miércoles, 30 de diciembre de 2015

En campaña, el presidente García Cisneros, con recursos del erario

Eduardo Añorve
Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro.
30 de diciembre de 2015

Tino. Ayuda condicionada. Fotografía: Eduardo Añorve (archivo)

El presidente Constantino García Cisneros es un adelantado, ya está en campaña, dicen observadores de la rudimentaria política que se hace en Cuajinicuilapa; lo mismo dicen algunas personas que trabajaron en su campaña de manera informal, sin cargos ni nombramientos.
El problema, aseguran los primeros, no es que esté en campaña, pues está en su derecho de ser electo y continuar su carrera política; el problema es que lo hace desde la presidencia y con recursos públicos y del municipio.
Apenas, el 15 de diciembre pasado, García Cisneros y su esposa, la presidenta del Dif municipal, entregaron despensas a unas mil 500 mujeres (según un boletín de prensa propio), como parte de su estrategia para posicionarse como candidato a diputado federal de su partido, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el año 2018.
En la propia publicidad oficial, pagada por el erario, este priísta se promovió así: “El salón de usos múltiples de Cuajinicuilapa se abarrotó de amas de casa para recibir la primera despensa por parte del presidente municipal, Constantino García Cisneros, y de la presidenta del DIF, Lorena Quiterio de García” (este boletín incluyó varias fotos, donde el candidato sonríe y se luce).
Es decir, no importa que esas despensas sean proporcionadas por instituciones estatales ni que la logística para hacerlas llegar a las madres ni que ese acto ni los propios empleos de los funcionarios públicos sean pagados con dineros públicos y no de quienes se promueven.
En su discurso, cínicamente y de modo demagógico justificaría estas irregularidades: “Este es el primer evento público y abierto en el que vamos a entregarles un pequeño detalle de parte del ayuntamiento y del parte del DIF”.
Incluso se permitió, en un acto tal vez involuntario, anunciar su propósito de “buscar el voto”: “Yo lo dije cuando estaba buscando el voto de confianza de todas ustedes, que la despensa no se iba a vender, la despensa se va a regalar durante toda esta administración”; la despensa “debe de llegar a la gente que menos tiene”, concluyó sobre el tema.
Y aunque el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (Dif) tiene como población objetivo a quienes están en una situación de vulnerabilidad, aquí este precepto no importó: las despensas se entregaron inclusive a personas que no están en situación vulnerable sino que no tienen necesidad de esa despensa e, incluso, algunas son empleadas de instituciones gubernamentales.
Pero no sólo de manera indirecta se promueve García Cisneros, aseguran estos observadores: las audiencias públicas realizadas en la cancha deportiva (donde acude la mayoría de los servidores públicos) también tienen ese propósito.
En las conversaciones que sostiene con algunas personas que solicitan audiencia en este montaje para plantear alguna problemática, el presidente municipal aprovecha para prometer que va a resolverles casi cualquier cosa a cambio de que lo apoyen en su proyecto político:
“Y es claro y directo. Dice que él quiere seguir su carrera política y que va por la diputación federal; si no se la dan, dice que le queda la reelección como presidente municipal, pero que él no se va a quedar fuera. Y pide que se le apoye, que a cambio él va a resolver y apoyar lo que uno le pida. O sea, la ayuda es condicionada”.
La idea de que “el amigo Tino” está trabajando por la reelección o por seguir en algún cargo de elección popular es una idea que se escucha en Cuajinicuilapa; así como también se dice que existen otros políticos de otros partidos que están por comenzar su carrera por un cargo.
En el caso de este priísta, algunos observadores políticos le atribuyen ventaja por tener a su disposición los recursos del erario, los mismos que García Cisneros ha estado utilizando en beneficio propio y no de la población del municipio, la que sigue esperando que el presidente resuelva problemas como el abasto de agua en la cabecera municipal, la inseguridad o la recolección de basura.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Tino García Cisneros es el culpable de la masacre de Cuajinicuilapa, acusa presidente de la ganadera

** Detrás del comando que realizó la masacre del 8 de noviembre iba la policía municipal resguardándolo, asegura Armando Añorve López
Eduardo Añorve
Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro.
28 de diciembre de 2015


Añorve López: Constantino García Cisneros, culpable de la masacre del 8 de noviembre. Fotografía: Eduardo Añorve.
 

Armando Añorve López, presidente de la asociación ganadera local y encabezado de la sección municipal de una asociación de criadores de aves de combate asegura que el presidente municipal, Constantino García Cisneros, es el responsable de la masacre que derivó en la muerte de unas 13 personas y dejó otras 5 heridas el pasado 8 de noviembre en una jugada de gallos realizada en el centro de esta cabecera municipal.
En entrevista exclusiva para Diario Alternativo, este ganadero y gallero explica su versión, además de que denuncia que fue detenido con abuso de autoridad el pasado 24 de diciembre por elementos del Ejército Nacional, la Policía Estatal, la Policía Ministerial y la Policía Preventiva municipal, sin que hubiera motivo alguno, entre otros asuntos derivados de esta situación.

–Su nombre y su oficio, por favor.
– Armando Añorve López , presidente de la asociación ganadera local de Cuajinicuilapa y tengo una asociación gallísitica que viene de la Sección Nacional de Criadores Aves de Combate, de la ciudad de México, las oficinas están en Tultitlán, Estado de México, nuestro presidente a nivel nacional es el señor Efraín Rábago Echegoyen y, pues, nosotros estamos jugando con avisos de casteo.
No son permisos de Gobernación, son avisos de casteo, que se le avisa a la Procuraduría General de la República para que nosotros seamos supervisados por un delegado de Gobernación, y no sea el militar, porque el militar no tiene las facultades de andar viendo problemas de gallos.
[Los avisos de casteo permiten que los criadores de aves de combate puedan organizar torneos para observar el desempeño de sus animales; en este tipo de actos no se permiten apuestas.]
El militar tiene otras cosas que hacer. Por ejemplo, secuestraron, hace unos días pasados, a unos muchachos de la Veterinaria... donde secuestran a dos, a uno lo tiran en la alberca El Paraíso, al otro lo desaparecen, después supe, por sus familiares, que estaban pidiendo un rescate... el militar es lo que debe de atacar: droga, arma, secuestro, y no cargar de lleno a la policía municipal, porque la policía municipal tiene otras cosas que hacer: prevenir el delito. No hay policías en las cajas de ahorro, en el centro, en las terminales, la Estrella Blanca, la que va a Pinotepa... o sea, varias terminales... no hay un policía...
 

