sábado, 6 de febrero de 2010

Un día sin nosotros

MATTEO DEAN

El título no es un error. No llegué tarde a la cita histórica de ese primer día de mayo de 2006, en el que millones de migrantes en Estados Unidos protestaban y dejaban de trabajar. Fue aquel un hecho histórico. Y aunque esa movilización no haya conseguido precisamente lo que se proponía, en Europa ya se está gestando un día sin migrantes. La fecha marcada por el calendario de la protesta mestiza es el próximo primero de marzo.

La iniciativa, libremente inspirada en la manifestación estadunidense de hace cuatro años, toma impulso por la voluntad de una periodista de origen marroquí, Nadia Lamarkbi, quien tras abrir una página de Internet titulada “24 horas sin nosotros” ha recibido miles de adhesiones y ha comenzado a coordinar las iniciativas en todo el país. Los ahora organizadores, “mujeres y hombres de toda creencia, de todo corte político y de todo color de la piel, inmigrados, descendientes de inmigrados, ciudadanos conscientes de la esencial aportación de la inmigración”, se declaran indignados por la criminalización de los migrantes. Explican que el primero de marzo de 2005 entró en vigor la nueva ley de inmigración, CESEDA por su acrónimo francés, o comúnmente llamado el “código de los extranjeros”. Y entonces, “¡cuál mejor fecha para convocar a un día sin migrantes!” La invitación es explícita: “Durante 24 horas dejemos de participar en la actividad económica de las empresas, en la administración pública, en las escuelas [...]”.

Nacida en el entorno político y social francés, especialmente agobiado por las medidas represivas del gobierno de Nicolas Sarkozy (por ejemplo: Desalojo en La Jungla, La Jornada, 26 de septiembre de 2009), la propuesta ya rebasó las fronteras de aquel país y se está expandiendo en la Unión Europea (UE). En el Estado español y en Grecia en estas semanas se están constituyendo comités locales para promover la protesta. Sin embargo, particular relevancia tiene el lanzamiento de la iniciativa en Italia, de manera particular a raíz de los despreciables hechos de Rosarno, en el sur del país (La Jornada, 30 de enero de 2010). Tras ese ejemplar episodio de racismo tolerado por las autoridades, cuatro mujeres –tres de ellas extranjeras– han decidido lanzar la misma protesta en Italia.

Las demandas y las perspectivas son las mismas. “Condenamos y rechazamos los estereotipos y los lenguajes discriminatorios; el racismo de cualquier tipo, de especial forma el institucional, que utiliza de manera instrumental el llamado a las raíces culturales y religiosas para justificar el rechazo y la exclusión”, clama el manifiesto internacional suscrito ya por miles de personas y organizaciones en todo el viejo continente. El mismo escrito señala que “ver en los migrantes una masa sin forma de parásitos o una cuenca sin fin de fuerza de trabajo barata representa posiciones inmorales, irracionales y contraproducentes”. Añade: “La contraposición entre ‘nosotros’ y ‘ellos’, ‘autóctonos’ y ‘extranjeros’ está destinada a caer, dejando el lugar a la conciencia de que hoy estamos ‘juntos’, viejos y nuevos ciudadanos, encargados igualmente de construir el futuro”.

Y aunque el llamado a la protesta, “a la huelga de los migrantes”, está incomodando a más de un sindicato en Europa, el próximo primero de marzo se perfila como una gran ocasión para recomponer el movimiento migrante alrededor no sólo de los ejes temáticos del racismo, la discriminación, la exclusión, la explotación laboral; sino también –y sobre todo– alrededor del eje de la actual crisis económica. En este sentido, es importante entonces reconocer ciertas diferencias que desde ahora se están marcando con respecto al encuentro del primero de mayo de 2006 en Estados Unidos. Antes que nada, es necesario marcar la diferencia en la composición del trabajo migrante hoy, en Europa definitivamente muy diversificado. Es también evidente la falta, en la UE, de sujetos clásicos de representación social –ya sean partidos o sindicatos– capaces no sólo de llevar la voz de ese nuevo y complejo “trabajo migrante”, sino también de interceptarlo, entenderlo y mezclarlo, como debería ser, con el “trabajo precario” cual categoría incluyente de la anterior. Al propio tiempo, ese mismo trabajo resulta hoy el centro de la mayor crisis económica de décadas recientes, siendo los migrantes las primeras víctimas de eventuales despidos, recortes de personal y/o reajuste salarial. En este aspecto, el gobierno de la migración ya no se dedica a la tarea de controlar y absorber –de manera legal e ilegal, poco importa ahora– lo que era considerado “algo útil”, es decir la fuerza de trabajo migrante. Al contrario, hoy esa multitud de migrantes que viven en la UE son sujetos de sobra, sujetos que deben irse y quitar la molestia.

