nada que ver un tarahumara con un maya; y los españoles, en aquella época, un andaluz era más bien árabe y un gallego un celta, por decirte algo. Los españoles mismos provienen de un mestizaje intenso. Hablar de españoles e indios en general es un absurdo. Es un esquema ideológico que al sistema político mexicano le convenía para crear la sensación de nación, para fortalecerse como nación. En estos tiempos, subsiste, a nivel mundial, una intolerancia a la gente que es diferente a uno...
—¿Y en México...?
—Sí, por supuesto. Creo que en México hay racismo, pero...
—¿Crees o lo hay?
—No. Estoy seguro que hay...
—¿En el caso de los negros...?
—El caso más evidente... En México hay, según el gobierno, cuarenta millones de pobres; es decir que, en realidad, hay como setenta millones de pobres, de los cuales hay veinte o treinta en extrema pobreza, los diez millones de indígenas son los más jodidos todavía, y no es casual que así sea... Si eso no es producto del racismo, no sé de qué lo pueda ser...
—Con los indígenas es muy evidente, notoria. En el caso de los afromexicanos, ¿hay racismo?
—Sí. Históricamente fueron esclavos. Los frailes que protegían a los indígenas, Bartolomé de las Casas, Motolinía, y muchos otros de los que tenemos una imagen de humanistas, tenían a su servicio su docena de esclavos, ¿no? Ja, ja, ja...
—¿Y en la actualidad?
—Yo creo que existe una serie de estereotipos culturales respecto de los negros aquí en México. A mí me llama mucho la atención, por ejemplo, cuando platico con amigos mixtecos en la Costa Chica, cuando me platican: “No. Los negros son diferentes, los negros son flojos, los negros tienen mucho poder sexual”. A pesar de que también están en desventaja ante el sistema, tienen sus estereotipos culturales muy precisos y muy determinados acerca de cómo son los negros; y me llama mucho la atención porque esos prejui... ese tipo de nociones conducen a una forma de racismo...
—¿Y a nivel nacional?
—Esa, mas bien, es una pregunta que yo le haría al público, a ti mismo: ¿Tú crees que hay racismo en la Costa Chica hacia los negros?
—Cuando tú realizas un documental sobre negros que, además, tiene como antecedente el de la tercera raíz, de algún modo estás...
—Estamos empezando a hablar del tema; no importa que a nivel oficial no se haga. Ya hay un grupo de investigadores muy serio, con varios años trabajando en esto, y algunas instituciones de carácter cultural, se empieza a hacer una diferenciación de que hay regiones muy delimitadas en el país. Entonces, el documental, otros trabajos...
—En Oaxaca, la Constitución local reconoce a los afromexicanos como sujetos de derecho...
—En los censos oficiales, cuando se habla de grupos étnicos nunca se habla de afromestizos...
—¿No es racismo, discriminación...?
—Claro. Pero puede que sea racismo, pero pueda que no...
—¿No?
—Te voy a decir: Por ejemplo, el Instituto Nacional Indigenista es una institución que ha sido muy controvertida. Su existencia es un tanto racista. ¿Por qué no existe el Instituto Nacional de los Árabes, el Instituto Nacional de los Españoles, el Instituto Nacional de los Alemanes (hay una comunidad alemana acá)...? Es como si fueran poblaciones de especialitos: hay que darles asistencia, hay que ayudarlos... Los indígenas, los afromestizos y todos los mexicanos deberían guardar su especificidad cultural y estar integrados, al mismo tiempo, en el desarrollo del país. ¿Para qué hacer distinciones? Todos somos mexicanos.
En el documental, la voz narradora concluye con un mensaje exaltando el carácter mestizo de México. Curiosamente, en la transmisión hecha por el Canal 22, estas conclusiones desaparecen. Rebollar dice desconocer esta situación.
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