–Lo detuvieron, dice, ¿cómo fue?
–A mí me detuvieron, me privan de mi libertad, el militar... que yo le solicitaba su nombre completo, y cuando yo le solicité su nombre, el militar se me puso más agresivo, gritando: “Háblenle al general, háblenle al general”. O sea, ¿qué general? ¿Será el secretario de Seguridad Pública? Yo quisiera pedirle a través de este medio al secretario de Seguridad Pública, el general brigadier Pedro Almazán Cervantes, yo quisiera pedirle al general [que informe] que si él está dando órdenes para que se metan con el gremio gallístico, que no lastima a nadie.
Los hechos que pasaron el 8 de noviembre, no fueron los galleros los que los masacraron; fueron gente del crimen organizado que masacró a los galleros. Entonces, no sé por qué el teniente está ahorita enfocándose a los galleros, y me detiene injustamente, privándome de mi libertad, en abuso de autoridad...
 

–¿Dónde lo detuvieron?
–Me detienen en la calle... por donde está la familia Morga, allí, dentro de su domicilio de la familia Morga, de allí me sacan, allí me detienen, junto con Noé Cuevas Gazga, que le apodan El Pipo, y uno de los hijos del señor Morga. Noé le contestaba al teniente; dice: “Señor, a mí me mataron a mi hijo de 13 años, ¿por qué no busca a los que mataron a mi hijo?, ¿por qué me detiene a mí? Yo soy un ciudadano, empleado, ¿por qué me detiene a mí?”. Y allí estaba...
 

–¿Era una jugada de gallos?
–Iba a empezar un evento de casteo, yo iba llegando a la casa cuando me detienen, y al lugar que me llevan, me privan de mi libertad por dos horas sin una orden de presentación, sin cometer un delito...
 

–¿De qué lo acusan?
–Supuestamente se nos acusa porque estamos apoyando a los eventos de gallos, ¿sí? Yo no sé por qué el teniente toma esa actitud en contra de lo que no le hace daño a nadie: son nuestras costumbres, es parte de nuestra cultura. Entonces, yo no sé por qué se enfoca...
 

–Respecto de la masacre del 8 de noviembre, el presidente Constantino García declaró que ese palenque era clandestino, ¿qué nos puedes decir sobre ello?
–Mira, estas peleas de gallos no fueran clandestinas, no fueron clandestinas porque como a 200 metros de la carretera [federal 200 Acapulco-Pinotepa Nacional] está a vil público el evento, entonces, no es una jugada clandestina, y el responsable de esos hechos es el presidente Constantino García. Es el responsable de la seguridad de Cuajinicuilapa, es la máxima autoridad.
Desgraciadamente no hay alguien que hable. Los ciudadanos tienen miedo de denunciar esos hechos y de hacerlo responsable a él, porque él es el inmediato responsable de los hechos del 8 de noviembre. Si mal no recordamos, en la administración de Yrineo Loya no pasó una masacre de esa magnitud relacionada con los gallos porque se daba el resguardo, había dos, tres policías caminando con radio, daban rondines. No se metían a los eventos, pero sí los vigilaban.
Entonces, ¿por qué hoy que entra este señor, en vez de que aumente el cuerpo de policía en Seguridad Pública está despidiendo policías? Acaba de despedir dos, cinco policías, que porque se le rebelaron o exigieron su derecho al aguinaldo; entonces, los corren. En vez de que haya más seguridad, hay menos seguridad. Es un Cuaji desolado, un Cuaji con mucho temor y no hace nada el presidente.
 

–¿Decía que detrás de ese comando que masacró a una docena de personas el 8 de enero iba la policía resguardando?
–Sí, iba la policía resguardando. Yo estaba en el zócalo, y no fui el único que vio eso, pero a mí sí me consta porque yo estaba comiéndome un helado y pasa el comando que hizo esa masacre y la policía iba resguardando al comando. O sea, ¿qué pasa? El presidente, ¿qué tiene que ver con esto? Tiene que ver mucho el presidente, mucho tiene que ver. Y aquí quiere que tome cartas en el asunto, porque esto viene duro sobre de él. No sé qué vamos a hacer, pero nos estamos organizando para ver qué movimiento vamos a hacer nosotros y que no se vuelva a atropellar las garantías de un ciudadano que no le hace daño a nadie.
 

–¿Cómo piensa actuar?
–Vamos a demandar, ya estamos con los abogados, ya estamos ante las instituciones de derechos humanos. Los abogados ya están viendo esta situación. Se va a demandar al presidente municipal, se va a demandar al secretario de Seguridad Pública, a Ignacio Guillermo Peláez Mier, y al teniente; ellos tienen que dar el nombre del teniente, porque el teniente anda muy agresivo, metiéndose en cosas que no debe. Debe de ser un representante de Gobernación, lo vuelvo a repetir, y no el teniente.
 

–La autoridad civil, ¿cómo lo trató?
–Me llevan... y estaba el licenciado Medina, que le apodan El Churro, echándose la bolita con el secretario de Seguridad Pública, que es un ex militar; ellos estaban echándose la bolita: “Discúlpenos señor, no pasó nada”, pero yo les exigía que me remitieran a las instancias, que me pusieran a disposición de un Ministerio Público por el gran delito de estar en un evento de casteo de gallos.
Sí, me insultaron... los de la Policía Estatal, muy agresivos, tratándome como a un vil delincuente. Me decían: “Hijo de tu puta madre, cállate la trompa, no toques ese celular, no hagas otra llamada”, y me tuvieron en el sol alrededor de unos 45 minutos, privándome de mi libertad, sin ninguna orden de presentación, en el diz honorable Ayuntamiento mañosipal, que no es otra cosa.
Entonces, yo quiero recordarle al secretario de Seguridad Pública en el estado... si el teniente que a mí me detuvo gritaba: “Háblenle al general”, me supongo que se refería al general Pedro Almazán Cervantes, que es el secretario de Seguridad Publica. Yo quiero recordarle, a través de este medio, la masacre que se hizo en Aguas Blancas, se llevaron entre las patas a Rubén Figueroa Alcocer; la masacre que se hizo con los 43 estudiantes de Ayotzinapa se llevó entre las patas a Heladio Aguirre Rivero. Y ahora, ¿quién sigue? La masacre de los galleros, ¿a quién se lleva entre las patas? Yo se los dejo de tarea.
Que se preocupen por otras cosas, y no por pequeñeces, porque los galleros no le hacemos mal a nadie; al contrario, es parte de nuestras costumbres, de nuestras tradiciones, que no lo va a detener nadie, vamos a seguir haciendo los eventos, nos vamos a organizar, si es posible, tomar al ayuntamiento, tomar otras medidas... no tan sólo la demanda, vamos a tomar otro paso si así nos obligan ellos, y a ver, que nos masacren, que nos masacren, que nos detengan, que nos lleven presos, pero nos van a llevar a todos. Somos alrededor de mil creadores, mil aficionados a las peleas de gallos en todo el municipio. Entonces, estamos organizándonos para ver qué vamos a hacer porque, la verdad, los compañeros están indignados.
No tienen la facultad los militares para ir a parar unos gallos, no está en su reglamento; ellos están para atacar arma, droga, como lo vuelvo a repetir; allí es un representante de Gobernación, que llegue un representante de Gobernación, que supervise nuestros eventos, y si nosotros estamos mal, que pida apoyo a los militares y, con todo gusto y toda la ley, vamos detenidos, porque estamos fuera de lo que habla el documento, pero no puede ser que un militar llegue agresivo y nos prive de nuestra libertad, porque eso es secuestro, es abuso de autoridad y no los vamos a permitir.
Si es posible, vamos a tomar medidas drásticas, en tomar el ayuntamiento, en cerrar carreteras, pero no nos va a venir a tratar de esa manera un militar que quiera intimidarnos, no lo vamos a permitir.
 