Así las cosas, el gobierno de la migración se convierte en una de las tantas maneras de controlar esta sociedad al borde de la desesperación, trazando límites, separando gente, marcando diferencias artificiales. Es por eso que hoy muchos son los europeos que bien pueden asimilarse, en condición y perspectiva, con el ciudadano migrantes. Hoy más que nunca está vigente la consigna: “todos somos migrantes”. Y si así fuera, la protesta del próximo primero de marzo bien puede convertirse en algo más que una movilización de ciudadanos migrantes: una protesta de éstos junto a los trabajadores precarios de toda Europa, es decir un día sin nosotros.

(La Jornada)

Un día sin nosotros


miércoles, 3 de febrero de 2010

Diputado racista se dice víctima de venganza política

Isaín Mandujano


TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 2 de febrero (apro).- El diputado federal del PRD, Ariel Gómez León, afirmó que el “linchamiento mediático” de que ha sido objeto desde que se divulgaran sus comentarios xenófobos hacia los haitianos, es producto de una “venganza política” de sus “enemigos”, que sólo quieren “joder”.
En una entrevista publicada la revista local Código Sur que salió a circulación este martes, Gómez León, conocido como El Chunko, se quejó del encono que se desató en su contra, pese a que ha ofrecido disculpas públicas “por todos los espacios habidos y por haber”.
La semana pasada, el ahora exlocutor de radio y legislador por el PRD, dijo que los haitianos eran unos “negro abusivos” y que –como todos se parecían-- habría que marcarlos con una tinta indeleble blanca para no repetirles las ayuda.
Este martes, en Código Sur, el legislador federal, quien ayer anunció que padece de cáncer y que estará ausente durante el actual periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados, lamentó que “desafortunadamente por una cosa mala” lo hayan enjuiciado públicamente, y admitió que tendrá que “empezar de nuevo” en su vida. “Y si hay que renunciar, renuncio; por lo pronto ya renuncié a la radio”, indicó.
El locutor, quien sin dejar nunca la cabina de radio hizo carrera política al amparo del actual gobernador del estado, Juan Sabines Guerrero, insistió que los tuxtlecos entendieron su “broma” porque siempre entre la tragedia se burlan de ella, pero “los de afuera” no entendieron y lo siguen linchando mediáticamente.
El Chunko, quien fue calificado el año pasado por Sabines Guerrero como “un ejemplo de vida”, dijo que la idea clara contra su persona “es de sólo joder”, e insistió que sus “enemigos políticos” ahora están “felices” con su desgracia. Sin embargo, reiteró que él ha insistido que no fue con dolo su comentario, sino que todo fue una broma.
Insistió que un micrófono “quedó al aire”, a la hora de ir a una pausa y empezó a bromear con sus compañeros de la cabina. Sin embargo, el audio que empezó a circular desde el viernes pasado reveló que el legislador lo dijo al aire, sin rubor alguno, en medio de carcajadas de sus patiños.
En este contexto, el obispo de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, consideró que los comentarios racistas del diputado del PRD, Ariel Gómez, son una muestra del racismo imperante en Chiapas en contra de la mujer, de los indígenas y los campesinos.
“Ojalá que este hecho nos haga pensar a todos, que este es un problema muy generalizado todavía. Nosotros lo vemos como Iglesia, con dolor, que hay todavía mucha gente; nuestras sociedades que todavía discrimina a los indígenas, sólo por el hecho de ser indígenas, cuando valen lo mismo que cualquier otra persona”, declaró.
En Chiapas, pese al escándalo que provocaron las declaraciones de El Chunko --salvo Cuarto Poder y el Diario de Chiapas--, todos los medios de comunicación locales se abstuvieron de difundir la noticia. Sin embargo, en blogs y redes sociales como Facebook, Twitter, Youtube y otros espacios electrónicos en internet el legislador perredista ha sido exhibido ampliamente como una persona xenófoba.
De acuerdo con la Ley Federal de Radio y Televisión, el locutor violó el artículo 5, que establece la obligación de reafirmar “el respeto a los principios de la moral social, la dignidad humana y los vínculos familiares; evitar influencias nocivas o perturbadoras al desarrollo armónico de la niñez y la juventud; contribuir a elevar el nivel cultural del pueblo y a conservar las características nacionales, las costumbres del país y sus tradiciones, la propiedad del idioma y a exaltar los valores de la nacionalidad mexicana; y fortalecer las convicciones democráticas, la unidad nacional y la amistad y cooperación internacionales”.
El 3 de abril del 2009, el gobernador Juan Sabines publicó en el Periódico Oficial del estado el decreto 208 que contiene la Ley que Previene y Combate la Discriminación en Chiapas.
En el capítulo VI de la citada ley se habla de las “conductas discriminatorias en razón de su origen étnico, nacional o regional de las personas”; y en el se encuentra el artículo 20 que en su fracción XVIII refiere que se considera “conducta discriminatoria “ofender, ridiculizar, hostigar, rechazar, difamar o promover la violencia en su contra a través de mensajes e imágenes en los medios de comunicación”.

Fuente: Proceso