–El presidente García Cisneros declaró que la jugada de gallos del 8 de noviembre era ilegal...
–No está fuera de la ley. Él, en ningún momento manda cuerpos de policía a prevenir el delito, a ver nada. Él se enfoca en otras cosas y no hace nada, no hace nada por evitar este tipo de situación que pasó el 8, esa masacre, donde murió gente inocente. Entonces, ¿dónde están los módulos de seguridad?, ¿dónde están más policías en las calles, con sus radios? No, ahorita no hay nadie, los tiene encuartelados, está despidiendo policías. No se vale, porque Cuaji es una ciudad, en Cuaji necesitamos que vea alguien por la seguridad de los ciudadanos. Tal parece que el presidente se quiere lavar las manos, y no es así. Él es el responsable inmediato de la seguridad del pueblo.
 

–¿Algo más?
–Invitar, a través de su periódico, a que nos mantengamos unidos a los que nos gusta este deporte... porque para nosotros es un deporte, no es un vicio, porque en nuestros eventos no hay cruce de apuestas, es un deporte que... también pedirle que se sumen a los de los negocios que venden la navaja, el alimento, medicinas... veterinarias... porque si suspenden o paralizan este tipo de eventos a los criadores de aves de combate, también se afecta a esos negocios.
Hacerle también un llamado al gobernador, junto con su secretario de Seguridad Pública, que le ponga atención a Cuaji, que no mande gente agresiva, gente prepotente, como la Policía Estatal, que hasta se encapuchan y son muy agresivos... porque uno de ellos era el que me trató mal verbalmente, y no se vale.

Pésimos, los servicios que proporciona el Ayuntamiento de Cuajinicuilapa: vecinos

Eduardo Añorve
Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro.
28 de diciembre de 2015

Basurero informal. Las autoridades no lo ven. Fotografía: Eduardo Añorve.

Los servicios de recolección de basura, de agua entubada y de drenaje y otros similares que proporciona el Ayuntamiento de Cuajinicuilapa en esta cabecera municipal son pésimos o deficientes, aseguran los vecinos, a pesar de que el gobierno de Constantino García Cisneros asegura que su desempeño es mejor que el de sus antecesores.
En un recorrido que Diario Alternativo hizo por la colonia Vicente Guerrero se pudo escuchar las constantes quejas de los vecinos porque el servicio de recolección de basura es pésimo o inexistente.
Las frases recurrentes fueron: El camión tiene un mes que no pasa; el camión hace unos veinte días que no pasa; el camión pasó por aquí hace dos semanas.
Por ello, justifican los vecinos, no les queda más remedio que quemar la basura, pues no es fácil ir a tirarla al basurero municipal, excepto para quienes tienen camioneta y la conciencia de no tirarla donde sea ni de quemarla.
Sin embargo, muchas personas tiran la basura en pequeñas barrancas e incluso en el lecho del arroyo, contaminando aún más las aguas de por sí ya ensuciadas por el agua de los drenajes irregulares o por el propio drenaje que las administraciones municipales han construido.
Se da el caso de que en esa zona se construyeron tramos de drenaje que no se utilizan, pues las autoridades nunca concluyeron esas obras hasta conectar los drenajes de las casas al tubo colector.
“Este drenaje lo hicieron en los tiempos del ingeniero Rodríguez; nomás lo hicieron pero nunca conectaron nuestras tuberías, así que muchas desaguan mero al arroyo”, dice un vecino.


Drenaje sin servicio. De los tiempos del actual presidente, en su primer gobierno municipal. Fotografía: Eduardo Añorve.

Incluso, a decir de los vecinos, hay una de las llamadas ollas del drenaje en esa colonia que está ubicada en el lecho del arroyo por donde el agua se va por estar roto un tubo.
“Yo fui con la autoridad a reportar que el agua limpia del arroyo se iba por ese drenaje, que como la tubería de esa olla estaba rota el agua se iba por allí, pero nunca me hicieron caso”, testimonia un vecino sobre el caso.
Ahora, esa tubería está cubierta por la tierra, pero los vecinos aseguran que hace menos de un año todavía el agua se iba por allí y ni quien hiciera caso.
Y al arroyo también van las aguas negras de algunas de las casas cercanas, además de que varias personas acuden a defecar en su lecho.
A este problema se le agrega otro: la gente tira basura en el lecho del arroyo; algunas personas la queman allí, con la justificación de que el carro que la recolecta no pasa por allí o tarda para pasar.
En otros lugares, la gente tira la basura en sitios baldíos, como en la calle Porfirio Díaz, a unos cien metros de la empacadora de mangos.
“Por iniciativa de la comisaría ejidal y de los gestores ciudadanos hicimos aseo, limpiamos el arroyo; ese lugar lo limpiamos, nos fuimos hacia arriba haciendo limpieza y cuando volvimos a pasar por allí ya había basura, la gente ya había ido a tirar basura”, asegura uno de los gestores ciudadanos, sobre este basurero informal.


El agua de desecho o sucia, al arroyo directamente. Fotografía: Eduardo Añorve.

Otro problema recurrente es el del abasto de agua: de nuevo se escucha en las bocinas del pueblo el reclamo a las autoridades municipales porque en la colonia tal ya llevan 15 días sin agua, que en la otra colonia ya tienen un mes sin agua, que en el barrio tal ya llevan más de una semana sin agua.
Aunque ello resulte ser una buena noticia para quienes se dedican a acarrear agua en tinacos (también llamados rotoplás), pues la demanda aumenta y sus ganancias también.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Nos espera una triste navidad: policías de Cuajinicuilapa

** Siguen sin pagarles la parte proporcional de aguinaldo que les adeudaba la administración anterior
Eduardo Añorve
Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro.
23 de diciembre de 2015
 

Policías preventivos. Injusticia y abuso de autoridad de García Cisneros. Fotografía: Eduardo Añorve.

Vamos a pasar una triste navidad; es más, póngale así –pide un policía preventivo municipal de Cuajinicuilapa.
Insiste él y un compañero suyo en que la administración de Constantino Garcia Cisneros no les ha pagado “el piquito” correspondiente a la parte proporcional del aguinaldo que les corresponde por haber trabajado en la administración pasada.
–Tino recibió ese dinero, pero a nosotros no nos han pagado. Sabemos que el capitán (el secretario de Seguridad Pública, Ignacio Peláez Mier) ha hecho las gestiones pero no nos han pagado –insisten.
Y reclaman: –Se le fue una; usted puso en la nota que hizo que ganamos 3 mil pesos semanales, y no es cierto, ganamos 3 mil quincenales.
En efecto, por un error atribuible sólo a este reportero se publicó anteriormente en estas páginas ese dato, cuando debió publicarse el que ellos ahora enfatizan: los policías preventivos de Cuajinicuilapa ganan 3 mil pesos semanales.
Uno de ellos me muestra las botas: –Éstas son las que nos dio Loya; ahora no nos han dado.
Ambos aseguran que el presidente García Cisneros se molesta si piden que les den uniforme y botas.
–Y no despidieron a dos compañeros, despidieron a cuatro. Los despidieron por pedir lo que nos corresponde –comenta uno.
El otro lo secunda: –Sí, son cuatro compañeros, y no les han dado su liquidación. Tampoco nos han dado uniforme; éste es de la administración anterior, y vea cómo está ya rotito.
–Sí; algunos compañeros han tenido que comprar el suyo porque no nos han dado el nuevo.
–Y viera... ya ve qué hicieron la finta de que entregaron equipo y estímulos y lo sacaron en el otro periódico... ¡No es cierto! Nomás le dieron a unos cuantos, es la pura finta.
Piden otra vez que no aparezcan sus nombres porque “el presidente se pone bravo, bravo”, y temen que los castiguen o que los corran del empleo.

 Boletín del Ayuntamiento. Mentira, dicen policías. Fotografía: Internet.


–Cuando pasó la desgracia en la que murieron varias personas, a nosotros nos pidieron que le echáramos ganas, y nosotros le echamos ganas, ya ve que ni siquiera había armamento para todos, pero nosotros le echamos las ganas, trabajamos turnos de 24x48 horas con la motivación que nos dio nuestro jefe. Pero, vea, no nos han cumplido, y eso no se vale, no es justo.
–Bueno –insiste el otro, el más joven–, no se le vaya a olvidar: póngaselo así: Triste navidad van a pasar los policías de Cuaji –y extiende el brazo como distribuyendo el título en una página.

Cerrado por vacaciones, módulo turístico de Cuajinicuilapa, en periodo de vacacionistas

Eduardo Añorve
Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro.
22 de diciembre de 2015
 

El renovado módulo de turismo: no podrá atender a los vacacionistas por estar cerrado por vacaciones. Fotografía: Eduardo Añorve. 

El módulo de información turística de Cuajinicuilapa está cerrado por vacaciones.
Apenas el domingo 20 de diciembre el gobierno municipal lo “reactivó”, a decir de un boletín emitido por el propio Ayuntamiento.
En un acto al que acudieron sólo funcionarios públicos del gobierno priísta, el presidente municipal cortó un listón supuestamente “inaugural” de ese pequeño edificio que data del sexenio del perredista Zeferino Torreblanca Galindo.
Allí, los funcionarios se quejaron de que el módulo se encontraba abandonado por administraciones pasadas, y dijeron que ahora sí iban a proporcionar “información adecuada y oportuna de los puntos de playa” que los turistas “pueden visitar y disfrutar en el municipio”.
Pero en una visita que Diario Alternativo efectuó al día siguiente de “la inauguración”, el módulo estaba cerrado con candado y sólo se encontraba allí un policía que dijo no tener información sobre la causa de que no estuviera en funciones.
Y aventuró a decir que muy probablemente no había quién lo atendiera porque los trabajadores del Ayuntamiento habían salido de vacaciones, lo que coincidió con una respuesta anterior, recibida por este reportero en las oficinas centrales (o palacio) al preguntar por el personal de la dirección de Turismo para obtener información sobre este módulo y temas afines: “Salieron de vacaciones, por lo que no hay quién le pueda dar información”.
Según el boletín del Ayuntamiento, en el acto de corte de listón inaugural, la directora de Turismo, Madrid Zamora Cabrera, “se enfocó a promocionar y proyectar las zonas turísticas en trípticos, para que los turistas conozcan la bahía de Punta Maldonado (Faro), Tierra Colorada que cuenta con la Barra San José y Barra de Pío, mismo que cuenta con lagunas y mar abierto”.
Extrañamente, en esta promoción el Ayuntamiento ya no promueve al “río esplendoroso (conocido como La Presa)”, como sí lo hizo en noviembre pasado, tal vez porque ya se dieron cuenta que el esplendoroso río no lleva agua.
Por ahora parece que tampoco se han dado cuenta de que en Tierra Colorada no existe infraestructura turística, que las playas de las barras de San José y de Pío y la propia playa de esa comunidad no hay siquiera una ramada o una sombra, que el visitante no podría beber, comer ni menos pernoctar allí.
Tampoco promocionan ahora que los turistas vacacionistas visiten el campamento tortuguero de Tierra Colorada, donde “podrán observar el criadero de tortugas que por las tardes se sueltan”, como sí lo hicieron en noviembre.
En cambio, en un comentario entre irónico y errado y dirigido hacia otros destinos turísticos, “el alcalde hizo hincapié de que al turista se le va a dar un trato especial, para que vuelvan a disfrutar de la estancia del municipio afro mexicano, ofreciéndoles la información adecuada de los lugares turísticos y de los centros de esparcimiento, como son las albercas que se encuentran en la cabecera municipal, así como ofrecerles la mejor atención, pues se les estará ofreciendo agua y cocos, para que se vayan a gusto a disfrutar de los balnearios del municipio”, según su propio boletín.


 
El corte del listón inaugural. Publicidad oficial. Fotografía: Internet.

Una ausencia inexplicable en el discurso promocional de las autoridades municipales es el Museo de las Culturas Afromestizas Vicente Guerrero Saldaña, a pesar de que entre sus funcionarios se encuentra la directora de Museografía, quien, según su decir, es artífice de su creación y su conservación y mantenimiento.
Este museo es propiedad del municipio y fue creado unos meses antes de que el ahora presidente municipal ocupara ese cargo por primera vez, y ya siendo alcalde hubiese intentado cerrarlo y poner en su lugar una bodega del ISSSTE.
A pesar de esa animadversión del alcalde, quien se precia de sus orígenes “afros” o “negros”, él mismo y el propio Ayuntamiento no tuvieron empacho en explotar políticamente en su beneficio el tema al realizar un festival “afro”, en el que tampoco incluyeron al Museo, incluso llegando al grado de apropiarse del festival de diablos que desde hace muchos años allí se realizaba.
Así las cosas, los vacacionistas que visiten el municipio de Cuajinicuilapa buscando conocer y disfrutar los muchos puntos de playa que dicen los funcionarios no podrán obtener información precisamente porque se han ido de vacaciones, aunque, eso sí, podrán disfrutar de agua y cocos, a costa del bolsillo del alcalde priísta.

sábado, 19 de diciembre de 2015

ESA MÚSICA DE CRIOLLOS NO ES PURA CHANDERA, COMO DICEN_02

(DE LA RELEVANCIA SOCIAL DE LA CUMBIA Y EL BOLERO DE LA COSTA CHICA)
2/4
Por Eduardo Añorve
Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro.
5 de diciembre de 2015

b) Lo propio
Para el criollo que no ha acudido a la academia una persona “negra” reúne cuatro características: color de piel oscuro, cabello puchunco, cuculuste o chino o rizado, nariz chata y labios gruesos, aunque las dos primeras son las fundamentales para suscitar esa percepción. Por su parte, el término “negra” utilizado en las canciones se refiere muchas de las veces a un mujer muy hermosa y es utilizado como una manifestación de querencia, cariño o para halagar; es un término suave y amable, excepto donde se indica lo contrario. En contraste, para el académico –que suele no ser criollo, y si es criollo de origen, su visión suele ser la de un frastero, de alguien que mira desde fuera estas dinámicas sociales–, la cuestión es un asunto de cultura, un asunto colectivo, un asunto de grupo, una cuestión “étnica” e histórica y hasta motivo de reivindicación de sus derechos políticos; por lo tanto, para el académico tiene que ver muchas veces con el panafricanismo (históricamente venimos de África y eso nos hace iguales o parecidos a todos quienes tenemos ese origen, sin importar a qué cultura se pertenezca actualmente o en qué país se viva) y con una presunta conciencia de esa condición o, cuando menos, de ser y utilizarse como un signo político y afirmativo de una especificidad étnica, es decir, “negro” o “negra” tienen una carga política, de auto reconocimiento no sólo de la persona sino de la historia (de África hasta América, pasando por Europa, y etcétera) grupal.
Por otro lado, para el criollo lo propio es “lo criollo”; por tanto, lo criollo es lo propio, lo nativo de aquí, sean plantas, animales o personas, con todas las implicaciones; por ejemplo, hay personas criollas y se comunican con un dialecto, el criollo, el del origen individual, el cual utilizan, pero que pueden o no utilizar, dependiendo de sus aspiraciones “sociales”. Se puede nacer criollo y dejar de serlo, como en el caso de Cirino Arellanes, que se convierte en Cirino Arellano y, como él dice, aprende a hablar bien, a vestir bien, a componer bien, a comer bien, a tener una buena casa... a ser una persona de bien: Cirino ya no es flojo, ni violento, ni choco,ni malo, como suele atribuírsele a los criollos, ya superó esa condición “atrasada”, de “incultura”, aunque al final de su vida se dice arrepentido por haber hecho concesiones a esa condición original, la de haber nacido criollo y haber sido criollo los primeros años de su vida.


Aunque suele identificarse al “negro” con el criollo, no necesariamente los negros son criollos ni los criollos son negros; lo que define al criollo, además del lugar de origen, es “el vocabulario”, el dialecto, el sermo rusticos. Y otras características intangibles: al sentido de pertenencia territorial se suma el de independencia, el conservadurismo, el de goce, el entendimiento de la precariedad de la vida, la ausencia –y desprecio– por el atesoramiento, la espontaneidad, y otros, pero, para los fines de estas disquisiciones, nos limitaremos al asunto de la pertenencia y del lenguaje.


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EL SABORCITO CRIOLLO EN ESTAS CUMBIAS Y BOLEROS
Hay tres influencias evidentes en estas músicas: Los Corraleros de Majagual (Colombia), Los Ángeles Negros (Chile) y la música “norteña” (Los Cadetes de Linares y Los Tigres del Norte, etc.). En algunos casos, como en la música hecha por Los Magallones de la primera generación, puede hallarse la influencia directa de la música cubana. Aunque para la mayoría de los conjuntos de música tropical de la Costa Chica de los años 70 del siglo XX el modelo fue El Acapulco, como se anotó antes. Yendo más atrás, se conoce que la mayoría de las actuales músicas populares y tradicionales de América Latina tienen un origen común: el cancionero afroarábigoandalúz ( como bien documenta y argumenta Antonio García de León Griego en El mar de los deseos); así, la cumbia y el bolero que se crean, se tocan, se bailan, se escuchan y se viven y disfrutan, se venden y se compran, se piratean, se emiten en radiodifusoras, se reproducen en aparatos electrónicos y dispositivos digitales en la Costa Chica de Guerrero y de Oaxaca, en México, también tienen su origen allí.
Es sencillo darse cuenta, dice el músico oaxaqueño Eusebio Villalobos (en entrevista con el autor) que uno de los elementos que distingue a estas músicas es el group[1]:

Es un patrón que se está repitiendo, un patrón rítmico que está sonando todo el tiempo y nunca cambia, y a lo mejor puede haber un acorde solamente en la melodía, y el group, constante, y sobre ese acorde todo lo demás está girando, creando melodías que están alrededor de eso que le da unidad rítmica a todo, y a lo mejor esto sí es erótico, sexual, sin decir ni una sola palabra, no refiriéndose al sexo...

Así, podemos identificar el group en la ejecución de las tarolas, del bajo y de las congas, en las percusiones, explica, y habla de la dificultad que implica acercarse académicamente a estas cuestiones, hacerlas racionales o inteligibles:

He escuchado a muchos músicos que dicen que tienen el mismo sabor en todas las canciones: lo que es el sabor, es el solo, y eso hace que suenen todas igualitas, sólo cambian las letras, tienen el mismo ritmo, el mismo patrón rítmico; e incluso, las formas. En tal momento dan los solos, el estribillo, la canción, y así se da la oportunidad de jugar con otras cosas y regresar otra vez al patrón. Y aquí se da la inventiva musical, aquí los solos son distintos cada vez, hay figuras, elementos, que a lo mejor se parecen, lo que llamamos los músicos “motivos”.
Otra cosa que yo no entendía era cuando se decía que “charangas”, que “cumbias”, que “merequetengue”. ¿Cuál es la diferencia entre una y otra? Porque uno a veces quiere academizar la música... que es en 6/8, 2/4... no sé, quieres estructurar todo, tener el control absoluto, hablar de un concepto, por lo general, de la música escolarizada, pero es absurdo porque este tipo de música no está en esa idea. A veces se puede decir que una charanga es charanga porque versa sobre tal tema –como el corrido, que versa sobre la violencia– y puedes hacer un bolero que tú, como músico, dices que es bolero 4/4, tiene tal golpe, tal tiempo, pero otro podría decir que es un corrido porque está narrando algo trágico o un suceso violento. Claro pero ellos no entienden así la música, por eso yo no entendía. De hecho, algunos hablan de cumbiamba… y por eso, tratar de academizarlo es absurdo. Es por eso que depende del estado de animo de quien nombre, del que esté creando las circunstancias también, ¿no?, todo eso que escapa a la música académica, a tratar de encerrarlo todo en notas.

En cuanto al bolero criollo, Eusebio Villalobos asegura:

El bolero costeño tiene prácticamente la misma instrumentación, hablando musicalmente, que tiene el grupo de charanga, el grupo de merequetengue y el de cumbia, que es: el bajo, la tarolas o las congas o las dos, la guitarra eléctrica... no sé desde cuándo apareció en el panorama, creo que en los setentas... pero, igual, la guitarra eléctrica tiene el mismo efecto. No sé si la usan limpia, y ahí le ponen algo, pero es el mismo sonido. Pero, además, tiene que ver con lo que aquí se conoce como “música moderna”, músicas electrificadas al estilo de los grupos de rock de los años 70, porque, incluso, hay grupos que hasta compran estos órganos [como los utilizados por estos grupos] y los usan, como en el caso del Grupo Miramar, que se convierte en un distintivo. En el bolero costeño hay versatilidad porque con esos mismos instrumentos tocan cumbia, charanga, merequetengue y guacharaca.
El bolero costeño es por lo general en tono menor, pero no siempre puede ser así, pero así se entiende de manera académica. Lo que hace diferencia entre el bolero criollo y el tradicional, otra particularidad, es la voz, que parece que está llorando. Lo que hablaba hace rato del patrón o el group: están tan acostumbrados ellos al group, que cuando hacen un bolero, es inevitable que no esté el group, aunque esté lento, y eso es lo que hace que sea más cadencioso, y se nota hasta en el bailar: más quebrado, más “arrabalero”... en realidad no es que sea de arrabal, sino que son las características de instrumentación: los músicos están tan acostumbrados al group, al patrón, que cuando hacen un bolero, éste está marcado, el group está reforzando la parte más importante de la canción, el sentido de la letra. No creo que ellos se pongan a pensar que en esa parte se tiene que reforzar, que en esta parte hasta lloren: es algo que se les da de forma natural, es intuición.


Por otro lado, hablando de José Tornéz, uno de los fundadores de Mar Azul, a quien considera el mejor bajista de todos los marazulinos, el músico Antonio Toño López, de la Orquesta La Barredora, dice: “No era un músico de mucho conocimiento, pero era alegre, José Tornéz”. Es decir, pondera la alegría como un valor musical de la cumbia. Y agrega, generalizando su concepción de estas músicas criollas y su enraizamiento:

Cuando ya está la estructura es muy fácil llegá’ y aprendé’ lo que ya está hecho. No es una estructura muy difícil, está fácil, bueno, para mí: yo tocaría la guitarra, la conga, el bajo, con ellos, si me invitaran, sin ensayar, será porque el estilo de guitarra de la cumbia lo puedo hacé. Yo me he juntado con músicos de escuela, músicos buenos, que leen chingón las notas, a primera vista, pero no es lo mismo hacé’ algo que estáj leyendo que algo que te nazca del corazón. Y, por ejemplo, es un estilo de música fácil pero que a la gente le gusta, la gente de acá tenemos las características ésas...
Un ejemplo, Los Donny’s de Guerrero era un grupo descuadra’o que ni... pero, pues, a la gente... ¡’ira, venden más discos, creo, que cualquiera! Sí, ya se refinaron, pero ahora que se refinaron ya no pegan, pues. Yo no sé... el morbo, la gente que quiere sabé’ el chisme: Vamos pa’ ve’ cómo tocan esos negro’ que los oímo’ en los disco’, y descuadra’os, a ve’ si... [¿Cómo sabemos que son negros nomás escuchándolos?] En el vocabulario, pues, a’nque no los veas, tú nomás los oyes y te imagina’ que son negro’. Anoche escuchaba un corrido que decía “melitares”, ¡qué va de “melitares” a “militares”! O: “yo los voy a deregir”. Es que, como acá no estudiamos pa’ músicos, andamos por allí, en El Bajo[2]... La gente, lo que quiere es la música.
Aunque, aquí, ‘onde vivimos nosotros, tenemos la misma cultura, pues... Yo sí identifico, nomás escuchando a un grupo tocar, en la orquestación: en la Costa es muy raro que un grupo le meta instrumentos como trompeta o trombón; acá, es una guitarra, un teclado, un bajo, batería o timbales. En el modo de la conga, luego se conoce la música de acá, en el tocar la conga. Aquí, aprende uno mirando. Si yo veo un conguero, vo’a aprender como él, pero si yo, ya, me voy a viví’ a Veracruz, ya, allá le pegan diferente a la conga, ya vu’a (voy a) vení’ yo... hasta gua (voy a) parecé’ no ser negro, van a decí’: Bueno, ese moreno no es de acá, en el modo de tocar se conoce que no es de acá...
La “cáscara”, así se dice porque le pegan en la lámina de los timbales, ése es el nombre correcto de lo que llaman las tarolas. En otros grupos no se toca así; allí, un timbalero es para meterle unos remates, pero no es que se va a dedicá el timbalero, que va a llevá’ toda la melodía [canción] como acá. Hacen el ritmo, los timbales. Los grupos de aquí que traen acordeón no traen batería, traen timbales, yo digo que ya es su cultura de ellos: Así aprendiste y así... Corralero Navy traía batería, pero el modo de tocar la batería, la tocaban como los timbales; antes, el timbalero llevaba toda la parte de la batería. Ya ahorita, ya se han ido... los músicos tocan más fino. Antes, en los conjuntos nomás ponían sus tarolitas con un cencerro y nomás allí se la llevaban.
Yo digo que eso ya lo traen en la sangre, y que te saques tu sangre es difícil. Tú vas a hacer lo que tu corazón te mande, ¿no? Nosotros traemos esa sangre de bullangueros, así... Yo he visto músicos de diferentes lugares; aquí, nosotros tenemos una cultura media chañuda, pa’ todo somos... nosotros, hasta para vestir, ¿por qué? Ya ves que nos ponemos unos colores de ropa y... Por ejemplo, ves unos músicos del norte, muy educados, mucha disciplina, pero son más fríos, pues... Si tú ves un negro de aquí bailando una canción del norte, no la va a bailar como allá, a’nque se vaya pa’llá. Quizá después de que vea que todo mundo baila así y él es el único que no, quizá le ‘garre la onda, pero él va a hacé’ siempre, acá, pues, él siempre lo va a hacé’ muy chañudo, no sé... así somos los negros, pues, la forma de ser de los negros. ¡‘uta!, unos bailan, ‘ira, hasta se mueven, acá. [Se agita]

Pero, saborcito, la verd’a, lo que se dice saborcito, el requinteo de Papa Cirino, cuando joven, en cumbias como La negrita guapachosa, Corralero Navy y Elizabeth, en el Corralero Navy de la primera época.


[1] Y precisa que utiliza el término group, que proviene del jazz, por no encontrar otro mejor, pero que hace alusión a un patrón rítmico fundamentalmente.
[2] El Bajo: Tierras de humedad donde se siembra. Este músico utiliza esta expresión para enfatizar que los músicos criollos provienen de zonas rurales, que tienen escasa instrucción escolar, que son rústicos.

ESA MÚSICA DE CRIOLLOS NO ES PURA CHANDERA, COMO DICEN


(DE LA RELEVANCIA SOCIAL DE LA CUMBIA Y EL BOLERO DE LA COSTA CHICA)
Por Eduardo Añorve
Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro.
28 de noviembre de 2015

LA DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
Soy costeño de nación,/ me gusta bailar la cumbia. Ésta es una declaración de principios, enunciada allá en Chacagua, Oaxaca, a mediados de los años 70 por Jesús Hernández Salinas, del Conjunto Tropical Mar Azul, en la cumbia llamada Pinotepa Nacional. A partir de ella podemos construir una mínima visión del mundo de los criollos que viven en la Costa Chica de Guerrero y de Oaxaca, y tal vez de su propia visión, que también es la de uno. Este criollo que pasa de ser el negro de la Costa, de Álvaro Carrillo, a ser el hombre guapachoso, de Esteban Bernal; es el tránsito del hombre que sabe matar al que prefiere divertirse, tocar y bailar, aun a costa de ser considerado un flojo o bueno para nada, improductivo. Implica la declinación de la chilena como la música con amplia relevancia social en la Costa Chica, para dar paso a la de la cumbia (charanga, merequetengue, guaracha) y de su hermano gemelo, el bolero. Ello ha sido así cuando menos en los últimos 40 años. Por cierto, en los tres géneros los protagonistas siguen siendo “la negra” y “el negro”, como aparecen juntos en La boda negra, una versión acriollada que hicieran Las Estrellas de Acapulco de Casamiento de negros, de Violeta Parra, a principios de los años setenta.
Pero en el comienzo de todo este proceso de adquisición de relevancia social de la cumbia y el bolero criollos está el llamado Monstruo del Trópico, el grupo musical Acapulco Tropical, maestros de maestros, porque algunos de sus imitadores llegaron a ser maestros, y después fueron maestros de maestros (y algunos lo siguen siendo):

Cumbia Acapulco Tropical

Nos fuimos y ya volvimos,
llenos de ritmo, y más tropical,
alegres, llenos de gozo
pues todo mundo ya va a bailar.

Acapulco Tropical
es un ritmo guapachoso:
lo bailan niños, viejitos,
los jovencitos, con mucho gozo.

Cuando escucho la guitarra,
también el bajo y el acordeón
se me enchina todo el cuerpo,
me da brinquitos el corazón.

Las tarolas y el güiro,
las tumbadoras, le dan sabor,
y Walter está cantando,
le canta al pueblo con mucho amor.


Eran los fines de los años 60 e inicios de los años 70 del siglo pasado. De ellos aprendieron los demás, de El Acapulco, como familiarmente le decían, aprendieron. Asegura Cirino Arellano (nombre artístico de Cirino Arellanes, el que cambió porque a su director musical le parecía muy chando y no muy fino para alguien de su nivel como compositor e intérprete) que él compuso el primer bolero costeño, en 1974: Creíste(s). También dice don Cirino que él armó el primer conjunto tropical en la Costa Chica, Corralero Navy, precisamente en Corralero, Oaxaca. Y relata que formó a varios músicos, como Abraham y Uvaldo Bernal, quienes después emigrarían a Chacagua, en el mismo estado, donde se integrarían a otro conjunto, Mar Azul, liderado por Jesús Hernández, José Tornéz y Margarito Larrea. Cirino Arellanes agarró muestra de esa música en Acapulco, donde trabajó y estudió la secundaria. El modelo: El Acapulco, como se les decía, El Monstruo del Trópico, como decía la publicidad. En la cumbia transcrita arriba se proponen el gusto, lo guapachoso y lo alegre como características ligadas (como le fueran inherentes por naturaleza) al “pueblo”, a quien también le cantan, y que incluye a personas de todas las edades: niños, viejitos y jovencitos. Allí mismo enuncian la dotación instrumental típica: guitarra, bajo, acordeón, tarolas (timbales), güiro y tumbadoras. Y el cantante o voz principal, claro está. Música para olvidarse de congojas, cantará Régulo Alcocer en la Luz Roja de San Marcos, el mismo ritmo alegre que El Negrito baila quebrando la cintura... pasito pa’ delante,/ pasito para atrás, después de conminar (se sospecha): Óyeme negrita, a gozar con tu negrito guapachoso, como hacen los del Corralero Navy en La negrita guapachosa. Música para bailar y gozar, en tanto le gritan a Cirino que se “acabe” la guitarra eléctrica que requintea con maestría.

EL TERRITORIO DE NACIÓN
Desde Acapulco hasta Huatulco hay unos 500 kilómetros de costa, que pertenece a los estados de Guerrero y de Oaxaca y está sitiada por las estribaciones de la Sierra Madre del Sur en norte, y regadas con la brisa y las aguas del Océano Pacífico. Aquí conviven diversos grupos humanos, muchos de ellos son descendientes de los habitantes prehispánicos, algunos de los cuales englobamos actualmente en los términos mixtecos, nahuas, amuzgos, triquis, zapotecas, etc. Después de 1521 llegaron unos frasteros, europeos y africanos. Todos ellos se mezclaron, con violencia y con ternura, como buenos humanos; de esas mezclas nacimos nosotros, los costeños. Y ese gentilicio es el que nos da unidad: somos costeños, así, a grandes rasgos, por haber nacido en este territorio. Y así nos asumimos. Sin embargo, existen diferencias entre esos grupos humanos, las que nos permiten hablar de culturas subalternas (para los cuales existen diversas denominaciones: indígenas, afromexicanos, mestizos, aparte de los ya mencionados), en los términos del bueno de Guillermo Bonfil Batalla, las que pertenecen a lo que suele llamarse cultura nacional o cultura mexicana, es decir, la cultura dominante.
En esta franja costera se ubican pueblos que desde los años 70 andan en boca de mucha gente, merced a la difusión de estas músicas, la cumbia y el bolero criollos: San Marcos, Huehuetán, Cuajinicuilapa, Corralero, Pinotepa Nacional, Cerro del Chivo, Chacagua, Río Grande. Allí nacieron y vivieron y murieron o viven músicos y compositores criollos como Régulo Alcocer, Ignacio Nacho Magallón, Cirino Arellanes, Bertín Gómez, Jesús Hernández, Emiliano Gallardo, Esteban Bernal y José Barette, nombres ligados de manera directa a los míticos conjuntos musicales Luz Roja de San Marcos/Acapulco, Los Magallones, Mar Azul, Corralero Navy, Condesa Tropical, Los Cumbieros del Sur, Grupo Miramar y hasta el Condesa de Bertín Gómez Jr.


LOS ATRIBUTOS DE LO CRIOLLO
El vocabulario
Dice el veterano músico Antonio López, de San Francisco El Maguey, Oaxaca, que las letras de las canciones de los criollos, la cumbia y el bolero es fácil distinguirlos de las demás por “el vocabulario” que los músicos y los compositores utilizan. El hablar mocho, el usar palabras chandas o no refinadas, el no decir la “s” al final de ciertas palabras o de cambiarla por una “j”, el usar palabras arcaicas, serían algunas de las características de lo que él llama “el vocabulario”.
Don Gonzalo Aguirre Beltrán (en Cuijla. Esbozo etnográfico de un pueblo negro) reconoce la existencia de esta habla criolla, aunque no la nombra así (las cursivas son mías):
El idioma hablado en Cuijla es una forma dialectal del español...  Ante el caos lingüístico de la esclavonía el español devino una lengua franca que permitió la fácil e indispensable relación entre blancos, negros e indios.
A medida que la situación local fue estabilizándose, al disminuir y cesar los aportes migratorios africanos, los cambios lingüísticos tendieron a la consolidación. Ello permitió a las nuevas generaciones recibir y transmitir un español modificado que no había de sufrir, en el transcurso de tres centurias, mayores alteraciones...
El empleo de esos vocablos [nahuas, bantús, mixtecas] y de las formas dialectales cuileñas son propias tanto del ‘sermo urbanus’ como del ‘sermo rusticus’; sin embargo, en el habla rural, particularmente en la lengua que usan para su comunicación los habitantes de las pequeñas cuadrillas, las diferencias respecto al español europeo y mexicano son mayores.
Este conservatismo lingüístico indica la fuerza incontrastable de las formas originadas durante los primeros contactos entre el castellano y los idiomas indígenas o africanos –principalmente bantús–, al punto que parece como si hubiese sobrevivido una fijación de las resultantes de la aculturación idiomática.

El sermus rusticus o habla rural es la esencia del criollo hablado en la Costa Chica, el mismo que los compositores y los músicos criollos utilizan como materia prima para sus letras, a través del cual convierten sus pensamientos e imágenes en palabras, como puede verse en Mar Azul, Los Magallones, Los Cumbieros del Sur, Los Donny’s de Guerrero, Los Karkik’s, etcétera, en expresiones como: Te fuistes y me dejastes, ¡Qué chulo!; tiró una risada; me echastes al olvido; muda de ropa o cambia de ropa; por no saberse tantear; arrancó corriendo; se ingre (de engreído); la cosa estuvo de que... En sustantivos y nombres propios como: escorpioncillo (reptil), tlachicón (árbol), cuinique (roedor), arrecho (eretizado), ranguñazo (rasguño), defuensas (por defensas), guachos y melitares (por militares), na (contracción de nada), pedidor (el que pide a la novia), maroma (pirueta o voltereta), ramasama (botella), mama (por mamá), cuchito (por armadillo), cumbiamba (fiesta), pa (contracción de para), maistro (por maestro), embición (por ambición), Chejuita (por Chefita), fego (por fuego), corajudo, Pifanio (por Epifanio), vierne (por viernes), feves (por jueves), mañas (manías), fidicial (por judicial), Ometepet (por Ometepec), antonce (por entonces). Y en modos verbales como: garraron (por agarraron), feron (por fueron), volvido (por vuelto), fe (por fue), guindar (colgar). Etcétera. Y en muchas más palabras y expresiones, claro.
Anoto aquí una observación que ayuda a entender el por qué de la amplia relevancia social de la cumbia y el bolero, en detrimento de la de la chilena: En la cumbia y el bolero el habla criolla se expresa espontáneamente, es el dialecto, el vehículo utilizado cotidianamente para comunicarse, sobre todo de personas que viven al margen de la cultura nacional, muchas veces en la pobreza material o en la precariedad, viviendo con lo mínimo indispensable y conformes con ello, en los barrios de la periferia o en poblados pequeños, que no han recibido instrucción escolar; en el caso de la chilena no: en la chilena el habla criolla ya se imita, ha dejado de ser espontáneo, por tanto, las letras de esta música suelen ser artificiosas, y, a últimas fechas, se le imprime un tono folklorizante[1] (como en la obra del maestro Baltazar Velazco de Pinotepa Nacional). Incluso, parece que la chilena está en riesgo de convertirse en una música-baile de exhibición: las chilenas con amplia relevancia social fueron compuestas hace medio siglo por José Agustín Ramírez (Ometepec, El toro rabón) y Álvaro Carrillo (Pinotepa, El amuleto, El negro de la Costa), y en las últimas décadas no ha existido un compositor que cree otras que se acerquen a o igualen esa relevancia, aunque algunos cantantes, como Pepe Ramos, se han dedicado a actualizarlas para un uso lúdico, el disfrute de escucharlas, pero que excluye el baile. Curiosamente, en las interpretaciones de este músico conviven equilibradamente el habla nacional con el habla mestiza. En sentido contrario, otros grupos musicales, de los surgidos en las décadas de los años 70 y 80, utilizaron un habla pretendidamente correcta y evitaron usar cualquier criollismo, como hicieran Las Estrellas de Acapulco, Grupo La Amistad (de Pepe Ramos), Roca Blanca, Apache 16; posteriormente lo hicieron grupos como Kumbala Show, Metal, Yanga, Amadeus, Los Hijos de la Banda, El Condesa de Bertín Gómez Jr., pretendiendo ser correctos y desdeñando el habla criolla, ese dialecto chando y de chandos, dicen quienes lo piensan así.

[1] Ver Música y Etnicidad: una introducción a la problemática, de Josep Martí, en Trans (Revista transcultural de Música) número 2. http://www.sibetrans.com/trans/